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El sello YouTube Originals, impulsado por la popular plataforma, sigue apostando por producciones propias de ficción serializada, aunque parece estar bajando el listón, cancelando segundas temporadas de algunas series con poco calado mientras se centra en promocionar la posibilidad de escuchar música, sin anuncios, y un listado de películas, gracias a la suscripción Premium, cuya tarifa plana es de las más discutibles del mercado. Los rumores de un volantazo en la política de la empresa ya se han hecho realidad. En teoría, a partir del 24 de septiembre, sin esperar a 2020 como apuntaban los primeros rumores de cambio, toda la oferta audiovisual estará disponible de forma gratuita para todo aquel internauta que sea capaz de aguantar la publicidad. De hecho, este verano no hay que pasar por caja para ver la primera sesión de 'Impulse', un drama adolescente de acción, con tintes de ciencia-ficción, basado en la película 'Jumper'. Sus diez capítulos con saltos en el espacio-tiempo, de una hora de duración cada uno, están a un golpe de 'click' para el deleite del personal estos días, sin la necesidad de abrir un perfil con tus datos, sin poner un euro y en calidad máxima. Una maniobra que confirma el futuro de la famosa web, que ya no se limita a compartir videos de los usuarios, ofreciendo un contenido añadido para abrir mercado.
Los usuarios no Premium tendrán que acostumbrarse a ver los anuncios en todas las series de YouTube Originals, películas, programas -también los hay, como 'Mind Field'- y eventos en vivo. No tendrán acceso inmediato a toda una temporada, las entregas se irán publicando periódicamente. A cambio, el gratis total, mientras el público suscrito al canal podrá acceder a escenas exclusivas y material extra, además de poder descargarse los vídeos para verlos sin conexión, en calidad Full HD de 1.080 píxeles. A pesar de no contar con el apoyo mediático de otras plataformas en 'streaming' a la hora de lanzar su catálogo, YouTube cuenta con alguna joya de cosecha personal, como 'Cobra Kai', con parte de la promoción hecha al inspirarse en 'The Karate Kid'. Ya lleva dos sesiones, ha sido toda una sorpresa, como la iconoclasta 'Wayne', sobre un adolescente que hace 'bullying' a los bullies; 'Weird City', la respuesta paródica de Jordan Peele ('Nosotros', 'The Twilight Zone') a 'Black Mirror; y el thriller de ciencia-ficción 'Origin', con dirección de Paul W. S. Anderson, responsable de la reivindicable 'Horizonte final' (cancelada a día de hoy).
'Champaign ILL' es una de esas propuestas, con la marca YouTube Originals, que ha pasado desapercibida, a pesar de su potencial. Los tres primeros capítulos pueden verse del tirón en abierto desde ya, sin esperar a finales de septiembre. El piloto merece la pena. Se trata de una comedia pasada de rosca, creada por Jordan Cahan y David Caspe, responsables de la estimable 'Black Monday' (por la que Don Cheadle estuvo nominado al Emmy al Mejor Actor de Comedia, encabezando el reparto de la historia real de una de las peores caídas de la bolsa en Wall Street, el 19 de octubre de 1987). En la serie disponible en la mayor distribuidora de contenidos 'online' asistimos, como espectador, a lo largo de una decena de impredecibles capítulos de media hora de duración, a un divertido retrato de la decadencia humana y espiritual de dos jóvenes raperos cuya vida de vicio y lujo se va al traste cuando muere en un accidente su mejor amigo, un célebre músico al que seguían como su séquito, aprovechándose de las mieles de la fama. Abandonaron su pueblo muchos años atrás, dejándose llevar por la efímera gloria, derrochando la pasta amasada por su popular compañero fallecido en múltiples fiestas, hoteles caros, restaurantes prohibitivos y una cantidad ingente de drogas de todo tipo. Pero el jet privado y los coches de lujo pasan a ser un sueño imposible cuando descubren que se han quedado sin nada e intentan volver a empezar en su localidad de origen, donde todo es diferente. Quieren aparentar lo que no son, dando pie a una espiral de situaciones bochornosas que invitan a la sonrisa cómplice. Como 'Entourage', con más dosis de mala leche y 'non sense'.
Cuando crees que ya no puede hacer más el ridículo, el dueto principal de 'Champaing ILL' da un paso más allá. Adam Pally ('Lago Shimmer') y Sam Richardson ('Veep') encarnan a los patanes protagonistas, dos vagos redomados que se creen lo que no son e intentan recuperar su estatus con ideas tan absurdas como descacharrantes, intentando explotar a los demás, lo único que saben hacer. No pueden vivir sin su malogrado colega 'superstar', convertido en cenizas dentro de una urna (un peculiar personaje secundario, siempre presente). Las tropelías de este pequeño club de fracasados se antojan una caricatura del mundo de la música, las 'celebrities' y el sueño americano. Menudo par de mezquino entrañables.
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