Roman Polanski, juzgado en París por difamar a una actriz británica que le acusó de violación

El caso despertó una gran expectación mediática, ya era la primera vez que Polanski era juzgado en Francia. El juicio era por difamación, no por la presunta violación, cuyos hechos habría ya prescrito cuando Lewis los denunció.

«La difamación fue mucho peor que la violación», aseguró Lewis en una entrevista con el diario Le Parisien «Si está tan seguro de que miento, ¿por qué no me ha denunciado él a mí por difamación?», se preguntó Lewis.

«El día que conocí a Polanski me dijo que tenía necesidad de conocer por completo a su actriz y que, si no era lo suficientemente madura para acostarme con él, no era lo suficientemente madura para el casting», explicó la actriz a Le Parisien.

La actriz considera que, tras acusar a Polanksi de violación, ha sido víctima de una campaña de desprestigio. Esto le ha provocado estrés postraumático, una depresión nerviosa y que la hayan puesto, según ella, en «la lista negra» como actriz. «Sólo quiero lavar mi nombre, por mi hijo y sus futuros hijos», añadió.

Lewis, de 56 años, acusó en mayo de 2010 a Polanski de haberla violado en 1983 cuando ella tenía 16 años en su apartamento en París durante un casting para la película «Piratas». Polanski, de 90 años, calificó en 2019 en una entrevista con la revista Paris Match las declaraciones de Charlotte Lewis de «mentiras odiosas» y subrayó las «contradicciones» de la actriz. Lewis confesó en 1999 al tabloide News of the World que se había prostituido a los 14 años y que deseaba convertirse en la amante de Polanski, lo que ahora niega.

El director de «Chinatown», «La semilla del diablo» y «El pianista» ha sido acusado a lo largo de su carrera por varias mujeres de violación y agresiones sexuales. El caso más famoso que le persigue desde hace décadas es el de la estadounidense Samantha Geimer, que le acusó de haberla drogado en 1977 para abusar de ella cuando tenía 13 años.

Polanski se declaró culpable de abusos de menor en el caso Geimer, pero cuando estaba a punto de entrar a prisión, huyó del país y se refugió en 1978 en Francia. A pesar de que su víctima le ha perdonado, el director no viaja a países donde corra el peligro de ser extraditado a Estados Unidos, para evitar así ser encarcelado.