8 lecciones que hemos aprendido en 2018 con las series
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Títulos como 'Killing Eve', 'Fariña' o 'El asesinato de Gianni Versace' han destacado en lo que va de añoAunque las series no descansan en verano (en esta época del año el consumo se mantiene y eso anima a las principales cadenas a estrenar nuevos títulos) sí es un buen momento para hacer balance de todo lo visto en los últimos meses. 2018 será ... el primer año en mucho tiempo sin 'Juego de Tronos', el de segundas temporadas de producciones tan exitosas como 'El cuento de la criada' y 'Westworld', el del fin de 'The Americans' y el del despertar de la ficción nacional, que se ha mostrado más variopinta que nunca. He aquí algunas lecciones aprendidas viendo series en estos meses.
1
El consejo se lo da Villanelle -la psicópata- a Eve -la que persigue a la psicópata- en uno de los encuentros que ambas tienen en el juego del gato y el ratón que se establece en la serie basada en las novelas de Luke Jennings, 'Killing Eve'. Con ella (ya pasó con Dexter o con Hannibal) los espectadores volvimos a sentirnos fascinados por el mal y a solidarizarnos con el antihéroe.
2
Lo importante es jugar, intentarlo, participar. Y TNT lo hizo con un título llamado a ir ganando adeptos con el paso del tiempo, puesto que su emisión no ha movido grandes audiencias. De momento los Emmy la han obviado pero todavía quedan palmarés que sepan reconocer el mérito de 'Counterpart'. JK Simmons hace una alucinante interpretación doble en una historia de espias sobre un agente que descubre que la agencia para la que trabaja está ocultando una puerta de acceso a una dimensión paralela. ¿Y si todos tuviésemos un alter ego en alguna parte?
3
La Biblia se puede interpretar de muchas maneras y si no nos convence siempre podemos modificarla a nuestro favor. Y si no que se lo pregunten a Ma Anand Sheela, la secretaria personal de un gurú indio, líder de una secta, que estableció en un pueblo estadounidense que observó con temor su llegada. Netflix volvió a triunfar con el género del documental, y con el 'true-crime' en particular. El estilo estrambótico de los protagonistas de 'Wild wild country' nos hizo olvidar que en realidad se trataba de una trama real y de un modus operandi que sigue lavando mentes en todo el mundo. Ninguno de los protagonistas mostraron arrepentimiento por sus acciones.
4
Sito Miñanco fue detenido en febrero en una gran operación antidroga. Sito Miñanco fue protagonista de un libro cuya publicación fue secuestrada por la denuncia de un exalcalde del PP. Sito Miñanco fue el inspirador de una de las mejores series españolas vistas en los últimos años y que demostró que la televisión en abierto (en este caso fue Antena 3) tiene mucho que aportar en el impulso que necesita el audiovisual patrio. 'Fariña' abrirá muchas puertas. De momento, tras su emisión el canal ha decidido que a partir de ahora sus producciones de ficción durarán 50 minutos. Es un gran avance.
5
La peste era un símbolo. Alberto Rodríguez lo tuvo claro a la hora de dirigir su primera serie para Movistar, la ficción española con mayor presupuesto de la historia. Estaba ambientada en el siglo XVI pero hablaba de problemas de hoy en día, como la corrupción, el populismo y el terror dirigido. La plataforma abrió la puerta a cineastas (Mar Coll, Cesc Gay, Mariano Barroso) para que trasladasen su universo cinematográfico a la televisión. Los resultados fueron irregulares, pero se exploraron nuevas narrativas y eso es una buena noticia.
6
La frase la dijo Gianni Versace, eje de la nueva temporada de 'American Crime Story', la ficción basada en crímenes reales firmada por Ryan Murphy. En realidad el diseñador era la excusa para hablar de su asesino, Andrew Cunanan, con el que se exploró en el problema de aceptarse a uno mismo y que sirvió para plasmar la homofobia latente que imperó en los años 90. La frase, no obstante, viene muy bien para hablar de algunas mujeres que han demostrado su valía en las series de este año, entre otras, Penélope Cruz, que interpretó a la hermana de Versace.
7
Dolores despertó y se rebeló contra el mundo. Ese era el leitmotiv de la segunda temporada de 'Westworld', que regresó a HBO para cumplir la expectativas creadas tras la primera temporada (hay que recordar que venía a ser la gran sustituta de 'Juego de Tronos'). Los nuevos capítulos resultaron menos inspirados que los de 2016 y la historia se atascó y no avanzó todo lo que se esperaba. Es lo que sucede con las segundas partes, que a veces no son todo lo valientes que deberían. Es algo que le ha pasado también a 'El cuento de la criada'.
Volvió Paquita Salas. Esta vez lo hizo en Netflix. La plataforma se ha fijado en la producción española y se ha convertido en su gran aliada, tanto que abrirá incluso sede europea en Madrid. Fichó a Álex Pina para rodar sus propias series, convirtió en fenómeno 'La casa de papel' y ofreció nueva temporada de 'Las chicas del cable'. Y mientras tanto Paquita, hasta el coño, para dando lo mejor de sí. Y siendo la voz de los Javis, que representan a una generación cada vez más grande.
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