Seis lecciones que hemos aprendido con 'Mira lo que has hecho'
Tercera temporada ·
La serie de Berto Romero echa el cierre con una temporada brillante que se ríe de una sociedad cada vez más hipersensible y mojigataSecciones
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La serie de Berto Romero echa el cierre con una temporada brillante que se ríe de una sociedad cada vez más hipersensible y mojigataLa serie de Berto Romero lucía el envoltorio de una serie que habla sobre la dificultad de ser padres, un tema que, aunque trillado, siempre da de sí y permite la identificación rápida con un buen número de espectadores. Pero en realidad, lo de ... los niños en 'Mira lo que has hecho' ha sido la excusa para abordar otros temas y a veces desde puntos de vista poco complacientes. En la primera temporada divagaba sobre la inmadurez, sobre la complejidad de asumir responsabilidades cuando uno ni siquiera es capaz de protegerse a sí mismo. En la segunda se atrevía con la metaficción en un intento de poner al personaje y al autor frente a un espejo, en un ejercicio no siempre demasiado agradecido. Y en esta última la ficción de Movistar ha ido más allá para meterse en jardines -de los que sale bien parado- como los límites del humor o los peligros que acarrean los excesos de sensibilidad, que pueden empobrecernos -y embobecernos- mucho como sociedad.
La producción de El Terrat fue una de las sorpresas de 2018, ya que consiguió que todo en ella fluyese: un guion divertido y bien ajustado, unas interpretaciones notables y una química asombrosa entre los protagonistas, así como una ambición por no quedarse en los tópicos e ir más allá de lo que uno espera en una comedia de estas características. Al año siguiente regresó con una tanda de capítulos más discutibles. O inesperados. La serie se volvía más dramática y en ocasiones le costaba encontrar el tono. Pese a ello merecía la pena sobre todo por el juego que establecía entre realidad y ficción, exigiendo al espectador que se cuestionase cuánto de realidad existe en la imagen que proyectamos en los personajes que vemos en la tele. La comedia ha rodado seis capítulos más (que comenzarán a emitirse esta semana) para echar el cierre y el resultado es sobresaliente. 'Mira lo que has hecho' da otro salto, sin renunciar a los golpes cómicos que le caracterizaron en sus inicios ni al dramatismo con el que coqueteó después. Y ahora sí acierta de pleno con lo que cuenta y con cómo lo cuenta. Berto Romero, Enric Pardo y Rafael Barceló firman un texto en el que se atreven con la educación, con la xenofobia, con los modelos familiares y con la corrección política, entre otros asuntos que se cuelan en este desenlace. Al menos seis lecciones sacamos después de ver los episodios finales. No habrá espoilers, descuiden.
Tradicionalmente la comedia ha sido considerada un género más encorsetado y con menos posibilidades para desarrollar personajes y tramas. En los últimos años la proliferación de títulos y la apuesta por transgredir ha demostrado que se pueden contar argumentos dramáticos con códigos distintos. Ahí está el caso de 'Fleabag', con la que conecta bien la serie protagonizada por Berto. O 'Glow', o 'Master of none', o 'Love', con las que también sería sencillo establecer paralelismos. Todas ellas giran en torno a un personaje cómico para desarrollar conflictos cotidianos no siempre con final feliz. 'Mira lo que has hecho' podría haberse conformado, después de las buenas críticas obtenidas en su estreno, con continuar esa senda del humor siguiendo los vaivenes de una familia numerosa. Y no habría estado mal. Pero quiso más. Por ello el cambio de registro en la segunda temporada, que ahora se ha consolidado. Javier Ruiz Caldera se incorporó como director entonces y ahí ha continuado. En los seis capítulos que restan se suceden momentos descacharrantes (las trampas en el juicio o el momento en que colocan una alarma en casa por temor a que entren a robarles, por citar un par), pero también hay lugar para acercarse a la demencia senil o a las dudas profesionales con las que toda carrera se topa. Y hay más, hay ganas de experimentar. Solo así se entienden esos prólogos en cada entrega, que bien podrían funcionar como historia independiente, pero que además sirven para anticipar argumentos que se desarrollarán después. Llevamos un 2020 con comedias españolas estupendas. 'Vamos Juan' es otra de ellas y coincide con la de Berto en ese cambio de tono que ambas decidieron con el fin de avanzar y de conquistar nuevas parcelas.
Las televisiones, las páginas de los periódicos, las radios están repletas de historias que merecen ser contadas o reflexionadas. La ficción también tiene esa función, la de analizar la realidad, descomponerla y volver a armarla con otros códigos. Y si se hace bien es un gusto disfrutarlo. Recordemos algunos hechos que seguro pasaron por las cabezas de Romero, Pardo y Barceló a la hora de escribir las nuevas historias: Dani Mateo llegó a ir a juicio por haberse sonado la nariz con una bandera española en un sketch de 'El intermedio'; Movistar retiró un monólogo del programa 'La resistencia' por hacer bromas sobre ETA. Es lógico sospechar que alguno de ellos sirvió de inspiración y de excusa para plantear al público los problemas que se pueden ocasionar si no dejamos de ofendernos por todo y de perseguir al humor nos haga o no gracia. Y quién mejor que un cómico para exponer su punto de vista y para retratar situaciones que vistas desde fuera parecen asombrosas hoy en día. Pero no lo son. La penúltima polémica, por la retirada de 'Little Britain' y 'Lo que el viento se llevó' de las plataformas que las albergan, parece hecha a propósito como preámbulo de esta temporada, en la que se cuestiona el temor a provocar extendido entre los profesionales y el ansia de sectores bien distintos por coartar su libertad creativa.
Dicho lo anterior, 'Mira lo que has hecho' no duda este año en reírse del feminismo, de la lucha por los derechos sociales, de los distintos modos de educación de hoy en día, de la discriminación y de las relaciones familiares, entre otros asuntos. Y cuando digo reírse, que quede claro, me refiero a mirar con humor temas a la orden del día, que generan conversaciones y preocupaciones. Y esto es muy sano. El que se sienta dolido por verse representado debería mirárselo, no vaya a ser que lo que no le haga gracia es toparse con su propia estampa. El objetivo de Berto y compañía es honorable, puesto que pretenden poner de manifiesto que todas las cuestiones, todas las circunstancias, todos los comportamientos pueden denunciarse, ridiculizarse o discutirse. De una crítica si se asume bien siempre se sale mejor parado.
No dudaron los guionistas anteriormente en planear la muerte del padre de Berto y hacerlo en un capítulo emotivo que manifestaba los vínculos y conversaciones nunca establecidos entre padre e hijo. La muerte vuelve a estar presente en la temporada final y lo hace de una manera absolutamente natural. Porque la muerte forma parte de la vida. Y 'Mira lo que has hecho' habla de la vida. De las parejas que convertimos en cómplices, de las familias que son sustento y carga, de los trabajos que asfixian, de los amigos que evolucionan a nuestro lado. De la vida, vamos. Por eso enfrentarse a hechos trágicos no tendría que ser un tabú en series cómicas, por temor a que el espectador desconecte o sienta que es un lugar poco apropiado. Si se hace bien, como aquí, es un plus.
¿Y qué? Siempre he pensado que a pesar de que esta producción de Movistar giraba en torno a la llegada de los hijos en una pareja joven, los niños tenían poco protagonismo, lo que reforzaba mi idea de que esos críos eran la excusa para plantear panoramas bien diferentes. Con la llegada de los gemelos, y teniendo en cuenta que han pasado unos cuantos años en la trama respecto a la temporada anterior, los chavales ahora sí tomarán protagonismo. Los vamos a ver en acción, interpelar a sus padres. Y funciona bien. Son complicadas las tramas infantiles, que suelen pecar de ñoñas y aburridas. Y aquí están muy bien medidos los tiempos que se les dedican. Además, los chavales escogidos para interpretar a los hijos de Berto y Sandra bordan sus papeles.
Es verdad que la serie cuenta con un elenco formidable, capaz de pasar del drama a la comedia con asombrosa facilidad. La familia funciona de maravilla y se nota que los personajes tienen recorrido y eso sirve a los actores para darles forma y concederles matices. Mención especial merece en esta ocasión Carmen Esteban, dando vida a una mujer con principio de Alzheimer, que sufre por no reconocer lo que le pasa. La incorporación del año es Clara Segura, soberbia como mujer echada para adelante y emprendedora que desde que la ves entrar en escena sabes que se la va a jugar a esa familia y que nada de lo que pase con ella puede salir bien. Tiene secuencias hilarantes. Es una vendehumos de manual y qué bien lo defiende.
La tercera y última temporada de 'Mira lo que has hecho' estará disponible en Movistar+ a partir del 18 de junio.
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