«Para Superlópez un gran poder conlleva un gran marrón»
Cartelera ·
Borja Cobeaga y Diego San José dibujan al superhéroe como un españolito medio al que sus padres le recomiendan que se abrigue cuando vuela a la estratosfera: «Nunca habíamos tocado la normalidad, que es más complicado que la figura del perdedor»
Borja Cobeaga (San Sebastián, 1977) conoció a Diego San José (Irún, 1978) haciéndole una entrevista de trabajo. Corría 2003 y el director de 'Vaya semanita' necesitaba guionistas. Juntos escribieron los guiones de 'Pagafantas', 'No controles' y '8 apellidos vascos', cuyo éxito les pilló trabajando en ... la adaptación al cine de los tebeos de Superlópez. Telecinco Cinema vuelve a confiar en la pareja de cineastas vascos para una de las apuestas más fuertes del año, la crónica de las hazañas del superhéroe patrio por excelencia, más preocupado por llegar a fin de mes como mileurista que por salvar el universo.
Dani Rovira se enfunda el traje de Superlópez –arreglado por su madre– y el director Javier Ruiz Caldera vuelve a llevar al cine a otro mito del tebeo tras su estupenda 'Anacleto: agente secreto'. Cobeaga y San José desmenuzan una película que trata de fundir los universos de Marvel y Bruguera.
– Les interesaba la doble faceta de perdedor del protagonista, en su vida cotidiana y como superhéroe.
– Borja Cobeaga: Clark Kent tiene un lado cutre y Superman uno molón; Juan López es un perdedor y Superlópez un superperdedor. No tiene escapatoria de ninguna de las maneras. Lois Lane está enamorada de Superman y a Clark Kent lo tiene como un amigo al que no hace ni caso, mientras Jan revertía eso en los tebeos: para Luisa Lanas, Superlopez es una medianía y Juan es adorable. Eso marca la idea posterior del éxito y el fracaso, la admiración de lo mediocre y la defenestración de lo excelente.
– Diego San José: Borja y yo nunca habíamos tocado la normalidad, que es algo más complicado que la figura del perdedor. Un oficinista de grado medio, con sueldo medio y una vida gris. Nos parecía un perfil curioso, porque la comedia siempre se fija en el perdedor nato. Jan tiene una palabra maravillosa: medianía. Alude a un país, a un carácter. Sí, en este país ha habido una confabulación para no hablar del mediocre.
– Es un superhéroe a su pesar, preocupado por quién le va a dar de alta en la Seguridad Social cuando emprenda una aventura intergaláctica.
– D.S.J: Juan López es un cinco en la vida, y eso es lo mejor para pasar desapercibido. A los cuatro años ya estamos programados para machacar al repetidor y al empollón. Si sacas un cinco puedes crecer tranquilo.
– B.C: Él está preocupado por sus horarios, por su rutina. Sus padres le han inculcado desde pequeño el no destacar y permanecer en segundo plano. Al principio de la película, cuando es un bebé lanzado al espacio desde el planeta Chitón, aterriza en España en vez de en Estados Unidos, y eso lo cambia todo. Se mete 30 años muy cómodo en la masa gris hasta que le llega la putada de tener que destacar. La célebre frase de Spider-Man de «un gran poder conlleva una gran responsabilidad» se convierte en su caso en «un gran poder conlleva un gran marrón».
– D.S.J: Odiamos al que se postula para delegado de clase, el país está marcado por eso. Los políticos normalmente no han ejercido la profesión para la que estudiaron ni saben muchos idiomas. Los que sí lo han hecho nunca nos rigen. Ser excelente no está bien visto, es una cosa muy latina, muy mediterránea. Una lástima.
– A todos nos han inculcado que es mejor pasar desapercibido.
– B.C: Hombre, en los colegios de curas de Euskadi en los 70 y 80 se cultivaba bastante el sentimiento de culpa, el no hacerte de más, el van a pensar mal... Un buen día es aquel en el que no te pasa nada especialmente destacable. Por eso flipas cuando conoces a los estadounidenses, que se están vendiendo todo el rato. Alguien que se vende como maravilloso cae mal. Aunque ahora eso ha cambiado un poco con las redes sociales, con tanta gente implorando 'likes'. Detectas unos problemas de autoestima brutales. A esa gente con la necesidad de decir lo acojonante que es la quieren muy poco en casa.
–D.S.J: Sí. Las redes sociales facilitan el poder postularte sin ningún esfuerzo moral, te puedes ofender muy rápido dando retuit, ni siquiera tienes que articular tu ofensa. Nos permiten subirnos a barcos acomodándonos a su argumentario, no creo que eso sea un crecimiento. Mira, lo más importante de la película está camuflado en el prólogo, cuando el padre le explica que la clave de triunfar en la vida es precisamente no triunfar. Fíjate en Rosalía, su gran triunfo no ha llegado porque todavía no tiene tantos enemigos. Disfrutamos de cómo alguien normal se eleva al estrellato, pero luego necesitamos que vuelva a ser como nosotros y celebramos que se le acaba el reinado. Pasa con artistas, deportistas... Ojalá algún día nos conformemos con reconocer el talento ajeno y disfrutemos de ese don.
– 'Superlópez' es más una comedia romántica que una traslación del lenguaje del tebeo, como hizo Javier Fesser en el primer Mortadelo.
– B.C: Los tebeos eran una parodia directa del 'Superman' de Richard Donner. En las primeras versiones del guion ya nos planteamos la relación con los padres: te tienes que abrigar si vas a la estratosfera, aprende a volar por si te vale para el día de mañana... Esa relación muy de cliché nos hacía mucha gracia y nos introducía en una vertiente más costumbrista que paródica, un terreno en el que no sentimos muy cómodos. Hemos tenido mucha conexión con Javi Ruiz Caldera desde el inicio; si no firma como guionista es por modestia, porque nunca habíamos trabajado tan codo con codo con un director.
– D.S.J: Del primer Mortadelo a Superlópez han pasado muchas pelis de superhéroes, ya es casi el entretenimiento cinematográfico único. Han construido una narrativa propia con unos códigos que el espectador ya reconoce. Eso nos obligaba a jugar con ese imaginario. Hemos hecho una película familiar pero veraz. La clave es que la villana (Maribel Verdú) no tiene chistes, no es tonta ni le fallan los mecanismos. El torpe es el protagonista, todo lo demás es peligroso. No hemos hecho una 'spoof movie', donde todos son inútiles.
– El público espera hazañas espectaculares, pero tampoco podían destruir Barcelona, 'Superlópez' no cuenta con el presupuesto de 'Los Vengadores'.
– D.S.J: Las escenas de acción están dosificadas. Hemos contado con los efectos especiales de El Ranchito, que hacen 'Juego de Tronos'. La peli tiene una factura por encima de lo que estamos acostumbrados en el cine español.
–B.C: Una de las cosas más divertidas de escribir el guion fue plantearse secuencias de acción o de aventura desde una perspectiva cómica. Por ejemplo, ¿es mejor una lucha con el típico villano o que un robot clon de tu novia se cuele en casa de tus padres? El clímax con el robot gigante lo tuvimos claro, al igual que los elementos de cine fantástico. Comparado con una película española normal es una barbaridad, Javier ha hecho virguerías con lo que ha tenido a su disposición. Se trataba de ser originales y transmitir cercanía al espectador, porque no somos una película de Marvel.
– No han podido resistirse a sacar a un vasco.
– D.S.J: Es metalenguaje: Dani Rovira cayendo de manera desubicada de nuevo en el País Vasco. Superlópez no frena al aterrizar cuando aprende a volar, así que despega en Barcelona y acaba en Iurreta.
– ¿Y al ambientarla en Barcelona no se les pasó por la cabeza meter algún chiste a costa del 'procés'?
– B. C: No queríamos un tono paródico. En los tebeos Barcelona se llama Parchelona. Nosotros mostramos la Estatua de Colón, el Arco de Triunfo y la Torre Agbar, que es la guarida de la villana.
– D.S.J.: Firmamos hacerla antes del estreno de '8 apellidos vascos'. Y en '8 apellidos catalanes' liberamos nuestra capacidad de hacer una lectura cómica del conflicto catalán.
Más comedia romántica que pastiche de géneros
Superlópez nació en los tebeos como una parodia de la película de Richard Donner de 1978. Su versión cinematográfica, que Telecinco y Disney convertirán en uno de los taquillazos del año, sigue el mismo esquema a la hora de contar el nacimiento y la cotidianidad en la Tierra del héroe, aunque nos movemos más en el territorio de la comedia romántica que en el de la 'spoof movie' o el pastiche de géneros.
El enfrentamiento del protagonista con un grupo de superhéroes callejeros, de los que piden dinero en las Ramblas por hacerse una foto, es un ejemplo de la agudeza de Cobeaga y San José, que se mueven más a gusto con personajes como ese jefe del protagonista ruin y salido (Julián López) que con la villana que encarna Maribel Verdú, una gurú de la tecnología a los mandos de un robot gigante que dan ganas de llevártelo a casa.
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