Esta mordaz comedia con espíritus atrapados tritura los tics de las historias de casas encantadas y se revela como una de las series de esta temporada gracias a su creciente popularidad
Hay series de notable interés que acaban sepultadas por la amplia oferta en streaming que se alimenta de manera incesante cada semana. Si no se trata de una novedad por la que apueste una plataforma con pegada, anunciándola a destajo, puede quedar sumida en el ... ostracismo. No se publicitan igual todos los lanzamientos, algunos se estrenan de tapadillo y son muchos los títulos que merecen mayor atención, mientras se premian producciones que, creativamente, no se merecen tanto bombo y platillo. De ahí la importancia del boca-oreja y de la figura del prescriptor, a modo de filtro entre tantas posibilidades de visionado. 'Fantasmas', disponible en Movistar+, atiende a esta sensación. Su indiscutible calidad y originalidad como comedia de enredo está situándola en el mapa poco a poco. Es una sitcom desternillante y ejemplar, pero esgrime méritos que merecen un mayor reconocimiento. Dos temporadas están disponibles en el menú bajo demanda, dos sesiones de seis capítulos de media hora -se nota que es británica-, que se devoran como comer pipas, entre risas.
'Fantasmas' es una comedia de situación de referencia en su país de origen. No es para menos. La idea es relativamente sencilla, pero está muy bien llevada y da una vuelta de tuerca, con un trabajado sentido del humor, a las historias de espíritus en casas encantadas. Retuerce más de un cliché presentando a un grupo de espectros de diferentes épocas de la historia de la humanidad, conviviendo en una mismo espacio, una mansión heredada de rebote por una joven pareja que no imagina lo que va a acontecer tras instalarse en el lugar. La cuadrilla de entes sobrenaturales inventa una y mil argucias para echar a los nuevos inquilinos de la vivienda, al descubrir que pretenden convertir la casa en un hotel, pero no presienten un giro en los acontecimientos que cambia completamente el escenario, dando pie a situaciones rocambolescas. Recomendable, sin dudarlo, para todos los públicos, con un aura que recuerda a un clásico como 'Mi amigo el fantasma', pasando por '¡Agárrame esos fantasmas!' y tantas otras entrañables propuestas en esta línea – vale, también 'Los fantasmas atacan al jefe'-, la serie reúne a apariciones paranormales de diversa índole, con sus características particulares. Hay un poeta romántico, una aristócrata de la Época Eduardiana, un político envuelto en un escándalo sexual -basado en MP Stephen Milligan, un antiguo conservador que murió de asfixia en 1994 en pleno acto sexual-, un tipo decapitado, un veterano boyscout atravesado por una flecha, un capitán del ejército que luchó en la Segunda Guerra Mundial, un cavernícola asilvestrado, una mujer quemada en la hoguera por bruja y más de una sorpresa. Cada cual con un relato detrás, acorde a las circunstancias de su origen, y un poder fantasmal (mover objetos y otras fantásticas virtudes), actúan acorde a sus peculiaridades y juntos conforman un grupo grotesco que no es capaz de ponerse siempre de acuerdo. Ponen rostro a los ectoplasmas y el elenco protagonista Charlotte Ritchie ('¡Llama a la comadrona!') como Alison, Matthew Baynton ('Tú, yo y el apocalipsis'), Simon Farnaby ('Horrible Histories'), Laurence Rickard ('Yonderland') en un doble papel, Jim Howick ('Yonderland'), Ben Willbond ('Caballeros, princesas y otras bestias') y Martha Howe-Douglas ('The Office').
En el apartado creativo de 'Fantasmas' figuran como guionistas dos de sus actores principales, Howick y Baynton, que dan vida a dos personajes de la de torpes espectros. Ambos han reconocido como influencias cintas de culto como 'Beetlejuice' o 'The Rocky Horror Picture Show', todo un tratado de principios. Un delicioso sarcasmo con label británico recorre cada capítulo de una apuesta con gran acogida en Gran Bretaña, especialmente entre el público juvenil. Además de entretener con un reparto coral en estado de gracia, con humor de contraste y unos efectos visuales modestos, suplidos con ingenio, este retrato absurdo sobre la convivencia -los protagonistas no dejan de ser compañeros de piso- ofrece un buen compendio de gags a buen ritmo en tiempos de desahucios, gentrificación, especulación inmobiliaria e invasión de apartamentos turísticos. Hay un episodio centrado en las obras que se realizan en la mansión donde están atrapados los espíritus tras su fallecimiento, perpetradas por un puñado de obreros espabilados que puede recordar a uno de los capítulos míticos de la mítica serie 'Búscate la vida'. Las referencias son múltiples, todas llamativas. Habrá pronto una tercera temporada.
Las dos primeras temporadas de Fantasmas' están disponibles en Movistar+.
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