'Patrick Melrose', pijo, drogadicto y depresivo

Benedict Cumberbatch interpreta al personaje -dicen que semiautobiográfico- desarrollado por el escritor inglés Edward St Aubyn y cuya obra completa ha sido adaptada en los cinco episodios televisivos. Si todo comienza con un catálogo de adicciones, éstas solo son la boca del infierno, el inicio de una decadencia que se agranda con la enfermedad mental, la depresión y las tendencias suicidas. A pesar del camino pedregoso lleno de claroscuros nunca abandona el humor ácido, ni siquiera a la hora de abordar los traumas de una dura infancia marcada por los abusos. Son las consencuencias de estos, personificados en la soledad y la insoportabilidad vital, los elementos que guían la exploración por su historia.

La serie no es pretenciosa ni compleja. Y quizá sea ahí donde radique su capacidad para dejarnos sin pestañear desde su primera escena. Los flashback que describen los horrores de la infancia de Patrick nos hacen precipitarnos sin miedo por la montaña rusa de emociones e hilaridad. ¿Y esperanza? No, de eso no hay nada. Y eso no es fácil, el espectador fuera de la zona de confort a pesar de la simplicidad estructural.

Patrick Melrose se burla de sí mismo en su búsqueda de sustitutivos a la adicción. Ni el dinero, ni las fiestas ni el sexo. El cruel tiempo pasado como metáfora de una historia del tiempo presente de la que es imposible escapar.

Nada es inalterable ni los oscuros rincones de la infancia donde empezó todo. Ni el odio hacia su padre muerto. Ni la creciente angustia que traslada la magistral intepretación de Benedict Cumberbatch, nominado al Premio Emmy por este papel, vive ajeno a ello. Una hoja de éxitos a la que no son ajenos la direcicón de Edward Berger ('Deutschland 83') ni los secundarios Jennifer Jason Leigh o Hugo Weaving.

'Patrick Melrose' es tan trágica e irritante como hilarante y glamourosa, un cocktail de drogas que genera adicción.

La miniserie 'Patrick Melrose' puede verse semanalmente a través de Sky España desde el 18 de septiembre de 2018.