Borrar
Juan Mariné. Jordi Alemany
El año Mariné

El año Mariné

Lecciones de cine ·

Con más de 130 películas a sus espaldas y una amplia labor en el plano de la investigación, Juan Mariné cumplirá cuando acabe 2020 cien años

Miércoles, 22 de enero 2020

La Filmoteca Española ha declarado 2020 como 'el año Mariné' porque cuando finalice, el 31 de diciembre, el director de fotografía Juan Mariné cumplirá 100 años. Además se recogen títulos de todo el mundo que Mariné considera fundamentales por su iluminación.

Pero Juan Mariné es mucho más que el mejor director de fotografía que ha tenido el cine español, es también el gran restaurador de nuestro cine que, a base de métodos propios y muy artesanales, pero copiados después en todo el mundo, ha logrado recuperar una parte muy significativa del patrimonio cinematográfico español, que estaba muy deteriorado.

Juan Mariné Bruguera nació en Barcelona el 31 de diciembre de 1920. Su trabajo de fotografía y restauración recorre todo el cine español del siglo XX. Llegó al mundo del cine por casualidad, donde ha trabajado desde los 14 años. Empezó como ayudante de cámara del operador suizo Adrien Porchet, pero al estallar la Guerra Civil se vio obligado a empuñar una cámara y trabajar en el frente recogiendo imágenes para noticiarios de Laya Films, la productora oficial de la Generalitat de Catalunya durante el conflicto.

Tras la guerra se incorpora como segundo operador, primero en Barcelona y luego en Madrid, a la precaria industria cinematográfica española de posguerra. Trabaja con directores de fotografía como Alfredo Fraile y Manuel Berenguer, que le acogen en sus equipos contribuyendo a su formación profesional. Debuta como director de fotografía en uno de los episodios de 'Cuatro mujeres' (Antonio del Amo, 1947), seguida, ya con total responsabilidad en 'La sombra iluminada' (Carlos Serrano de Osma, 1948)

Mariné consiguió convincentes efectos de amanecer utilizando la luz rebotada en 'El santuario no se rinde' (Arturo Ruiz Castillo, 1949), se anticipó a la utilización de la cámara en mano en 'Día tras día' (Antonio del Amo, 1951), fue el primero en utilizar en España el Cinemascope y el Eastmancolor en 'La gata', de Margarita Alexandre y Rafael M. Torrecilla (1955). Sabiendo sacar partido como nadie a las luces mínimas, su colaboración durante los años 70 y 80 con Juan Piquer Simón, que se había especializado en el terror y la ciencia ficción, le permitió adentrarse en el mundo de los efectos especiales, convirtiéndose en un consumado especialista.

Un fotograma de 'El santuario no se rinde'.

A lo largo de 130 películas, Juan Mariné se ha revelado como un director de fotografía que siempre ha supeditado el trabajo personal a la armonía del conjunto. Además ha sido famoso por su gran capacidad para resolver problemas surgidos durante un rodaje, con soluciones prácticas imprevisibles. Ha sido el director de fotografía indispensable de directores como Antonio del Amo, para quien iluminó 13 películas, entre ellas todas las de Joselito con este director, José María Forqué (diez, destacando '091, policía al habla', 'Usted puede ser un asesino', 'El juego de la verdad' o 'Un millón en la basura'), Manuel Mur Oti (cuatro, entre ellas 'Orgullo' y 'Duelo en la cañada') Pedro Lazaga (veintiséis), o Pedro Masó, productor que le contrató en exclusiva durante 36 títulos, sin olvidar sus trabajos con directores como Fernando Fernán Gómez o Jesús Franco. Entre sus títulos más destacados, además de los citados, están 'La gran familia' y 'La familia y uno más' (Fernando Palacios), 'Los dinamiteros' de Juan G. Atienza 'Historias de la la televisión' (José Luis Saenz de Heredia), 'Crimen imperfecto' de Fernando Fernán Gómez, 'El astronauta', de Javier Aguirre, o «Supersonic Man', 'Muerte viscosa' o 'La grieta', las tres de Juan Piquer.

Buscando respuestas a problemas no resueltos de la industria cinematográfica, se ha dedicado también a la investigación. La máquina restauradora que construyó supuso una gran innovación técnica para mejorar la calidad original del celuloide y le valió reconocimientos como el Premio Juan de la Cierva de Investigación en 1974. Pudo también profundizar con experimentos que fructificaron en grandes hallazgos sobre nuevos sistemas de rodaje y de lentes anamórficas que se han aplicado en todas las cinematografías del mundo. A partir de 1982 ha realizado para Filmoteca Española una imprescindible labor de conservación y restauración, ideando originales procedimientos que dieron excelentes resultados en restauraciones de títulos tan fundamentales del cine español como 'Currito de la Cruz' (Alejandro Pérez Lugín y Fernando Delgado, 1925), 'La aldea maldita' (Florián Rey, 1930) o 'La verbena de la Paloma' (Benito Perojo, 1935). Mariné tiene un pequeño laboratorio de investigación en la ECAM y continúa investigando, trabajando y aportando nuevos conocimientos a la fotografía y la restauración fílmicas. Es un auténtico explorador de la imagen que en 1989 recibió la Medalla de Oro de las Bellas Artes, en 1994 el Premio Nacional de Cinematografía, en 1996 la Medalla de Oro de la Academia de Cine, el premio honorífico Segundo de Chomón que recibió en 2001 por su dedicación al cine español y su aportación tecnológica y la Espiga de Honor de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) en 2015.

Vídeo. Una escena de 'La gata'.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

larioja El año Mariné