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Si a los informáticos siempre les preguntan cómo solucionar un problema con el ordenador («nada, nada, ya sé que ahora no estás trabajando, pero es una consulta rápida»), a los que escribimos sobre series siempre nos preguntan lo mismo: ¿qué me recomiendas? No sé qué ... responderán los compañeros de Pantallas, pero servidora siempre contesta lo mismo: 'La maravillosa señora Maisel'. Veamos el porqué:
1) Por la historia: esposa perfecta y madre abnegada, Miriam 'Midge' Maisel es un ama de casa judía de clase alta que vive en el Nueva York de los 50. De repente, descubre que su marido le es infiel con la secretaria, y su mundo perfecto se rompe en mil pedazos. Una noche, furiosa y borracha, se sube al escenario de un garito de Greenwich Village, y comienza a hablar sobre su fracaso matrimonial de una forma lúcida, descarnada y, sobre todo, divertidísima. Lo demás es historia de la televisión.
2) Por sus creadores: 'La maravillosa señora Maisel' viene de la mano de Daniel Palladino y Amy Sherman-Palladino, los padres de 'Las chicas Gilmore'. No hay más preguntas, señoría.
3) Por la maravillosa señora Maisel: con la acidez de la gran Joan Rivers y la dulzura de Lucille Ball, el personaje de Midge Maisel (interpretado magistralmente por Rachel Brosnahan) intenta abrirse paso en la 'stand up comedy' norteamericana, algo dificilísimo para un hombre, y prácticamente imposible si eres mujer. Pero Midge no se rinde, y comienza un viaje tanto físico (pasa de un pisazo en el Upper West Side a girar por EE.UU) como emocional para conseguir triunfar en el mundo del espectáculo. Y nosotros tenemos la suerte de acompañarla.
4) Por la no menos maravillosa Susie Myerson (magnífica Alex Borstein): es la representante de Midge Maisel, la primera persona que tuvo el ojo clínico para captar su enorme talento y lanzarla al estrellato. Y si Midge es todo glamour y clase, Susie es lo contrario: capaz de llevar tres días la misma ropa cutre, es brutalmente sincera y directa, y dispara cada frase como una flecha, posiblemente porque tiene las mejores líneas de la serie. Ejemplo de ello es la forma en que la que le dice un piropo a Midge: «Mírate, es como si a una cucharada de crema batida le saliera una cabeza».
5) Por la relación entre Midge y Susie: no recuerdo una amistad más cómplice, leal y divertida que la que existe entre estas dos mujeres tan contrapuestas. Sororidad a tope, hermanas.
6) Por la familia de Midge: su padre, Abe Weissman (Tony Shalhoub), es un científico cuya mente analítica y racional explota al saber que su única hija quiere dedicarse a la comedia, mientras que Rose Weismman (Marin Hinkle), su madre, se pasa la vida buscando novio a las hijas de sus amigas (y a la propia, claro) y visitando a una vidente que le asegure que todo va a ir mejor.
7) Por el marido de Midge: al principio, Joel (Michael Zegen) resulta insoportable. Mimado y consentido, él es el que, inicialmente, intenta triunfar como monologuista, aunque no lo consigue, por lo que no lleva nada bien el éxito de su ex mujer. Pero, conforme avanza la serie, vamos entendiendo cada vez más a Joel. Y sí, hasta le cogemos cariño.
8) Por Lenny Bruce (Luke Kirby): el más carismático, irreverente, atormentado, autodestructivo y genial de los cómicos norteamericanos, del que es absolutamente inevitable acabar enamorada, se convierte en amigo de Midge. Entre ellos hay admiración y cariño, pero también desacuerdos y broncas. Y, por supuesto, muchísima tensión sexual, que se resuelve (o no) en el sublime último capítulo de la temporada cuatro.
9) Por sus diálogos como ametralladoras: los personajes son mucho más listos, rápidos e ingeniosos que cualquiera que hayas visto antes. En la más pura tradición de la 'screwball comedy', una los escucha y se pregunta por qué no se hablará así en la vida real. Sencillamente, porque la vida con los Palladino es una vida mejor: más divertida, más curiosa, más ocurrente.
10) Por las interpretaciones: no ha de ser fácil soltar los diálogos escritos por los Palladino con la fluidez, la energía y la chispa que requieren, pero los actores que encarnan a los distintos personajes lo hacen. Y de qué forma.
11) Por los temas que trata: la liberación femenina, la homosexualidad, el racismo, el sexo o la libertad de expresión: los Palladino se atreven con todo. Hasta con los límites del humor.
12) Por la época: ¿a quién no le va a gustar un Imperio Romano del siglo I? Pues eso: ¿a quién no le va a gustar la estética de los 50? Un dispendio de faldas amplias, cuerpos ceñidos y cinturas de avispa al más puro estilo 'New Look' de Dior; una profusión de sombreros, guantes, bolsos y zapatos a juego; una sobredosis de sofisticadísimos trajes de noche y un no parar de encantadores vestidos estampados de día. Obra de Donna Zakowska, el 90% del vestuario es original. Pero no todo se reduce a una cuestión de trapos: la recreación de la época es un derroche de producción y de talento que se disfruta enormemente.
+1) Porque es una serie total, absoluta y completamente feminista: Midge lucha contra el patriarcado en su vida, pero también en el escenario. Y lo hace con dos cosas fundamentales: muchísimo sentido del humor y un vestuario ideal.
Este viernes, 14 de abril, empieza la última y quinta temporada de 'La maravillosa señora Maisel' en Prime Video. Disfrútenla mientras dure.
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