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El móvil es la actual pesadilla de cualquier famoso que se arriesgue a salir a la calle y ser fotografiado por un espontáneo que quiera inmortalizarse junto a él para presumir en las redes sociales. Sin embargo, antes de que todos lleváramos una cámara ... de fotos en nuestro bolsillo, en la era anterior a los selfies, no era nada facil conseguir una instantánea junto a una celebridad.
Por eso el hallazgo de un álbum de fotos en Mortsel, una pequeña localidad belga de 25.000 habitantes cercana a Amberes, se ha hecho viral y ha hecho dudar a muchos de su autenticidad. Los empleados de una tienda de segunda mano abrieron el viejo álbum y no dieron crédito a lo que veían. Cientos de fotografías en las que una venerable señora con collar de perlas aparecía posando junto a las mayores estrellas de Hollywood. Casi parecía el sueño de nuestra Paquita Salas, la representante de ficción que hubiera matado por tratar con astros como Harrison Ford, Angelina Jolie, Bruce Willis, Kirk Douglas, Johnny Depp, Steven Spielberg, George Clooney, Nicolas Cage...
Uno de los empleados entendió que aquello no podía ser una gigantesca broma elaborada tras muchas horas de Photoshop y, con ayuda de una lupa, descubrió que la mujer llevaba en una instantánea una acreditación en el pecho. La 'Forrest Gump' de Hollywood se llamaba Maria Snoeys-Lagler y era una periodista belga miembro de la Asociación de la Prensa Extranjera en Los Ángeles, un selecto grupo de periodistas que no llega al centenar y que, además de conceder los Globos de Oro, tiene el privilegio de asistir a los 'junkets' o ruedas de entrevistas con todas las estrellas.
Maria murió en 2016 después de trabajar en la información cinematográfica hasta los 87 años. Era muy apreciada por los actores, que accedían a fotografiarse con ella tras las entrevistas hasta completar un álbum de más de doscientas fotos que nadie sabe cómo ha ido a parar a una tienda de segunda mano en un pequeña ciudad. En Opnieuw & Co no se quedaron de brazos cruzados y publicaron en su Facebook el hallazgo, hasta que una cadena de televisión belga ha logrado localizar a la única hija de la periodista, que ni siquiera vive en Bélgica. Ahora la tienda trata de devolverle un objeto con gran valor sentimental, sueño dorado de cualquier cazaautógrafos que mataría por ser su protagonista.
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