José María Forqué (Zaragoza 1923 – Madrid 1995) es uno de los grandes directores del cine español de la segunda mitad del siglo XX. Coetáneo de Berlanga y Juan Antonio Bardém, su gran película fue 'Atraco a las tres', pero su debut en el largometraje se ... produjo con 'Niebla y sol' (1951). Protagonizada por Antonio y Rosario, la gran pareja de baile del momento, curiosamente la cinta no era ni una película musical ni una de danza, aunque el ballet está muy presente.
José María Forqué estudió arquitectura, carrera que abandonó para trabajar como delineante y pagarse la de aparejador. Interesado por el teatro, colaboró con el teatro español universitario, logrando rodar más de 15 cortometrajes, siendo habitual de las tertulias que en los años 40 tenían lugar en el Café Gijón de Madrid, en un grupo donde estaban Alfonso Sastre, Alfonso Paso, José Gordón, que se ganaba un dinero como «negro» de algún político franquista, Carlos José Iglesias y, ocasionalmente, Enrique Jardiel Poncela, el más famoso de todos ellos y el único que mantenía una carrera continuada como autor teatral. Forqué se consideraba autodidacta y siempre dijo que el cine lo aprendió colándose en los rodajes y haciendo cortometrajes.
En el Gijón, gracias a Miguel Herrero, hombre con posibles, con quien mantenía amistad desde Zaragoza, conoce a un distribuidor regional de cine llamado Esteba, al que le plantea que le produzca un largometraje. A Forqué le atraía una obra de Horacio Ruiz de la Fuente, y le plantea llevarla al cine. Entre los tres, Esteba, Herrero (que pone el dinero) y Forqué, deciden que se podía llevar a la pantalla 'Tres destinos', tres relatos de Horacio Ruiz de la Fuente y Medardo Fraile. Pronto, por su complejidad, se plantea que la película se reducirá a adaptar uno de ellos. 'El infierno frío' fue el relato elegido, que para la pantalla tomaría el nombre de 'Niebla y sol', sumándose Pedro Lazaga a Forqué en la escritura del guion. Gracias a Miguel Herrero, al que Forqué consideraba «un Onassis en potencia», se logra la participación de Rosario y Antonio, la mayor pareja artística de los últimos años 40 y primeros 50, y el guion se derivó hacia ellos. Junto a Antonio y Rosario, protagonizan el filme Carlos Muñoz, Asunción Sancho y María Dolores Pradera.
La trama seguía a Jaime, un compositor musical que vivía recluido en Galicia por la enfermedad de su esposa Isabel. En un viaje a Madrid conoce a Antonio, que le pide que escriba un ballet español para Rosario y para él. Pone en el empeño sus más grandes ilusiones de artista, hasta que el médico de su mujer le comunica que Isabel tiene los días contados. Isabel, en sus últimos momentos, escribe una carta a su marido, que no logra terminar, sin que logre desvelarle el secreto que atenazaba su corazón. Ante la carta inacabada Jaime se siente impotente para llegar al fondo de la verdad, y bajo la influencia de los aciagos días que atraviesa, prosigue la escritura del ballet, alentado ahora por Julia, su nueva musa. A la desesperación y el dolor -la niebla- sucederá (el sol) de otro amor que se le ofrece. El ballet se estrenará con enorme éxito con el título de 'El hombre y la estrella'.
«Pensé las frases como un diálogo posible que contaba la historia del ballet, y así se rodó», recordaría años después Forqué. La película se rueda en los Estudios Orphea, de Barcelona en 1950, Miguel Herrero funda la productora Ariel para producirla, cuenta con Pedro Lazaga como ayudante de dirección y con el propio Antonio como coreógrafo.
Se estrena en el cine Coliseum de Madrid el 13 de diciembre de 1951 con un éxito discreto, pero la película es elegida para participar en el Festival de Cine de Venecia, y el autor de la banda sonora, Jesús G. Leoz es premiado por el Círculo de Escritores Cinematográficos.
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