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Los ecos de muchas películas resuenan cuando vemos 'Wolfgang'. Russell Crowe como John Nash en 'Una mente maravillosa', aferrado a su inteligencia en las matemáticas ... para pelear con la esquizofrenia que padecía; Dustin Hoffman recogiendo su segundo Oscar balbuceando como en 'Rain Man', poseido todavía por el personaje; el chaval superdotado de 'En busca de Bobby Fischer', que despertaba a la vida sobre un tablero de ajedrez...
Wolfgang, claro está, se llama así por Mozart. El nombre fue el capricho de una madre pianista que decidió criarlo sola, sin contar con el padre. Pero cuando ella muere, el chaval, de 10 años y con un coeficiente intelectual de 152, se ve obligado a irse a vivir con su progenitor biológico, un actor sin demasiada suerte que tiene que conformarse con el papel de camarero en una serie.
Wolfgang tiene trastorno del espectro autista (TEA). Lo suyo es la rutina y las listas. Nada que ver con su padre, que es más bien un desastre doméstico y jamás ha cuidado de un crío; como en 'Kramer contra Kramer'. El sueño de Wolfgang es entrar en la escuela de música Grimald de París, donde estudió su madre. No sólo se siente seguro entre partituras, sino que está dispuesto a todo para ser el mejor pianista del mundo.
Javier Ruiz Caldera ha demostrado su talento para la comedia y la taquilla en títulos como 'Spanish Movie', 'Tres bodas de más', 'Anacleto: agente secreto' y 'Superlópez'. Ahora se mueve en el territorio del cine familiar, de la 'feel good movie', de la mano de un actor con el que ha trabajado antes en dos películas: Miki Esparbé. El niño, Jordi Catalán, se impuso en un casting a otros 700 candidatos.
'Wolfgang', en salas el 14 de marzo, es también la primera cinta en catalán de Ruiz Caldera, por lo que conviene ver la versión original y no la doblada al castellano por los mismos actores, que será por desgracia la mayoritaria en los cines. Basada en la novela homónima, de Laia Aguilar, la cinta adopta un tono amable, sin hurgar en el drama ni desarrollar el trastorno del chaval. Es una de esas películas donde los escenarios son bonitos, todos viven en pisos preciosos y parte de la acción transcurre en un París de músicos callejeros y cafeterías chic.
Ruiz Caldera rodea a la pareja protagonista de actores carismáticos como Àngels Gonyalons, Anna Castillo y un Berto Romero encargado del alivio cómico. Quizá el nombre de Ruiz Caldera haga esperar más risas de las que 'Wolfgang' provoca. En cualquier caso, el director cumple con un material proclive al sentimentalismo y reserva un gag para la escena postcréditos protagonizado por el mismísimo J.A. Bayona.
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