Secciones
Servicios
Destacamos
Una mañana te levantas con un zumbido en la cabeza. Es un ruido grave, bajo, que no cesa. Solo lo oyes tú; ni tu marido ni tu hija son capaces de percibirlo. Como persiste, acudes a los médicos, que descartan cualquier tipo de trastorno auditivo. ... Será psicológico, dicen. O la menopausia, la nueva excusa para cualquier malestar a partir de los cuarenta. Sin respuestas, te vas obsesionando con el sonido, sintiéndote cada vez más sola e incomprendida. Hasta que, un día, uno de tus jóvenes alumnos te confiesa que él también lo oye, y la búsqueda conjunta de las causas que lo producen os lleva a contactar con un grupo de personas que, como vosotros, están afectadas por ese zumbido enloquecedor.
Esta es la premisa de 'The Listeners', la miniserie de la BBC (Filmin) que, a partir de la aparición de ese ruido, elabora dos líneas argumentales principales. Por un lado, la relación entre Claire, la profesora, y Kyle, el alumno, mal vista por la comunidad académica y por las familias. Por otro, las dinámicas del grupo de ayuda.
Pero 'The Listeners' va mucho más allá, porque utiliza la excusa de ese sonido para poner muchos otros temas sobre la mesa. Es una serie sobre la insatisfacción personal, sobre el miedo al autoconocimiento (¿qué pasará si descubro que esta no era la vida que quería, que soy profundamente infeliz?), sobre la incomprensión y el aislamiento, sobre el miedo a la locura y sobre la delgada línea roja que puede separar un grupo de apoyo de una secta, de la conspiranoia y de los 'new age' vendehúmos. Pero, por encima de todo, 'The Listeners' pone de manifiesto la incapacidad que tenemos para entender al otro. A Claire no la escuchan ni su marido ni su hija, a Kyle no le escucha su madre, y a ambos no les escucha nadie. La serie se llama 'Los oyentes', pero bien se podría haber llamado 'Los no oyentes'.
Basada en una novela original de Jordan Tannahill, la adaptación a serie ha sido realizada por el propio escritor bajo la dirección de Janicza Bravo. Está protagonizada por una hipnótica Rebecca Hall, que, con el pelo convenientemente cortado para que podemos ver bien sus orejas, da un recital interpretativo, y por Ollie West, un actor jovencísimo dueño de una voz profunda y una mirada inquietante.
'The Listeners' es visualmente brillante: llena de bellísimos encuadres y rodada con esa luz tamizada y gris de algún lugar indeterminado de Reino Unido, la fotografía tiene una textura bajo la que subyace algo extraño, siniestro. Curiosamente, resulta menos estimulante su banda sonora: podría, debería, haber explotado más el paisaje sonoro, que es la base sobre la que se asienta la historia. Además, el desarrollo de la última parte es atropellado, y las tramas de algunos personajes, deglutidas por las dos principales, se resuelven de un plumazo. Probablemente, lo peor de 'The Listeners' es que peca de pretenciosa, y no puede resolver adecuadamente todos los temas que abarca. A cambio, son precisamente esos temas los que provocan una sensación de desasosiego frío, helador. Que no es poco.
Tras ver la serie, es inevitable recordar la brillantísima novela de Diego Sánchez Aguilar, 'Los que escuchan'. En ella, el sonido es el zumbido de angustia y ansiedad de la sociedad contemporánea. Y ese sí lo escuchamos todos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.