Anatomía de 'Criminal'
Primera temporada ·
El género policíaco se reinventa con la nueva serie antológica de Netflix. Doce capítulos, divididos en cuatro miniseries, rodados por equipos de España, Francia, Reino Unido y AlemaniaSecciones
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Primera temporada ·
El género policíaco se reinventa con la nueva serie antológica de Netflix. Doce capítulos, divididos en cuatro miniseries, rodados por equipos de España, Francia, Reino Unido y AlemaniaUn inglés, una francesa, un alemán y una española entran en una comisaría. Éste muy bien podría ser el arranque de uno de esos recurrentes chistes malos a rabiar; grabados en el imaginario colectivo con el simple propósito de hacer chanza de nuestros vecinos europeos. Son, sin embargo, muy pocas las situaciones cómicas que se despliegan entre las asfixiantes cuatro paredes de la sala de interrogatorios de 'Criminal'. La serie original de Netflix, estrenada en septiembre, ha reinventado, a su manera, el género policíaco, en especial, desde el punto de vista de la producción. Diseccionamos con bisturí esta nueva propuesta, cuya arriesgada fórmula, enriquecida con un elevado nivel de guion, interpretación y dirección, puede servirle al gigante del 'streaming' para conquistar más cuotas en el mercado europeo.
Dos nombres se repiten en los títulos de crédito de los capítulos que conforman la primera entrega de 'Criminal'. Son los de los 'showrunners' Jim Field Smith y George Kay; escritor de un par de historias de 'Killing Eve', una de las sorpresas de la pasada temporada. Ellos son los creadores y productores ejecutivos de esta nueva serie antológica, que presenta una trama autoconclusiva en cada episodio. En total, se han rodado doce, agrupados en cuatro 'minipacks' de tres historias; y otros tantos idiomas, producidos por equipos técnicos y artísticos de cuatro países europeos: España, Francia, Reino Unido y Alemania. Este tándem creativo se ha encargado de supervisar, a escala internacional, este proyecto transfronterizo. Pese a la originalidad del formato y su innovadora producción, no ha pasado desapercibido un hecho. Resulta que guarda grandes similitudes con 'La sala' (2019); una serie de la FORTA -disponible también en el catálogo de HBO-, rodada en Canarias y protagonizada por Francesc Garrido y Goya Toledo. Buena parte de la acción principal de ese 'thriller' transcurre en una sala donde se interroga al inculpado que, en este caso, es un policía.
Aunque pudiera parecer que la apuesta elegida para desarrollar 'Criminal' supondría un gran despliegue de producción e innumerables 'sets' de rodaje dispersos por buena parte de la geografía europea, la realidad de esta ficción es bien diferente. Uno de sus rasgos característicos es que esta primera temporada se ha rodado íntegramente en un único escenario: una sala de interrogatorios y los espacios adyacentes donde los crímenes se investigan con lupa. La verdad se resiste a salir a la luz en ese lugar, en el que los sospechosos, sus letrados y los policías que les tratan de poner contra las cuerdas se baten en un duelo psicológico en el mejor estilo del dramático juego entre el gato y el ratón. Este escenario, que juega un papel fundamental en la estructura de la ficción, se construyó en el nuevo Production Hub de Netfix en la Ciudad de la Tele de Madrid.
El único desahogo que tienen los actores y los espectadores para poder salir de ese claustrofóbico y minimalista espacio se sitúa al otro lado del espejo o en el pasillo, donde los agentes comparten sospechas e intimidades mientras apuran un café. Estas premisas contribuyen a que 'Criminal' se haya sustentado sobre mimbres muy teatrales como ese escenario, los largos textos e incluso la grabación en orden cronológico. Como nota curiosa, cabe destacar que Carmen Machi, Álvaro Cervantes y Jorge Bosch grabaron del tirón una toma de cuarenta minutos que permitió, según los actores, que el racord emocional y la intensidad de la interpretación se multiplicaran por mil. El hecho de que haya una cámara registrando toda la acción no hace que esta ficción pierda su indiscutible y puro valor teatral.
Los críticos más aviesos adjudicaban, hace unos años, el término despectivo 'europudding' a películas financiadas por varios países, con actores de diversas nacionalidades y personalidad de ningún sitio. El caso de 'Criminal' es bien distinto. La opción elegida por sus creadores permite que los espectadores disfruten de cuatro series independientes, con evidentes nexos en común, y con estrellas en el reparto conocidas en sus respectivos países y, en algunos casos, más allá de sus fronteras; que funcionan como un buen reclamo para captar la atención de la potencial audiencia. En esta apuesta, por tanto, destaca la importancia que se le ha concedido al casting. De hecho, el 'invento' hubiera sido insostenible sin el concurso de unos actores más que solventes en sus papeles, que han brillado gracias a textos potentes con grandes líneas de diálogo.
Es el caso de Carmen Machi, Inma Cuesta y Eduard Fernández. Ellos son los protagonistas, y a la postre, sospechosos de cada uno de los episodios 'made in Spain'. Pero esas figuras capitulares no están solas en esta tarea. Les acompañan los actores y actrices que se meten en los zapatos de los personajes fijos. Unos sobresalientes Emma Suárez, como la audaz inspectora jefe; además de Álvaro Cervantes, Jorge Bosch y José Ángel Egido, entre otros miembros del reparto. Sus soberbias actuaciones no han pasado desapercibidas; ni tampoco las de sus colegas de otros elencos. En el conjunto de los doce episodios, sobresalen las inspiradas interpretaciones de la alemana Nina Hoss ('Homeland'), la francesa Nathalie Baye y dos de los rostros internacionales más conocidos: los de los británicos David Tennant ('Good Omens', 'Broadchurch', 'Doctor Who') y Hayley Atwell ('Agente Carter').
Todos los capítulos tienen una estructura similar: se basan en un intenso interrogatorio en el que los inspectores y los agentes encargados de cada investigación juegan con la astucia, la inteligencia, las triquiñuelas y la manipulación -aliñada con algunos ejemplos de corrupción y mala praxis- con el objetivo de resolver los casos. Eso sí, el toque de distinción lo ponen también los directores elegidos en cada país. En el caso de España, los tres episodios están realizados por Mariano Barroso, que ha logrado una magistral dirección de actores en la que todo encaja a la perfección. Esas historias son fruto de la colaboración entre Manuel Martín Cuenca y Alejandro Hernández, que ya habían trabajado juntos en 'El autor' y 'Caníbal'. El proyecto alemán, por su parte, ha contado con otro autor de relumbrón: Oliver Hirschbiegel, director de la aclamada 'El hundimiento'. Frédéric Mermoud ('Les Revenants') ha llevado la batuta de la tanda francesa, mientras que Jim Field Smith, uno de los creadores de la serie, ha dirigido los tres capítulos rodados en inglés que, visto el conjunto, parecen los más flojos.
El recurso empleado para desarrollar 'Criminal' brinda la posibilidad de analizar la globalización de las historias y, al mismo tiempo, permite observar la singularidad de cada país al abordarlas. Ese rasgo diferencial se esconde en los pequeños detalles. Y para muestra, un botón. Si a los policías ingleses les da por tomar té; los españoles desayunan churros mientras observan cómo sus compañeros aprietan las clavijas a una sospechosa. Porque, al fin y al cabo, ellos también son testigos de lo que ocurre en la sala de interrogatorios, donde cada historia va envolviendo al espectador en un clima oscuro e intrigante. La tensión va al alza, mientras los personajes crecen, sirviéndose únicamente de armas dialécticas y psicológicas, hasta alcanzar un clímax que, en muchos casos, resulta sorprendente.
De igual modo, los cuatro equipos técnicos y artísticos implicados han podido desarrollar sobre el mismo espacio, cerrado y claustrofóbico, y bajo las mismas pautas, sus propios relatos y personajes en una nueva vuelta de tuerca de la narrativa criminal. En las dinámicas entre los miembros de las unidades policiales juegan, además, un papel importante ellas. Porque uno de los elementos que llaman la atención de la ficción es que cuatro inspectoras son las jefas. Con la contribución de estas mujeres y del resto de los miembros del reparto se logra que cada 'miniserie' encuentre su propia voz en las historias que cuenta. En algunos casos, relacionadas con hechos reales de la memoria colectiva -se alude, por ejemplo, al pasado de las dos Alemanias o al atentado de la sala parisina Bataclán-, o con el costumbrismo. En cualquier caso, 'Criminal' en su conjunto nos ofrece historias convincentes que, eso sí, dejan espacio al factor sorpresa y nos ponen de relieve que, en el fondo, los europeos somos tan iguales… y tan diferentes.
La primera temporada de 'Criminal' está disponible en Netflix.
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