Gervais, 'woke'

Gervais saca punta al lenguaje de la izquierda 'woke'. Bromea con que en su perfil de Twitter va a añadir «antifascista» y «queer», término que de ser gay ha pasado a significar «hombre hetero que desea llamar la atención». Si no te escandaliza que presuma de tirar de la cadena de sus nueve baños por diversión «para que dentro de cuarenta años Greta Thunberg cague por una ventana», lo harán sus gestos imitando a un niño que masturba a un adulto. Gervais, barriguita, eterna camiseta negra, suelta la barbaridad y sonríe como si acabara de ser pillado en una travesura.

El cómico interpreta un personaje, como recuerda mientras reflexiona sobre el uso del término 'disabled' (discapacitado) o las denuncias de la apropiación cultural. Lo más divertido y sangrante llega al final de la hora de show, cuando lee las preguntas que se ha encontrado en una página web real, doesthedogdie.com, una base de datos de películas que informa sobre si un animal sufrió daños en el rodaje. Ningún guionista hubiera imaginado que existe gente tan idiota capaz de interesarse por si en 'La lista de Schindler', testimonio del Holocausto, aparece algún animal abandonado o se profieren insultos transfóbicos. Sentido común frente al wokismo más estúpido.