Spider-Man vuelve a casa

Disney + sigue reordenando el UCM y acaba de rescatar en su catálogo la trilogía dirigida por Sam Raimi, de nuevo en el candelero como director de la escudería marvelita gracias al éxito de 'Doctor Strange en el multiverso de la locura', recogiendo el testigo de Scott Derrickson. El autor de la perturbadora 'Black Phone', actualmente en la cartelera, cumplió con nota en la primera adaptación de las tribulaciones del hechicero de Marvel, pero la versión del máximo responsable de la divertida y escalofriante 'Arrástrame al infierno' son palabras mayores, un despliegue de medios y efectos visuales apabullante con música del mítico Danny Elfman que recoloca la línea temporal del universo co-creado por Stan Lee.

Raimi inició su carrera cinematográfica colándose en Hollywood por la puerta de atrás. Sus primeras producciones eran de bajo presupuesto, iniciativas subterráneas que respondían a la locura de unos jóvenes insensatos, obsesionados con el género de terror, unidos por el loable cometido de cumplir el sueño, o la pesadilla, de contar historias (para no dormir) a pesar de la falta de medios. Esta pasión desmedida se tradujo en 'Posesión infernal', ópera prima desvergonzada que inauguró una trilogía idolatrada por los aficionados al celuloide de horror y humor negro, con un protagonista excepcional interpretado por el inefable Bruce Campbell (que se marca un cameo impagable en la última del Doctor Strange, con gag post-créditos incluido). 'Terroríficamente muertos' y 'El ejército de las tinieblas' son cult-movies indispensables que dieron pie a la disfrutona serie 'Ash vs. Evil Dead', con tres delirantes temporadas disponibles en Netflix. La genial 'Darkman', a la postre el relato oscuro de un superhéroe, encumbró a Raimi entre los seguidores del cine fantástico, antes de dejarse llevar por la industria hollywoodense con títulos como 'Entre el amor y el juego' o la serie 'Spider-Man', protagonista de estas líneas. Por el camino, una fructífera amistad con los hermanos Coen, proyectos fallidos como 'Premonición', curiosidades como 'Un plan sencillo', rarezas como 'Rápida y mortal' y una trayectoria imparable como productor.

El 'Spider-Man' de Raimi cuenta con algunas escenas míticas, como la del beso de Peter Parker y Mary Jane en el callejón. La química entre Maguire y Kirsten Dunst es una de las bazas de la trilogía, así como la representación de los villanos, el Duende Verde histriónico de Willem Dafoe y el carismático Dr. Octopus de Alfred Molina. Este último aparece en la segunda entrega, la más redonda, donde queda claro que «un gran poder conlleva una gran responsabilidad». En 'Spider-Man 3' irrumpe en la saga el tremendo Venom, antes de ser interpretado por Tom Hardy en dos películas tirando a olvidables que amasaron pingües beneficios en la taquilla. En la tercera parte dirigida por Raimi, la más criticada, éramos testigos de la aparición del simbionte desde el espacio exterior. En los tebeos sus apariciones son numerosas y singulares. Al principio se fusionó con el propio Hombre Araña y posteriormente cambió de anfitriones que dieron lugar a héroes y villanos, sobre todo a esto último, seres despiadados con sed de sangre. El parásito alienígena da mucho juego.

En los cómics, Venom fluctúa entre el bien y el mal y son muchos los simbiontes que lo acompañan o con los que se enfrenta. La mayoría parten del mismo archienemigo de Spider-Man, que empezó como un traje adherido al popular trepamuros. De ahí va pasando a otros cuerpos incautos dejando un rastro de muerte. Su capacidad de mutar, una larga lengua y los dientes afilados son su principales características. Mejor permanecer lejos o puedes acabar como un maligno Peter Parker. Desde su primera aparición completa hace 30 años en el número 300 de la colección The Amazing Spider-Man, la imagen de supervillano de Venom se ha convertido en una de las más fascinantes para los avezados lectores de Marvel.

Volviendo a la figura del Hombre Araña, o más bien el muchacho, cuya mejor adaptación hasta el momento es animada, 'Spider-Man: Un nuevo universo', Disney + también ha rescatado el inicio del reboot de la franquicia con Holland -el niño de 'Lo imposible'-, 'Spider-Man: Homecoming', una propuesta renovada que fue bien acogida por los aficionados al cómic de partida y la taquilla (más de 800 millones), con una visión empapada de humor y energía juvenil, una mirada fresca y agradecida, incluso despendolada, cercana a las comedias de John Hughes. El nuevo Spider-Man retratado por John Watts ('Coche policial') en su primera aventura también fue presentado con fuerza en 'Capitán América: Civil War'. Las tropelías del joven titán arácnido, y sus compañeros de fatigas, han embelesado a las nuevas audiencias. El legendario héroe de papel creado por Stan Lee y Steve Ditko ha sido capaz de empatizar con el gran público en sus recientes aventuras, atrayendo sobre todo al target adolescente.

La decisión de recuperar el espíritu jovial propio de las historietas del vecino superhéroe es un acierto, al igual que el tono humorístico, sin caer en la parodia, como en la reivindicable 'Ant-Man' y secuela, de lo mejor que ha dado la fusión Marvel-Disney. El trepamuros de la Casa de las Ideas se desenvuelve en escena sin hacer caso al tedioso realismo que Christopher Nolan puso de moda con su trilogía de Batman. No hay complejos a la hora de mostrar al protagonista en acción o soltando gracietas, aunque se nos puede pasar por la cabeza la idea de haber sintonizado Disney Channel y estar devorando uno de sus productos para todos los públicos. El veterano Michael Keaton encarna al malvado de la función, El Buitre, como si estuviese riéndose de su papel en la oscarizada 'Birdman', donde Alejandro González Iñárritu ponía en entredicho las producciones millonarias centradas en paladines de la justicia con capa y antifaz. En definitiva, Peter Parker luce en todo su esplendor, como si de un fanboy de los tebeos de Marvel se tratase.

Recordemos que el popular superhéroe ya sufrió un anterior proceso de relanzamiento tras la era Raimi de la mano de Mark Webb, autor de '(500) días juntos', donde Garfield, estupendo en 'Lo que esconde Silver Lake', fue el elegido para trepar por las paredes y no convenció en demasía, dado el alto nivel de insipidez de los filmes que defendía, aunque la recaudación fue copiosa ya en su primer intento: más de 750 millones de dólares en todo el mundo. 'The Amazing Spider-Man' también será recuperada por la plataforma para el deleite de completistas.