La osadía de adaptar un hit del género musical

'Cats' ya figura en las innecesarias listas de las peores películas del año, ha llegado por los pelos, pero si se degusta como una propuesta excéntrica puede llegar a disfrutarse. El coreógrafo Andy Blankenbuehler, ganador de un prestigioso premio Tony en tres ocasiones (por 'In the Heights', 'Hamilton' y 'Bandstand'), está detrás de los números musicales, con lo cual puede apreciarse una intención creativa que va más allá de lo que nublan los efectos visuales.

La producción teatral original, estrenada en 1981, estuvo 21 años en el West End de Londres, mientras que la de Broadway estuvo 18 años en cartel en Nueva York, un peso notable que quizás ha mermado los objetivos de Hooper. Convertir en imagen real una obra popular que ha sido vista por más de 80 millones de espectadores en diferentes países e idiomas no es un encargo fácil. Con 'Los miserables' arrasó, pero esta vez se ha tomado como una osadía su salto de las tablas a la gran pantalla. «Tenía diez años la primera vez que vi 'Cats', pero se me quedó grabado, me pareció extraordinario», cuenta el intrépido director. «Sentí que me iniciaban en el mundo secreto de los gatos, como si me ofrecieran un acceso privilegiado a otra forma de mirar el mundo».

El musical de partida transcurre en los años ochenta, mientras 'Cats', la película, tiene lugar en los años treinta, la época en que vivió el escritor del libreto. Esta decisión ha influido en los diseños, la narrativa y otros factores esenciales del conjunto. «Los años treinta del siglo pasado marcaron el final del género de 'music-hall'», explica Hooper. «El género murió en el periodo de entreguerras. Eve Stewart, la diseñadora de producción, es un verdadero genio y encontró maravillosas fotografías del Soho y del West End de la época, con teatros medio abandonados. En cierto modo, 'Cats' también podría equipararse al género de la revista o incluso del vodevil, con un montón de intérpretes de estilos diferentes apareciendo para entretener al público. Andrew Lloyd Webber me contó que algunos poemas de T.S. Eliot se basaban en el ritmo de canciones famosas de esos 'music-halls', lo que me pareció muy evocador de la estructura de estilo de cabaret, donde todos los gatos cantan para demostrar que son el mejor al mismo tiempo que esa forma de hacer teatro ya empezaba a desaparecer«, añade.

Una loable intención artística que no ha convencido al personal, a pesar de contar con un equipo actoral excepcional que no siempre se reconoce bajo la marabunta de pixels: Francesca Hayward, Jennifer Hudson, Judi Dench, Taylor Swift, Ian McKellen, James Corden, Idris Elba...