Cesc Gay atrapa con 'Félix'

A su sombra y más adelante otras empresas consiguieron su sello propio y que se las distinguiese por el riesgo o modelo de sus series. Esta introducción viene a propósito de 'Félix', el título que Cesc Gay ha preparado para Movistar y que, tras verlo, a uno le da por decir: esta serie únicamente la podría realizar esta emisora.

¿Es bueno o es malo esto? Es significativo, nada más. Y da cuenta de la singularidad del nuevo título de la plataforma, que viene a unirse a 'La Peste', 'Vergüenza' o 'La zona', entre otros títulos estrenados por este canal. Pero el de Gay es particular. Está a caballo entre el misterio y el surrealismo y cuesta adaptarse al tono. Durante todo el primer capítulo uno no sabe si aquello va en serio o es una tomadura de pelo. Hasta el propio Leonardo Sbaraglia genera dudas con su interpretación. ¿Está exagerando por demás? Se pregunta uno al verlo. Por todo esto es lógico que 'Félix' divida. O entras en su mundo o no. O decides creértela o no. O te dejas llevar o no.

Yo decidí que sí, que el juego de Cesc Gay me convencía y que quería ver hasta dónde me llevaba. Me subí al tren del director de películas como 'En la ciudad' o 'Truman'. El espíritu de Gay está, aunque este se distingue mucho de otros trabajos de este autor, que se caracteriza por describir como pocos el universo masculino y las peleas para sobrevivir ante lo cotidiano. En este último punto difiere 'Félix', porque a menudo parece que esos personajes y esa trama en lugar de desarrollarse en Andorra se ubica en un mundo o realidad paralela.

Pero hay otros rasgos del cineasta fácilmente reconocibles, como el sentido del humor, presente en las seis entregas de las que consta la ficción. El tren, en definitiva, llega a buen destino. 'Félix' te atrapa. Su búsqueda es tu búsqueda. Su sorpresa es tu sorpresa. Su entusiasmo es tu entusiasmo. 'Félix' contagia.

Cesc Gay no es un debutante en televisión, aunque estemos, sin duda, ante el proyecto más ambicioso con el que se ha topado en este medio. Antes había ideado y dirigido 'Jet Lag', una comedia de situación sobre cinco mujeres en la treintena. Puesta en marcha con la compañía T de Teatre la ficción giraba en torno a unas azafatas de vuelo que compartían piso. Además Gay fue guionista de 'Polar' y 'La Riera', aunque su popularidad se lo haya dado su carrera cinematográfica, plagada de premios y reconocimientos.

'Félix' fue un folio en blanco. Movistar lo llamó y le pedió que hiciera lo que le diera la gana. Y de ahí salió la historia de un escritor cuya vida se trastoca tras conocer y pasar la noche con una mujer asiática, que desaparece enigmáticamente. Enamorado, él decide tratar de localizarla y saber de verdad quién es. En el camino irá topándose con datos que no esperaba y que no dejarán de desconcertarle.

Leonardo Sbaraglia se pone al frente de este proyecto dando vida a un hombre ingenuo y apasionado, de esos que no ocultan doble fondo y que todavía son capaces de entusiamarse por razones nimias. Su escudero en la búsqueda es un terrenal Pere Arquillué, que le ofrece el contrapunto perfecto. Mi Hoa Lee, casi debutante, sorprende por su frescura y magnetismo (sale poco, pero cuando sale llena). Hay algo de 'Fargo' (quizá es el tipo de personajes o el paisaje) en esta serie que, ahora mismo, solo podría hacer en España Movistar. Vamos por el buen camino.