«Somos un poco David contra varios Goliats, pero ese hecho también nos da carácter»

-¿Cómo se siente en estos momentos, cuando quedan unas horas para la entrega de los Oscars?

-La campaña ha sido larga. De empezar a pensar que esto podría ser posible, luego la nominación y ahora la ceremonia, ha pasado mucho tiempo. Se me ha hecho muy largo. Tampoco me había puesto en situación hasta que llegué a Los Ángeles. Hacía mucho tiempo que no venía a Los Ángeles y me ha impresionado

-¿Cuánto tiempo ha pasado desde su última visita a Los Ángeles?

-Creo que no venía desde la anterior nominación con El Topo. La ciudad me gusta mucho, me trae muy buenos recuerdos y hoy he sentido una conexión rápida con la ciudad, con el hecho de venir a los Oscars. La verdad, hasta ahora, y eso que he hablado mucho de la película, no anticipaba la ceremonia. Pero en este hotel estoy en mi salsa

-Dicen que cualquier músico está en su salsa en el Sunset Marquis ¿Este es un lugar mítico para los músicos?

-Si, este hotel es un clásico de la música y del cine. Es un ambiente muy bonito, muy relajado. Es muy especial por la historia que tiene. Por aquí han pasado casi todos los músicos y se nota la energía.

-¿Le parece injusto que se haya eliminado su Oscar de la entrega de premios?

-Si. Me pareció una tontería. Una academia que enseña que el arte cinematográfico es un arte formado por muchas profesiones en la que todos somos cineastas y somos iguales haya tomado esta decisión, me parece una tontería. Ha ganado la búsqueda de un espectáculo de una cadena de televisión. En principio, hicimos presión no viniendo los músicos al almuerzo de los Oscars, pero pensé que debía venir a defender la película y sentirme tan cineasta como los directores de producción, los peluqueros, los cortometrajistas o los montadores que son la cota máxima de nuestra profesión

-Hay votantes boicoteando la decisión, algunos no van a votar y otros lo harán en blanco.

-Es probable. Yo creo que ha sido un error, pero, por lo que sé, ha ganado que tiene que ser un espectáculo y que las estrellas son las que tienen tirón. Yo espero que no continúe esta decisión en el futuro. Si continuara, creo que es motivo para darse de baja de una academia.

-Ha estado nominado en cuatro ocasiones con directores que no son norteamericanos ¿cree que eso le ha ayudado?

-Yo creo que sí. He venido siempre con películas que tienen mucha personalidad, películas de autor. Esta vez vengo con una de Pedro Almodóvar, mi treceava película con él, y eso hace que la nominación sea muy diferente

-¿Le dolió que Pedro no saliera nominado?

-Sí, me dolió. Me hubiera gustado que hubiera estado nominado como película, como guionista y director. Ahora le representamos Penélope y yo, pero hubiera sido completo tenerle aquí. Hay un montaje de su obra en el Museo de la Academia porque Pedro en Estados Unidos tiene una dimensión de un grandísimo autor, casi de un clásico y eso para mí es un orgullo.

-¿Cree que puede ganar el Oscar?

-Aunque nos dicen que nuestra partitura no tiene posibilidades de ganar, casi me da igual, el defender la película de Pedro desde la música me parece un orgullo.

-¿No se siente favorito?

-Somos un poco David contra varios Goliats, pero ese hecho también nos da carácter

-Sueña o ha soñado con el Oscar

-No. Nunca lo he acabado de pensar. He venido a disfrutar, como las otras veces que vine anteriormente y no gané. Siempre he pensado que lo que me ocurriera, me daba libertad. Lo deseo, pero no es un deseo tan grande. No me he imaginado con ese objeto en mis manos

-¿Tiene algún favorito de los compositores nominados en su categoría?

-Me gustan muchas obras de Jonny Greenwood, creo que tiene un talento enorme y una libertad muy grande. Britell es un gran músico, al que conozco. Hans Zimmer ha hecho una escuela y es el estilo más imitado, es el hombre más poderoso de la música. Y Germaine Franco ha hecho una gran labor de investigación de las músicas populares. Hay un poco de todo en los cinco candidatos, cada uno somos diferentes y eso es una riqueza.

-Madres Paralelas se gestó en Pandemia y es una película con un tono político que nunca había tenido ninguna de Almodóvar. ¿En ese sentido hay un enfoque existencialista?

-Como todas las películas de Pedro, tienen un poder simbólico muy grande. También tienen el valor de la interpretación de lo contemporáneo, de lo actual, del momento, pero yo creo que la película es muy simbólica. El hecho de que empiece en un parto y termine en una fosa cubre todo el periplo vital. Me inspiró esa dimensión extensa. La dimensión política yo diría que es metafísica, a parte de que está hablando de unos hechos muy concretos, habla de la memoria histórica, pero está enmarcada en algo que es común a muchas culturas y muchos pueblos. Algo que tiene que ver con la interpretación y la dimensión explosiva del nacimiento y el poder de la vida y el poder de la muerte y los muertos no reconocidos que están por todo el mundo. Muertos que no han sido cuidados por su familia. Esa cosa con los ancestros es lo que a mi me ha inspirado

-¿Le afectó trabajar durante la pandemia?

-Me afectó el miedo. El miedo a padecer la enfermedad. Creo que ese miedo nos ha hecho más sensibles, más empáticos con la gente que sufre. Ese miedo me hizo trabajar más intensamente porque me era más difícil terminar el trabajo. Creo que me dedique con más ahínco

-¿Cómo ve la evolución de la música desde su primera nominación, teniendo en cuenta que ahora compite con algunos compositores más jóvenes?

-Yo no me siento en competencia con nadie. Tal vez encontrarme aquí es fortuna o es por la dimensión de las cosas. Cada generación intenta relatar lo que les pasa, imaginar lo que está ocurriendo y llegar con la música lo más cerca del espectador o de la verdad que se está contando. Tengo muchas esperanzas puestas en el poder de la música. Ahora que estamos aquí, en este hotel por el que tantas estrellas del rock han pasado y aunque mi música no esté tan unida al rock, creo que tiene esa misma verdad de relatar la pulsión de lo que sientes y cómo esos sentimientos se reflejan en el otro. Por toda esa compleja red de emociones me siento afortunado de dedicarme a esto

-¿Con los avances tecnológicos en sonido es desafortunado que ahora la gente no vaya tanto al cine?

-El cine es donde oyes realmente todo y la música y el sonido se sienten porque te vibra el cuerpo al estar expuesto a esas ondas. El sonido es puramente informativo, pero, siendo informativo, es una corriente de seducción enorme y donde más se aprecia es en un cine.

-Usted es un donostiarra con cuatro hermanos todos dedicados a la cultura. ¿Es posible educar para que los niños quieran dedicarse al mundo de la música y componer? Cree que falta escuela cultural

-Depende de si lo que haces, llega a los demás. El esfuerzo que un artista hace por llegar demuestra su enamoramiento y eso es lo que habría que emular. Yo no sé si lo he conseguido, pero persigo que el arte sea un modo de vida en el que me hago cada vez más dueño de mi mismo. Hay que lograr que las intenciones tengan un equivalente en el resultado. Creo que el arte, la filosofía y el pensamiento tienen que estar en las escuelas. Absolutamente.