'¡García!'

Un tren en blanco y negro, como el de Lumiere, arranca la función. Me recuerda a la última cruzada de Indiana Jones. Y no solo por la escena en sí, sino por la emoción. Por la aventura. Han pasado cinco minutos y ya estoy enganchado. «¡ ... García!», gritan. De repente él me da un aire al Capitán América y Ortiz, su fiel compañero, a Bucky Barnes. Sí, es como el capi, congelado en el hielo. Aunque, bien vistos, García y Ortiz son el guiño más maravilloso jamás realizado del Batman y Robin de los años 60, el de Adam West y Burt Ward. Pero no, espera, también hay algo de Terminator en todo esto. Un Terminator nacido del franquismo que vuelve a poner orden y a aprender del presente. Presente, pasado y futuro... Leche, no sentía esta magia desde que veíamos 'El Ministerio del Tiempo'. ¿Y esa base secreta? Demonios, García es tan James Bond como Súper Agente 86, atravesando una puerta tras otra, para realizar una misión imposible...