Sue Lyon, de símbolo sexual adolescente a juguete roto de Hollywood

Sue Lyon nació en Davenport, Iowa, el 10 de julio de 1946. Fue la menor de cinco hermanos y su padre falleció cuando ella era una niña. Como en tantos otros casos de actrices infantiles, fue su madre quien la tiñó de rubia y la empujó a los focos y las pasarelas para que pudiese contribuir a la maltrecha economía familia. Trabajó como modelo infantil y entre sus primeros trabajos figuraron los catálogos de la marca J.C. Penney. En 1960 fue elegida 'Miss Sonrisa' por la comunidad de dentistas de Los Ángeles. Tras acudir a varios castings, en 1959 encontró su primer papel televisivo en un episodio de la serie 'Letter to Loretta', mientras que un año más tarde hizo una breve colaboración en un capítulo de 'Daniel el travieso'.

En 1961, Stanley Kubrick buscaba a una adolescente para que fuese la protagonista de la adaptación que preparaba de la escandalosa novela de Vladimir Nabokov 'Lolita'. Más de 800 niñas se presentaron al casting, todas empujadas por su padres que aseguraban que sus hijas eran perfectas para el personaje. Pero cuando Kubrick vio a Lyon en 'El show de Loretta Young' por televisión, donde actuaba de figurante, ya no tuvo ninguna duda. Ella era la 'Lolita' soñada. Aun así, el meticuloso Kubrick le exigió hacer pruebas, algunas de ellas en biquini y ver como se desenvolvía al lado del maduro James Mason.

El propio Nabokov dio su aprobación a la actriz. La madre de la pequeña consultó a su pastor si era bueno que su hija interpretase a la adolescente que obsesiona sexualmente al maduro e intelectual Humbert Humbert, personaje que interpretaba James Mason en una película de grandes connotaciones eróticas. Contra todo pronóstico, el pastor dio su aprobación.

Lyon tenía 15 años y debía interpretar un personaje que al comienzo de la novela tenía 12 años y 17 cuando finaliza. Se convirtió instantáneamente en la sensación morbosa de Hollywood, logrando el Globo de Oro ​a la mejor actriz revelación gracias a su papel de Dolores Haze, Lolita. Se dio la circunstancia que en el estreno del filme se organizó un enorme tumulto en la puerta del cine. Sue Lyon no pudo entrar a ver la proyección, pero no porque se lo impidiese la gente sino la ley. La película estaba prohibida para menores de 16 años y la actriz solo tenía 15. 'Lolita' tuvo críticas muy tibias, pero fue un enorme éxito de taquilla. Su personaje ha dado nombre desde entonces a cuantas adolescentes seductoras a medio camino entre la ingenuidad y la perversión han aparecido.

Aquel papel encasilló a la actriz, que pasó a ser vista como una sugerente, atractiva y joven actriz devoradora de hombres maduros, por lo que en 1963 el director estadounidense John Huston le otorgó el personaje de joven seductora en 'La noche de la iguana', donde la víctima de su seducción era Richard Burton. Antes, con 20 años, se había casado por primera vez con su novio, el actor y futuro guionista de 'Blade Runner', Hampton Fancher, pero el matrimonio sólo duraría dos años. Con 'La noche de la iguana' triplicó su salario de 'Lolita'. Por aquella cobró 25.000 dólares y por esta, 75.000. Lyon se comportó durante el rodaje como una niña mimada que exigía todo tipo de caprichos que desesperaban a John Huston.

Sue Lyon maduró a la fuerza cuando su hermano mayor falleció y ella se pasó dos años en silla de ruedas como consecuencia de un accidente de coche. A finales de la década de los 60, interviene en apreciables películas como '7 mujeres' (1966) de John Ford, 'Hampa dorada' (1967) de Gordon Douglas, o 'Un fabuloso bribón' (1967) de George C. Scott. En 1970 se casa con Roland Harrison, fotógrafo de profesión, algo que fue considerado un escándalo para la época, debido a que él era negro. La pareja tuvo una hija llamada Nona y acabó divorciándose un año más tarde. Su carrera cinematográfica declinó en la década de 1970, participando únicamente en papeles secundarios y en varios filmes de serie B. Por otra parte, hizo apariciones especiales en las series 'Police Story' y 'La isla de la fantasía'.

En 1973 tuvo dos contactos con el cine español al rodar 'Tarot', de José María Forqué, junto a Fernando Rey y Gloria Grahame. También encabezó el reparto de 'Una gota de sangre para morir amando', ficción científica deudora de 'La naranja mecánica' de Stanley Kubrick (por entonces prohibida en España), dirigida por Eloy de la Iglesia que fue un éxito de taquilla en nuestro país donde la película fue conocida popularmente como 'La mandarina mecánica'. También en 1973 contrajo su tercer matrimonio con el recluso de la prisión de Colorado, Gary 'Cotton' Adamson, condenado por robo y asesinato, y al que había conocido tras visitar a un amigo en la cárcel. La boda se celebró en la penitenciaría de la misma prisión. Después de lograr que le rebajaran la condena, se estableció en Denver y empezó a trabajar como camarera, aunque acabó divorciándose en 1974, ya que su marido volvió a cometer un robo.

En 1980 hace su último trabajo interpretativo con un breve papel secundario como reportera de televisión en la película de terror 'La bestia bajo el asfalto'. Se casa por cuarta vez con Edward Weathers en 1984, pero su matrimonio apenas sobrevivió unos pocos meses. Finalmente, en 1985 encontró la estabilidad emocional con el ingeniero de telecomunicaciones Richard Rudman, con quien convivió durante 17 años hasta su divorcio en 2002. En 1986, harta de todo se retiró de la profesión y de la vida pública, asegurando que Hollywood la destruyó como persona. Desde entonces vive apartada de todos. Diagnosticada como maníaca depresiva, llegaron a prescribirle un agresivo tratamiento con litio. El silencio y la paz es lo que más ansiaba esta mujer convertida en un juguete roto por culpa de Hollywood.