Si te gusta mucho 'El diario de Noa' quizás 'Run' no sea tu serie, pero su exploración incómoda del concepto de amor romántico es muy sugerente. Merritt Wever borda el papel de antiheroína que huye despavorida de la monotonía
Hablar de series se ha convertido en una costumbre habitual en el comportamiento humano. Es un tema recurrente en las cenas con los colegas, en todo tipo de encuentros, familiares o colectivos, incluso durante el trayecto en ascensor con el vecino del quinto. '¿Qué estás viendo estos días?' es ya una pregunta esencial en toda conversación que se precie. '¿Cuál es tu serie favorita?', otro clásico. La cuestión puede romper barreras entre gente desconocida. Funciona en cualquier tipo de reunión para recuperar el diálogo o romper el hielo. No solo de fútbol, cotilleo y enfermedades vive la masa. Hay que estar al día, a la última, y ello supone estar en sintonía inmediata con el gusto popular en streaming. Para no quedarte fuera de onda, en alegre comunión, hay que tener unas nociones básicas de lo que es tendencia en el formato serializado. Además, si descubres algún título que puede pasar desapercibido en tu entorno, antes de que sea trending topic, eres el equivalente a Papá Noel en un jardín de infancia. Dicho esto, toca citar con ganas una producción extraordinaria, con ocho episodios de apenas 30 minutos de duración en su primera temporada. 'Run', estrenada en HBO a mediados de este mes que se nos va, exprime al máximo la química entre sus dos protagonistas, Merritt Wever ('Nurse Jackie') y Domhnall Gleeson ('Cuestión de tiempo'), para ofrecer al espectador el relato más sexy e intrigante del momento, o cómo una premisa sencilla puede ser de lo más juguetona y adictiva.
Inevitablemente, el planteamiento de 'Run' puede recordar a 'Antes del amanecer', obra de culto de Richard Linklater que se convirtió en estandarte del cine independiente americano en los años 90. Décadas más tarde sus personajes volvieron a la carga en dos secuelas estimables. Los roles principales, chico y chica, se encontraban fortuitamente en un tren, el inicio de un cuento de amor con principio y final feliz en la misma jornada (lo bueno, si breve…). En la serie recién estrenada los protagonistas se juntan en un vagón tras más de una década sin verse, atendiendo a un simple mensaje de texto en el móvil: «Run». Corre, huye, escapa. Como espectadores voyeurs iremos descubriendo que la situación, a ratos sumamente incómoda, es fruto de una promesa que la pareja se hizo años atrás. También sabemos que tuvieron una relación sentimental, pero sus respectivas vidas personales son un misterio para ambos, y para el propio público, desgranándose a medida que interactúan entre ellos, no siempre con igual fortuna. Los sentimientos van y vienen. Abandonarlo todo, fugarse de la monotonía unidos, quizás no es el reinicio de una bonita amistad.
Escrita y dirigida por Vicky Jones, responsable de la dirección de 'National Theatre Live: Fleabag', germen de la reconocida serie protagonizada por Phoebe Waller-Bridge, 'Run' es una comedia romántica que rompe esquemas y se torna agria. El sabor agridulce, aderezado con un sentido del humor algo retorcido, permite degustar con matices sorprendentes una apuesta que se apoya principalmente en la gestualidad de los actores, cómodos en sus respectivos roles, y unos diálogos inspirados. La rutina parece haber agarrado por el cuello a la protagonista. Mientras, él no parece aceptar sus problemas. Los dos quieren huir. Y huyen. ¿Hacía dónde? ¿Juntos o revueltos? Ya no son los mismos y la famosa cuestión, ¿lo dejarías todo por amor?, cobra especial sentido. La respuesta no es, necesariamente, edificante. Podemos añadir intríngulis con una frase hecha: cualquier tiempo pasado, ¿fue mejor? ¿Qué es la felicidad? Si no sabes qué responder, ¡corre! O dale un repaso a 'Run' para tomar apuntes.
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