Gloria Grahame, mucho más que 'la chica del gánster'

Fue una diva de cine atípica, espontánea, vital y directa, que apenas concedió entrevistas, que esquivó las rígidas normas del Hollywood de los 50 y que se manejó a su aire tanto en su vida como en su carrera. Gloria Hallward (Los Ángeles, 1923) nació en el mundo del cine, literalmente. De madre era actriz y profesora de teatro, su inicio artístico tenía que ser en las tablas.

Mientras trabajaba en los escenarios de Broadway, fue contratada por la productora MGM, empezando a trabajar en el cine, debutando con 'Blonde Fever' (1944) junto a Phillip Dorn y Mary Astor interpretando a una vampiresa. Con posterioridad intervino en una película protagonizada por la pareja Spencer Tracy y Katharine Hepburn, 'Sin amor' (1945), alcanzando la fama por su papel secundario en la obra maestra de Frank Capra 'Qué bello es vivir' (1946).

Hollywood pronto la encasilla en el cine negro, interpretando casi siempre personajes de mujeres frívolas, prostitutas o como la amante del gánster. En esa etapa protagonizó muy buenas películas como 'Encrucijada de odios' (1947) de Edward Dmytryk, o 'En un lugar solitario' (1950), un film dirigido por su marido en aquellos momentos, Nicholas Ray. Logra el Oscar a la mejor actriz secundaria en 1952, por su interpretación en 'Cautivos del mal', de Vincente Minnelli.

Gloria Grahame era una mujer que solía aparecer en pantalla con una imagen firme y sensual, siendo en realidad de personalidad bastante insegura. En los 50 intervino en películas como 'El mayor espectáculo del mundo' de Cecil B. DeMille, 'Los sobornados' de Fritz Lang, 'Deseos humanos', también de Lang, 'La tela de araña', de nuevo con Minnelli de director, 'No serás un extraño', el primer largometraje de Stanley Kramer, u 'Oklahoma', un western musical dirigido por Fred Zinnemann en el que Gloria cantaba con su propia voz.

A partir de mediados de la década de los 50 la carrera en el cine de Gloria Grahame declinó, en parte debido a los malos resultados de una operación quirúrgica en un labio, lo que provocaba que hablase como si hubiese bebido. En la década de los 60 Grahame se mantuvo muy activa en la escena, pero prácticamente abandonó el cine. Desde el comienzo de la década siguiente hasta principios de los 80, Grahame tendría una actividad en Europa, representando varias obras de teatro en Inglaterra, y en películas europeas, entre ellas en la española 'Tarots' (1973), a las órdenes de José María Forqué, junto a Sue Lyon y Fernando Rey, rodada en localizaciones de la costa levantina, en donde daba vida al ama de llaves y antigua amante de un multimillonario ciego (Fernando Rey), que observa con despecho todos sus movimientos. La crítica de ABC hablaba de una Gloria Grahame 'envejecida, afeada demasiado rápidamente'.

Gloria Grahame estuvo casada en cuatro ocasiones. En 1948 con el actor Stanley Clemens, que la maltrataba. Antes de recoger el Oscar había tenido una fuerte discusión con él. Por eso cuando subió a recoger la estatuilla se limitó a decir 'muchas gracias', sin pronunciar más palabras. Su segundo marido fue el director Nicholas Ray.

En 1952 Gloria se divorcia de Ray y contrae matrimonio con el escritor Cy Howard, con quien permanece hasta 1957. En 1960 se casa con su hijastro (hijo de Nicholas Ray), Anthony Ray, enlace que no favoreció a su imagen pública. En 1976 Anthony y Gloria terminan divorciándose. Gloria Fue madre de cuatro hijos. En 1981, a Gloria Grahame se le diagnosticó un cáncer de estómago, pero ella rechazó el resultado del diagnóstico, y viajó a Inglaterra para proseguir con su actividad profesional en el teatro. Una vez allí, su salud se deterioró rápidamente. Pidió que llamasen a Peter Turner, un aspirante a actor al que doblaba la edad, que la llevó a su casa y junto a su familia cuidó de ella, siendo trasladada finalmente a Estados Unidos por uno de sus hijos. En el vuelo de regreso, agonizó.

El piloto pidió que en aeropuerto de Nueva York les esperase una ambulancia, que trasladó a la actriz al hospital donde falleció tres horas después, el 5 de octubre de 1981, a los 57 años de edad.

Su primera nominación al Oscar. Cine negro cien por cien junto a Robert Mitchum.

Un melodrama con trasfondo criminal junto a Maureen O'Hara y Melvyn Douglas.

Un thriller con Humphrey Bogart, quien quedó prendado de Gloria.

La película por la que obtuvo su Oscar como mejor actriz secundaria. Un asfixiante melodrama con Kirk Douglas, una amarga reflexión sobre el Hollywood de la época

Con Glenn Ford y Lee Marvin con la famosa escena en que este arroja una taza de café hirviendo al rostro de Grahame. Puro cine negro.

Pasiones desatadas en una libre adaptación de 'La bestia humana', de Zola, acompañada de Glenn Ford.