'La forma del agua', una oda a la excentricidad con mensaje

La esperada nueva apuesta del director de la premiada 'El laberinto del fauno' gustó mucho a la audiencia congregada en un evento dedicado por entero al cine fantástico, género que vuelve loco al realizador y guionista mexicano, amante de la cultura popular, el cómic y clásicos del cine de culto.

De hecho, su nuevo retoño es un canto de amor a su pasión por la fantasía, una oda a la excentricidad que opta a trece nominaciones en los Oscar que incluyen mejor película, director y actriz principal para Sally Hawkins, genial en su papel de conserje muda que trabaja en un laboratorio gubernamental en 1963, en plena Guerra Fría, donde se enamora de una extraña criatura marina encerrada en las instalaciones.

León de Oro en Venecia, donde emocionó a la audiencia, se alzó con dos Globos de Oro: mejor director y banda sonora original. Las expectativas son inmejorables para un filme que remite inevitablemente a 'La mujer y el monstruo', magno título de los años 50 obra de Jack Arnold. No se ha librado de ser acusada de plagio por algunos agoreros, uno de los deportes en auge en las redes sociales.

La polémica en la que se ha visto envuelto el responsable del salto de Hellboy de las viñetas a la gran pantalla pasa por un cortometraje holandés, 'El espacio entre nosotros', presentado en 2015, y una película rusa de los años 60, 'El hombre anfibio'. Del Toro no ha tardado en despejar dudas sobre su inspiración, afirmando que el proyecto nació en 2011 y desconoce las cintas citadas.

Del Toro no oculta sus influencias en todo lo que firma, no es difícil comprobar que su imaginería atiende a un batiburrillo de filias de índole fantaterrorífica. 'La mujer y el monstruo', que dio pie a un icono fundamental del género, estaba mucho antes de todo lo mentado como posible plagio.

Además, ya trató la imagen de una criatura marina en 'Hellboy'. El personaje de Abe Sapien, compañero de aventuras del demonio rojo creado por Mike Mignola en una serie de tebeos de referencia, está interpretado por Doug Jones, el mismo actor que encarna a la criatura anfibia de la cual se enamora la protagonista en 'La forma del agua'.

El cineasta galo Jean-Pierre Jeunet también ha denunciado las posibles similitudes entre alguna escena de la aclamada película y 'Delicatessen', llamativa ópera prima que pergeñó junto a Marc Caro a principios de los años 90, por otra parte otro ejemplo de un sabio compendio de homenajes. Del Toro le ha contestado raudo: 'Se lo debemos todo a Terry Gilliam'.

Aires de 'Amelie' también emanan de lo último del artífice de la estética 'La cumbre escarlata', pero pierden presencia una vez echa a andar la historia, una revisitación de 'La bella y la bestia' que reivindica lo diferente, lo extraño ante la dictadura de la normalidad, con algunas secuencias memorables desde un punto de vista técnico y artístico.

Es un cuento para niños grandes, una fábula romántica evocadora, repleta de ternura, nada estomagante, que no sólo se toma su tiempo con el ser mitad pez mitad humano y su pretendienta, también celebra la diversidad ante los ojos del espectador medio con una retahíla de personajes entrañables que pueblan una fantasía con mensaje que se mira en el cine clásico, probable razón por la cual se le han abierto las puertas de los galardones más mediáticos del séptimo arte, en un momento en el cual el género fantástico se cobra su merecido prestigio.