El 'Apagón' que devolvió a España el caos de la pandemia

La ambición del proyecto no viene tanto del tema, sino de la elección de guionistas y realizadores de primera fila para llevarlo a cabo. Rodrigo Sorogoyen, Alberto Rodríguez, Isaki Lacuesta, Raúl Arévalo e Isa Campo, los tres primeros con película en el festival, dirigen cinco historias en las que sus protagonistas tratan de adaptarse a una nueva realidad. En el primer capítulo, dirigido por Sorogoyen, titulado 'Negación', vivimos la llegada de la tormenta solar y el caos que desata desde el pellejo del subdirector de la Unidad de Protección Civil y Emergencias de Madrid (Luis Callejo). En el último, 'Equilibrio', firmado por Lacuesta, nos encontramos a su mujer (María Vázquez), que ha huido a la casa de campo de sus padres, donde convivirá con un grupo de jornaleros emigrantes que recogen la aceituna. Isa Campo se detiene en uno de esos barrios residenciales de las afueras de las grandes ciudades, donde la pista de pádel se ha reconvertido en gallinero. Raúl Arévalo prefiere sumergirnos en el infierno de un hospital, que trata de atender a los enfermos sin luz ni apenas medicinas. Por su parte, Alberto Rodríguez enfrenta a un pastor de cabras al peor depredador posible: el hombre.

Reunidos los responsables de la serie en el Hotel de Londres, Isaki Lacuesta apunta un dato inquietante. Un informe del Lloyd's Bank inmediatamente anterior al covid establecía que la segunda catástrofe mundial más probable era una tormenta solar que, dependiendo de su magnitud, ocasionará daños por valor de entre uno y tres trillones de dólares con un periodo de recuperación de dos años. La primera catástrofe más probable era una pandemia mundial provocada por un virus de tipo corona. «Hay gente invirtiendo pasta en eso y se lo van a llevar», descubre el director. Admite que resulta inevitable ver 'Apagón' con los ojos de la pandemia, que nos ha acostumbrado a que algunas de la situaciones que aparecen nos resulten familiares: triaje en hospitales para dejar morir a los enfermos más viejos, adolescentes confinados, racionamiento de alimentos… «Los guiones se escribieron durante la pandemia, pero ninguno queríamos hacer una serie sobre ella», explica Lacuesta. «Era una forma de hablar de la pandemia desde otro sitio. Sabes que cuando los personajes toman decisiones drásticas igual duran muy poquito. Como cuando decíamos que íbamos a salir mucho mejores o lo que habíamos aprendido. Al día siguiente estábamos todos en la misma historia».

Isa Campo ambienta su segmento en uno de esos PAU que funcionan como una burbuja para familias con niños, que juegan seguros en la urbanización sin mezclarse ni pisar la calle. «Es un ecosistema particular, con una clase social homogénea. En una situación de apagón están en una situación ideal para unirse, pero tienen que reconvertir el césped en huerto. Pueden sobrevivir, no como en las ciudades, que sería el caos. El conflicto llega cuando no dejas entrar a los de fuera y dejas en suspensión tu ética». Lacuesta recuerda cómo en la base de datos de cine IMDB, 'Contagio' de Steven Soderbergh pasó de ser catalogada de ciencia ficción a drama realista. «De la gripe española no quedó nada en el cine, nada más producirse llegaron las películas de Buster Keaton», ilustra el ganador de dos Conchas de Oro. «Hemos visto tres películas con mascarilla, así que creo que en la ficción seguiremos fabulando e intentando olvidar el trauma».

Rodrigo Sorogoyen y su guionista habitual, Isabel Peña, han sido fieles a los protocolos establecidos ante una situación de este cariz en los servicios de protección civil y emergencia. «Es mucho más fascinante contar cómo lo hacen ellos que inventarte cosas», asegura Peña. Eso sí, el personaje de Luis Callejo en la serie resulta terriblemente familiar. Estresado, sin parar de fumar, baja a comer un pincho de tortilla como cualquier currela español. «La gente que se ocupa de las emergencias son unos cracks, pero también dicen '¡qué hay Manolo!', como cualquier oficinista de nuestro país», añade Sorogoyen. «Queríamos huir de cualquier cosa que oliera a yanqui, a oficinas de diseño, gente estirada y guapísima. Esto es la vida, la reacción de gente norma ante algo imprevisto», define Isabel Peña. «Un espejo de cómo hemos reaccionado como sociedad ante la pandemia. Da más miedo abordarlo desde el naturalismo que desde la explosión».

'Apagón' es un buen ejemplo de la creatividad y el riesgo que afronta a veces la ficción española, que vive un nivel de producción nunca visto gracias a las plataformas. Sorogoyen, que ha presentado 'As bestas' en la sección Perlas del Zinemaldia, valora si estamos ante una época dorada o una burbuja. «Una cosa no quita la otra. No hay duda de que estamos en la época de la televisión. No creo que haya habido nunca tanto trabajo para tanto profesional, nunca se han hecho tantas series y películas con tanta calidad. Que estalle la burbuja no significará nada apocalíptico, sino que alguien cortará el grifo». Isabel Peña añade que «hay que cuidar lo que se hace, porque si gran parte de esas producciones las consumes y las olvidas al día siguiente… Tenemos que estar a la altura». Isaki Lacuesta se muestra más cauto. «Cuando alguien dice que está haciendo cine en televisión hay algo de engaño. Estás haciendo tele, y hay que encontrar la intersección que nos interese. El márketing nos ha hecho creer que esto es nuevo, pero en España ha habido series increíbles desde la época de Chicho Ibáñez Serrador. Yo sigo soñando con una tele que sea popular y muy audaz al mismo tiempo. Y este es nuestro primer intento de infiltrarnos».