'Peaky Blinders' y el aroma a barro
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La quinta temporada de la serie británica confirma a Steven Knight como uno de los grandes guionistas de su generaciónPABLO SUÁREZ
Lunes, 14 de octubre 2019
Todos tenemos las botas manchadas de barro. Todos hemos saboreado esa desazón de haber querido ganar, haber perdido y habernos vuelto a levantar. Desenfundar sin atender a consecuencias. Arañar el cielo, quemar las vías y acabar mordiendo el polvo. Todos nos hemos sentido alguna vez ... un poco Shelby, y eso, en definitiva y por encima del resto, es lo que hace de Peaky Blinders una de las series del momento. Oculta bajo un disfraz de violencia, desenfreno y la dosis de heroicidad que todo producto audiovisual necesita hoy en día, el núcleo de la trama se reboza de aquellos sentimientos inherentes al ser humano y compartidos por todos. Desamor, infortunio, rechazo, celos, soledad, envidia, orgullo…
Una familia del Birmingham de principios del siglo XX que, finalizada la I Guerra Mundial, trata de encontrar su espacio en un jungla de ambiciones desmedidas. Son personajes accesibles, cercanos. El éxito de un guión se basa en el grado de aceptación que tengan para la audiencia las acciones más cruentas de sus protagonistas. Los Shelby son auténticos 'gamblers' que pisan para no ser pisados, y eso provoca compasión y admiración a partes iguales.
La historia de cómo estos pobres diablos de extrarradio terminan convirtiéndose en gánsteres de categoría, incursión política mediante, no es nueva. Las consecuencias emocionales que conlleva el asalto al poder, sí. Al menos en el grado de introspección que ofrece la trama, perfectamente diseñada para un desnudo progresivo del alma humana. Como si de un maniquí se tratase, Steven Knight, guionista y creador de la serie, va poco a poco quitándole una prenda en cada temporada hasta dejar el núcleo. A lo largo de los treinta episodios que, hasta el momento componen la serie, Thomas Shelby, protagonista indiscutible de la misma, es esclavo de una ambición desmedida que le hace naufragar en cada triunfo. Peaky Blinders supone un palco de lujo a esa travesía por el desierto que supone vender tu alma al poder.
La serie recoge el testigo de 'Hooligans' y recuerda un poco a Oasis. Thomas (Cilliam Murphy) comparte con su hermano Arthur (Paul Anderson) ese gen Gallagher, cabeza y corazón, fuerza e inteligencia, divididos en dos cuerpos por los que fluye una electricidad fraternal que los mantiene unidos. Se respetan porque son conscientes de que se necesitan. No hay nada más importante para ellos que la familia pese a que sus acciones no han dejado de provocar el caos y reducir el número de miembros. Hay momentos de lucidez en los que son conscientes de su realidad, pero siempre terminan volviendo a la trinchera y llevando a su familia hacia ella. La historia de Thomas Shelby es un 'no es por mí, es por tí' continuo que acaba, como casi siempre, dinamitando lo trascendente. Todo ello enmarcado en el contexto histórico de entreguerras marca de la casa (HBO) y con un elenco de altura superlativa.
Pocas series pueden presumir de haber contado con Tom Hardy, Adrien Brody, Sam Claflin o Natasha O'Keeffe como secundarios. Peaky Blinders es una serie hasta el momento predecible, pero lo que transcurre entre salida y meta es de tal calidad que hace que la carrera merezca la pena aun conociendo el resultado. Steven Knight se revela como uno de los grandes guionistas de su generación, con una capacidad insólita para fusionar persona y personaje en sus protagonistas y un cuidado extremo de los detalles, empezando por el acento de los actores y la banda sonora que baña sus acciones de puro arte (Black Sabbath, Radiohead, Dan Auerbach o Black Rebel Motorcycle Club).
La serie merecería la pena solo por ver a Thomas Shelby caminar a cámara lenta por las calles del Birmingham obrero. Cabeza rapada en los costados, traje tres piezas y ese gesto de violento sentimental al ritmo del 'Red Right Hand' de Nick Cave and The Bad Seeds. La cámara baja al piso y enfoca las botas hundiéndose en el lodo industrial. El hechizo consumado por una producción brillante.
La quinta temporada completa de 'Peaky Blinders' está disponible en Netflix desde el 4 de octubre
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