Noche de bodas 'En la playa de Chesil'

El propio autor firma el guion de esta adaptación dirigida por Dominic Cooke, que arranca en la playa homónima cercana a Dorset, al sur de Inglaterra, en la que el mar lame los guijarros mientras los dos protagonistas se disponen a acostarse por primera vez.

Estamos en 1962, cuando comienza a escucharse por la radio a Elvis y Chuck Berry, aunque 'El amante de Lady Chatterley' sigue prohibida y los Beatles todavía no han lanzado su primer LP. Florence es lista, resuelta y ama la música clásica por encima de todas las cosas. Su padre es un próspero hombre de negocios y su madre vive obsesionada por las apariencias. Edward sabe que no podrá ir a Oxford ni Eton por su clase social. Además, sufre a una madre que quedó demente después de que la portezuela de un tren le golpeara la cabeza.

Una luminosa Saoirse Ronan y un inquietante Billy Howle dan vida a esta pareja que se quiere, pero a la que nadie ha enseñado cómo comportarse en una cama.

'En la playa de Chesil' está construida a base de flashbacks que saltan de la noche de bodas a cómo se conocieron los protagonistas y evolucionó su relación. McEwan no solo habla de sexo, sino de una época de cambio en la que todavía las convenciones y el clasismo pesaban demasiado. El ritmo moroso, la sabia utilización del paisaje y la entrega de los dos actores solo se ven lastrados por un epílogo facilón y pedestre, ausente en la novela.