Borrar
Simone Signoret y Laurence Harvey, en 'Un lugar en la cumbre'.
Simone Signoret, una mujer combativa y la gran dama del cine francés

Simone Signoret, una mujer combativa y la gran dama del cine francés

Iconos femeninos ·

Con 'Un lugar en la cumbre', se convirtió en la primera actriz francesa en ganar un Oscar y la primera mujer en ganar el premio por su actuación en un filme extranjero

Sábado, 18 de enero 2020

Simone Signoret estuvo muchos años encasillada en personajes de prostituta y de chica de mala reputación, pero ella fue la gran dama del cine francés, una mujer comprometida e intelectualmente brillante.

Nacida en 1921 en Wiesbaden, Alemania, encarnaba a mujeres típicamente francesas. Cuidaba cada gesto de personajes supervivientes de los golpes de la vida. Simone Signoret actuó hasta su muerte, pero también destacó como escritora, activista y defensora de los derechos humanos. Su figura está asociada sobre todo con dos películas, que marcaron dos etapas de su carrera: 'Casque d'or' ('París bajos fondos'), de Jacques Becker, en la que exhibía toda la belleza de sus 31 años, y 'La Vie Devant Soi' ('Madame Rosa') al final de su vida, en la que encarnaba a una vieja ex prostituta convertida en guardiana de niños.

De ascendencia judía, creció en París en una atmósfera intelectual y estudió inglés, llegando a obtener un certificado de enseñanza. Enseñó inglés y latín y trabajó como mecanógrafa a medio tiempo en el periódico francés 'Les Nouveaux Temps'. Durante la ocupación alemana de Francia, Simone Signoret se relacionó con un grupo de escritores y actores que se reunían en el Café de Flore en Saint-Germain-des-Prés. Para entonces, había desarrollado un interés por la interpretación, impulsada por sus amigos, incluyendo su amante, el actor Daniel Gélin, que la llevó a iniciar una carrera como actriz. En 1942, empezó a realizar papeles menores y como figurante en una decena de películas, entre ellas 'Los visitantes de la noche' (Marcel Carné, 1942) y 'Adieu…Léonard!' (Jacques Prévert, 1943) y fue capaz de ganar suficiente dinero para ayudar a sus padres y hermanos. Fue en estos años de la ocupación cuando Signoret tomó el apellido de soltera de su madre para ocultar sus raíces judías.

Tras la guerra se casa con un activista del grupo del Café de Flore, Yves Allégret (hermano del también realizador Marc), cuando éste aún era un joven realizador novel con el que compartió su vida durante seis años y que le dio sus primeros papeles importantes, en 'Les démons de l'aube' (1946) con la que comenzó a ser conocida, y más tarde los de 'Dedée de Ambares' (1948) y 'Manéges' (1950)... Ambos tuvieron una hija, Catherine Allégret, actriz efímera que se mantuvo al lado de su madre hasta el final.

A los 30 años, Simone parecía condenada a interpretar papeles de prostitutas y muchachas ligeras y esta imagen fue la que explotó Max Ophuls en 'La ronda' (una extraordinaria adaptación de la célebre obra de Arthur Schnitzler), o que alejó con ternura Jacques Becker en una de las mejores obras del cine francés, la extraordinaria 'París, bajos fondos' (1952), en la que la actriz, estremecida de amor en medios propios del anarquismo francés de finales del siglo XIX, de vida y de nobleza, junto a Serge Reggiani, realiza la creación más bella de su carrera.

En 1951 se casa con el actor Yves Montand que sería su compañero en el activismo político hasta el final, formando durante décadas una de las parejas más célebres del cine francés. La década de los 50 fue la mejor para la actriz, protagonizando títulos como 'Thérèse Raquin', de Marcel Carné, 'Las diabólicas', de Henri-Georges Clouzot o 'Les Sorcières de Salem', basada en la obra 'Las brujas de Salem'. En 1958, Simone Signoret viaja a Inglaterra para filmar 'Un lugar en la cumbre', por cuya interpretación ganó varios premios, incluyendo el premio a la mejor actriz en el Festival de Cannes y el Oscar a la mejor actriz. Fue la primera actriz francesa en ganar un Oscar y la primera mujer en ganar el premio por su actuación en un filme extranjero.

Signoret, junto a Oskar Werner en 'El barco de los locos'.

Signoret recibió ofertas para trabajar en Hollywood, pero en un principio las rechazó y continuó trabajando en Francia e Inglaterra. Protagonizó junto con Laurence Olivier 'Term of Trial', aunque en 1965, regresó a los Estados Unidos para filmar 'El barco de los locos', de Stanley Kramer, trabajo por el que obtuvo otra nominación a los Oscar, e intervino en varias películas de Hollywood antes de regresar a Francia en 1969 para hacer 'La confesión' (Costa-Gavras, 1970). Durante sus últimos años fue aclamada por la crítica por sus trabajos en 'Madame Rosa' (Moshe Mizrahi, 1977) y 'Chère inconnue'.

Sus memorias tituladas 'La nostalgia ya no es lo que era', las publicó en 1978. A los críticos literarios les costó creer que una simple actriz poseyera tal dominio del idioma, tal capacidad de reflexión, por lo que, un año después publicó un segundo tomo de memorias. También escribió una novela, 'Adieu Volodya', publicada en 1985. Los críticos por fin cayeron rendidos a sus pies: «Simone Signoret», escribía uno de ellos, «es mejor escritora que muchos autores consagrados».

Murió de cáncer de páncreas en Autheuil-Anthouillet el 30 de septiembre de 1985, y fue enterrada en el Cementerio del Père-Lachaise de París, en el que reposan los restos de grandes artistas y hombres célebres de todos los tiempos.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

larioja Simone Signoret, una mujer combativa y la gran dama del cine francés