!['Nunca, casi nunca, a veces, siempre', un retrato singular sobre la adolescencia](https://s3.ppllstatics.com/larioja/www/multimedia/202009/24/media/cortadas/nunca-tarde-kXDB-U120270259610dEF-624x385@RC.jpg)
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'Nunca, casi nunca, a veces, siempre', un título poético tan bello como difícil de recordar, se estrena en la cartelera prácticamente a la vez que otro filme inédito con similar premisa, 'Unpregnant', disponible directamente en streaming en HBO. Ambas propuestas, igualmente válidas, tratan un tema espinoso, el derecho al aborto y la adolescencia, de una manera muy diferente (pero complementaria). Mientras el estreno que nos ocupa, una buena muestra de cine independiente, se decanta por el drama, la película lanzada online estos días apuesta por la comedia, ofreciendo el dueto de iniciativas, como una pareja casual, dos interesantes puntos de vista sobre una decisión controvertida. Las protagonistas de estas dos historias con puntos en común deben emprender un viaje desde un lugar donde está prohibido interrumpir la gestación sin el permiso paternal a otra ciudad más permisiva. Eliza Hittman, autora de 'Beach Rats' y 'It Felt Like Love', ofrece un retrato íntimo de dos adolescentes en un momento clave de su vida que se enfrentan a un embarazo no deseado, sin ningún apoyo familiar ni institucional. Autumn y su prima Skylar, interpretadas con arrojo por las desconocidas Sidney Flanigan y Talia Ryder, se prestan a un viaje inesperado, desde una zona rural de Pennsylvania a Nueva York, con la dirección de una clínica apuntada en un papel. La Gran Manzana no recibe a las viajeras con las manos abiertas.
«Leí artículos sobre mujeres que viajaban a Nueva York para abortar y acababan pasando la noche en un banco«, cuenta la directora, también responsable del guión. «La ciudad es tan cara que no pueden permitirse alquilar una habitación». Hittman visitó algunos pueblos para ver cómo funcionaban los centros de planificación familiar y qué ofrecían a las mujeres. Se encontró con centros afiliados al movimiento provida que solo ofrecen dos opciones, la maternidad o dar al bebé en adopción. En esos centros, la directora seguía los mismos pasos que cualquier paciente: se hacía una prueba de embarazo y hablaba con las mujeres que trabajaban allí. Escribió un tratamiento basándose en lo que había descubierto, pero apartó el proyecto un tiempo tras su propio maternidad. De hecho, rodó antes 'Beach Rats', cinta que presentó en el festival de Sundance en 2017, coincidiendo con la entrada de Trump en la Casa Blanca y la primera Marcha de Mujeres en Washington D.C., que protestaba contra las promesas del entonces nuevo presidente, empeñado en nombrar a jueces capaces de derogar muchos de los derechos reproductivos de las mujeres. «Sentí la necesidad de releer mis notas, tratamientos y volver a trabajarlos», afirma. Así, retomó el plan y decidió situar a sus protagonistas en Pennsylvania. La doble moral de la sociedad estadounidense es expuesta sin tapujos.
Para que el filme fuera lo más creíble posible, varios asesores especializados en la temática principal estuvieron presentes durante el rodaje. «Me ayudó mucho tener a alguien que pudiera decirme exactamente quién hacía qué durante el aborto para asegurarme de que la escena fuera realmente auténtica», indica Hottman. «No es un documental. Se trata sobre todo de lo que viven los personajes en una situación así; no tenía la intención de enseñarlo todo, pero necesitaba saber realmente lo que ocurría para decidir cómo respondería o reaccionaría el personaje«. El resultado es una interesante mirada a la adolescencia y una problemática que merece ser desmitificada. »La película no es directamente política. Ofrece una oportunidad de seguir el recorrido que han vivido muchas mujeres en este país, sobre todo cuando viven en zonas con restricciones y no tienen un lugar al que acudir«, señalan desde producción. 'Nunca, casi nunca, a veces, siempre' se filmó durante veintinueve días entre marzo y abril de 2019, veinticuatro en Nueva York y los restantes cinco en Shamokin, Pensilvania. «En el cine se ven a menudo personajes llegar a Nueva York y quedarse prendados», continúa la inquieta realizadora. «Pero no a todo el mundo le gusta la ciudad. Es un lugar duro, lleno de retos, y esto es lo que quise mostrar aquí». Las escenas en la clínica se rodaron en sucursales de Planned Parenthood Federation of America, Inc. La organización no tuvo inconveniente en facilitar el acceso a varias de sus dependencias. «Nos haría muy felices que la película diera pie a un diálogo e incluso a una conversación abierta sobre el respeto hacia la complejidad de las experiencias individuales», concluye la promoción de un filme emotivo que mira de frente a una sociedad cambiante.
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