'The Mandalorian', la hábil tarjeta de presentación de Disney+

Se ha hablando tanto de 'The Mandalorian' que ya no supone un spoiler citar una de sus grandes sorpresas, el personaje de bebé Yoda, protagonista de infinitud de memes que se difunden desde hace meses por la red, lo que indica que el personal sigue sin hacer ascos a la piratería. También es cierto que en tiempos de inmediatez hay que satisfacer los deseos del internauta cuando antes, o no dudará en protestar masivamente en casos como éste en las redes sociales. La serie consta de 8 episodios en torno a media hora de duración, con lo cual, de entrada, es de fácil digestión. De momento están colgados dos episodios en Disney+, como si los mandamases de los míticos estudios no se hubieran enterado de lo fácil que es conseguir material de primera online, a golpe de click sin pasar por caja, para combatir la ansiedad provocada por los cliffhangers.

Quizás forma parte de una sinuosa maniobra de marketing. Detrás de esta apuesta figura Jon Favreau como creador, el tipo que dirigió Iron Man y asentó las bases del Universo Cinético de Marvel antes del pelotazo de 'Avengers'. Como fan de 'Star Wars' se ha tomado muy a pecho el encargo y ha decidido, sabiamente, apuntar directamente al corazón de los recalcitrantes seguidores de la intocable saga de George Lucas. En su ardua gesta ha sabido tocar las teclas adecuadas, apuntando a la memoria sentimental de la audiencia potencial de una historia ambientada tras la caída del Imperio, antes de la aparición de la Primera Orden.

Favreau empapa de humor su apuesta y opta por un cautivador tono de western que funciona a los ojos del grueso de los adictos a 'Star Wars' mejor que las últimas películas estrenadas en salas ('El ascenso de Skywalker' es de juzgado de guardia). Las referencias a la imaginería de la saga son incontables y el catálogo de personajes que pueblan las galaxias y se cruzan de planeta en planeta está diseñado con alma y conocimiento de causa. El planteamiento, con Sergio Leone como inspiración estética, recurre a un formato serializado que puede recordar a títulos de arraigo popular como 'El equipo A'. En cada capítulo el protagonista, un mercenario que remite directamente a Boba Fett, el legendario cazarrecompensas de 'El Imperio contraataca', llega a un lugar donde hay un problema que resolver, lo que supone ayudar a los demás. La trama principal remite directamente al brillante manga 'El lobo solitario y su cachorro', de Kazuo Koike y Goseki Kojima, donde un samurái emprende una sanguinaria venganza en compañía de un niño pequeño, como el Baby Yoda que tantas alegrías está dando a los amantes de la franquicia de Darth Vader (por supuesto, el pizpireto muñeco también tiene sus detractores). Ecos de Akira Kurosawa no faltan en una aventura que puede antojarse infantil y muy obvia, lo que no empaña su evidente encanto. Da gusto comprobar cómo han empleado técnicas de antaño en el ámbito de los efectos especiales, fusionando el resultado físico con avances tecnológicos de última hornada, entre ellos Stagecraft, lo que viene a ser la retroproyección de toda la vida, pero perfeccionada al máximo, con infinidad de posibilidades visuales. También abarata costes de producción, se filma en un plató, con lo cual no es de extrañar que revolucione el medio audiovisual.

El protagonista de 'The Mandalorian' nunca muestra su rostro bajo el casco. No se lo quita ni para dormir. De ahí que debajo de la armadura a prueba de balas y rayos láser no esté siempre el actor Pedro Pascal, en la onda gracias a su participación en 'Narcos' y 'Juego de Tronos'. Los andares característicos del personaje se deben a varios actores que se plantan el uniforme mientras suena la voz del artista que figura en los créditos principales. Tampoco es muy hablador el singular Mando, perteneciente a la legendaria tribu de los Mandalorian. Es un pistolero solitario que busca fortuna empleándose a fondo con todo tipo de armas y la lucha cuerpo a cuerpo. Tiene sus principios, moralmente cuestionables por momentos, como los roles más conocidos encarnados por Clint Eastwood. El diminuto Yoda, símbolo de una apología total a la nostalgia, es obra de un grupo de titiriteros que le dan vida a la vieja usanza, con algunos toques de CGI prácticamente inapreciables en algunas escenas. Hay más personajes entrañables, que dejan huella, como Kuiil, un granjero que compró su libertad después de ser esclavizado por el Imperio, al que pone voz el inefable Nick Nolte, con alguna coletilla en los diálogos que ha hecho historia entre el fandom de 'Star Wars' gracias a las redes sociales. La segunda temporada ya está confirmada, aunque el rodaje se ha retrasado por la crisis del coronavirus. Además de Favreau, showrunner de altura, se ha confirmado a Robert Rodriguez como director de algún capítulo. A su vez está en fase de preproducción la precuela de Obi Wan Kenobi, con Ewan McGregor retomando el papel que interpretó en la segunda trilogía, y otra serie con Diego Luna en la piel de Cassian Andor, el personaje que conocimos en 'Rogue One'. Que no pare la fiesta astral.

Disney+ irá desgranando semanalmente 'The Mandalorian'.