'El Pacificador' es una superfiesta

Aquí sigue fiel a su filosofía de fusionar el género de superhéroes, la intriga y las escenas de acción con el humor negro, un túrmix enfatizado en esta ocasión para el regocijo de los amantes de los juegos de palabras y los chistes gruesos con referencias a la cultura popular. El Pacificador es un justiciero peculiar, paródico sin quererlo, muy a su pesar. En su lucha entregada por el bien del planeta está dispuesto a matar a quien sea con tal de lograr la paz. Esta inmensa contradicción le lleva a situaciones de enredo grotescas, multiplicadas por su acentuado carácter de machirulo atolondrado, un gañán irredento rodeado de otros seres tan garrulos como él… o más. La diversión está asegurada si, como espectador, se acondiciona el cerebro al festival de guiños, improperios, chabacanerías e impredecibles sorpresas que depara un show que remite a los diálogos propios de las primeras películas de Kevin Smith. El sello Gunn también se apunta al gore con algarabía, no en vano sus primeros pinitos en la Troma –escribió la lisérgica 'Tromeo y Julieta' a mediados de los años 90-, la productora de cine basura por antonomasia, siguen latiendo en su cerebro.

'El Pacificador' tiene, sobre todo, claros retazos de la increíble 'Super', una película de Gunn de ajustado presupuesto, tan personal como ácida y demoledora, que tuvo la mala suerte de coincidir prácticamente en el tiempo con 'Kick-Ass', menos iconoclasta respecto al género de superhéroes y amparada por Universal. En tan recomendable propuesta, el 'Watchmen' de las pelis de justicieros, ya estaba el tono de la serie, más edulcorada en algunos aspectos -salvo el personaje de Vigilante-, probablemente debido a su distribución en una plataforma con claras intenciones comerciales. Destacan, de entrada, unos créditos de presentación tronchantes, cuya naturaleza es mejor no desvelar. Las imágenes dejan clara la senda por donde transita una apuesta que se aleja sobremanera de otras iniciativas en la misma línea, como las producciones de The CW o made in Marvel (a excepción de la incomprendida 'M.O.D.O.K.').

'El Pacificador' confirma que Gunn se lo pasa en grande rodando, como un niño con juguetes caros, y sus actores probablemente también, empezando por un Cena exultante que parece afrontar con cuerpo hipervitaminado y alma entregada el papel de su vida. El director ya lo demostró en su webserie 'PG Porn', disponible en YouTube –las piezas no censuradas- y en el site del realizador, donde se reía de los lugares comunes de la pornografía. De amplia difusión en la red, las piezas tuvieron su calado y cierta viralidad gracias a la temática y al indudable ingenio de su responsable. Los vídeos son escenas extraídas, aparentemente, de un filme X. No hay sexo explícito en ningún momento. En las imágenes, divertidos sketches de cuidada de estética, interactúan reconocidas actrices del mundo del porno, atendiendo a los estereotipos del género, pilar fundamental de la propuesta. Figuran las mediáticas Sasha Grey o Belladona, junto a nombres de series televisivas de culto como 'Buffy, la cazavampiros' o 'Firefly' (precisamente Joss Whedon, artífice de 'Los Vengadores', tuvo algo que ver con la elección de Gunn para capitanear 'Guardianes de la Galaxia').

Gunn firmó el guión de 'Amanecer de los muertos', el remake del clásico de culto de George A. Romero, dirigido con buen pulso por Zack Snyder, probablemente su mejor película y el comienzo más escalofriante y poderoso de la historia del cine de horror contemporáneo. Posteriormente se despachó a gusto como autor completo con 'Slither', aka 'La plaga', un espectáculo desenfrenado de gore, caspa y ensayo que retorcía algunos fabulosos tics del celuloide de antaño de serie B. Quedan claras las referencias que tritura este creador perteneciente a esa primera generación de directores criados entre tebeos, programas de televisión y películas de toda índole a la que también pertenecen nombres como el de Guillermo del Toro, Peter Jackson o nuestro Álex de la Iglesia.

'El Pacificador', sabedora de su condición de serie festiva, retoma el espíritu de 'El escuadrón suicida' perpetrado por Gunn. Su estilo no oculta sus filias y encuentra su propia personalidad destilando clichés a buen ritmo. Sintetiza los códigos de un género hasta el punto de poder darle la vuelta con soltura y riesgo, sin complejos. Una manera de entender el cine que rara vez opta a galardones en festivales y esquiva las medallas de la crítica sesuda. Una filosofía, a veces denostada, directa y sincera, que casa con un determinado público, en beneficio de la evasión y la reflexión. Aquí hay que aceptar el protagonismo de un antihéroe a ratos patético, que gasta modales de Torrente en versión redneck, con un uniforme absurdo y varios compañeros de fatigas igual de ridículos. Personajes al filo del bien y el mal, descerebrados pero entrañables, que viven aventuras vitales por accidente, metiendo la pata una y otra vez. Ojalá el producto vaya aumentado su lado subversivo a medida que vean la luz sus siguientes episodios.

'El Pacificador' está disponible en HBO Max.