'María by Callas', la más grande

'Maria by Callas' bucea en la personalidad de la diva por excelencia del bel canto. Lo hace a través de un sinfín de material inédito recuperado por el director Tom Volf a lo largo de tres años.La viejas fotos familiares dan paso a películas en Super 8 y 16 milímetros que muestran la intimidad de la cantante, sus momentos de asueto en el yate 'Cristina' de Onassis y su soledad en el piso de la parisina Avenida Georges Mandel, donde morirá a los 53 años de un ataque al corazón. El filme descubre grabaciones clandestinas hechas por aficionados en el Metropolitan y la Scala de Milán.

Todo el material ha sido restaurado y coloreado. Volf tiene además el buen gusto de dejar completas las arias y canciones.«Para mí cantar no es un acto de orgullo, sino un intento de alcanzar el cielo, donde todo se halla en perfecta armonía», defendía Maria Callas. Nacida en Nueva York, hija de inmigrantes griegos, a los ocho años ya recibía clases de piano animada por una madre que quiso ver triunfar a su hija a toda costa. Tras la separación de sus padre, la pequeña Maria se instala en Grecia y abandona los estudios para ingresar en el conservatorio de Atenas. Allí tendrá como profesora a la española Elvira de Hidalgo, cuya influencia marcará toda su vida.

La actriz francesa Fanny Ardant, que encarnó a la soprano en la obra teatral 'Master Class' y la película 'Callas Forever', lee en el filme las cartas que la cantante le enviaba a su maestra.

En 'Maria by Callas' se suceden las actuaciones que dejan sin aliento y las llegadas a aeropuertos de la mayor estrella de su tiempo. Sus abandonos en plena representación, el vacío que le hizo el Metropolitan durante años, van agriando el perfil de una mujer triunfadora que no fue feliz.

El mayor golpe de su vida lo recibió cuando su gran amor, Aristóteles Onassis, se casó con Jackie Kennedy. Después, el magnate griego volvería con ella. «Mi aventura con Onassis fue un fracaso, mi amistad con él fue un éxito», reflexiona Callas en una de las entrevistas que salpican el documental.

Acosada por la prensa, la soprano se fue volviendo cada vez más esquiva, alejándose de unos escenarios que la veneraban. Fue una mujer libre, que se tranformó físicamente hasta convertirse en un ideal de belleza, capaz de renunciar a la ciudadanía estadounidense por amor y de anteponer su carrera a una familia. También la protagonista de un tiempo irrepetible, en el que arte y glamour iban de la mano y que la película refleja a la perfección.

«Maria Callas tuvo el apodo de divina durante mucho tiempo porque es cierto que tenía algo del orden de lo divino», sostiene Tom Volf. «Por supuesto que sólo era humana, pero en su arte había magia, algo que va más allá de la perfección puramente vocal». En su funeral, sonó el preludio del tercer acto de 'La traviata' y volvió a escucharse «¡brava!».