'Ninja a cuadros' y otros estrenos

Gran éxito de taquilla en su país de origen, Dinamarca, 'Ninja a cuadros' no está técnicamente a la altura de Pixar pero sabe defenderse con menos medios y narrativamente fluye con ritmo y gracia. Detrás está un cómico danés con tirón, Anders Matthesen. El relato comienza con un componente de denuncia, mostrando un taller en Thailandia donde un grupo de niños trabajan en condiciones pésimas fabricando muñecos de peluche para Europa. Uno de los pequeños comete un error a la hora de vestir el títere de un ninja, utilizando la bufanda escocesa de uno de sus explotadores extranjeros. La metedura de pata acaba en desgracia pero el juguete cobra vida después de ser alcanzado por un rayo y es poseído por el espíritu de un samurái con un peculiar sentido de la justicia.

El muñeco ninja a cuadros acaba en manos de un chico danés que sufre bullying en la escuela. Un hermanastro bocazas le hace la vida imposible mientras suspira por los vientos de una compañera de clase que, evidentemente, le ignora completamente hasta que su nuevo compañero, el peluche viviente que oculta en su mochila, le convierte en el intrépido alumno de moda que se enfrenta a sus demonios. 'Ninja a cuadros' es la película más vista en Dinamarca en los últimos 30 años -vendió 346000 en su primera semana de estreno- y ya tiene una secuela en camino. El fenómeno taquillero se entiende por la chispa de sus diálogos y sus divertidas escenas de acción. Al margen de algunos chistes fuera de onda en los tiempos que corren, cuenta con una estupenda escena de animación tradicional y maneja un mensaje coherente sin obviar las zonas grises.

No deja de ser un cuento de venganza, la ira de trapo, con la estructura de una comedia estudiantil, tipo 'American Pie'. Además, cuenta con un buen final, muy contundente, una virtud poco habitual en el cine en general. El único problema claro del filme es su desdibujado target. La estética va en una dirección pero el tono no casa exactamente con la audiencia infantil. Fisuras expuestas aparte, es del todo recomendable.

Sundance, Tribeca y Málaga son algunos de los festivales en los que se ha visto este documental «fruto del trabajo de siete años del destino de un pequeño pueblo en Venezuela», según señala su directora Anabel Rodríguez. Congo Mirador, un villorrio flotante junto al lago Maracaibo, antaño atractivo y bohemio, hoy sumido en la corrupción y condenado por el cambio climático, es el símbolo de un país dividido.

Los alucinantes paisajes australianos son el escenario de esta cinta de aventuras con aromas de western protagonizada por un francotirador en la I Guerra Mundial que acaba de policía en los vastos confines del norte del país. Su objetivo será un guerrero aborigen cuyos ataques a los colonos están causando el caos.

Solvente thriller alemán que profundiza en el trauma de dos hermanas que, de niñas, fueron testigos del brutal asesinato de sus padres. La intriga va de la mano de una acertada hondura psicológica a la hora de retratar a los personajes.