Secciones
Servicios
Destacamos
Salvador Calvo consiguió nueve nominaciones a los Goya con su ópera prima, '1898. Los últimos de Filipinas'. En su segundo largo, el director madrileño pone cara al drama migratorio en torno a la valla de Melilla con 'Adú', una historia que arranca con un niño ... de siete años y su hermana de trece agazapados en una pista de aterrizaje en Camerún, a la espera de colarse en las bodegas de un avión para entrar en Europa. No demasiado lejos, un activista medioambiental contempla la terrible imagen de un elefante, muerto y sin colmillos. No solo tiene que luchar contra la caza furtiva, sino reencontrarse con los problemas de su hija recién llegada de España.
Al mismo tiempo, a miles de kilómetros de allí, en Melilla, un grupo de guardias civiles se prepara para enfrentarse a la muchedumbre de subsaharianos que ha iniciado el asalto a la valla. Tres historias unidas por un tema central, en las que ninguno de sus protagonistas sabe que sus destinos están condenados a cruzarse y que sus vidas ya no volverán a ser las mismas.
Producida por Telecinco Cinema y rodada entre Benín, Melilla, Marruecos, Murcia y Madrid, 'Adú' pretende ofrecer una visión poliédrica de la inmigración. Luis Tosar, Anna Castillo y Álvaro Cervantes protagonizan este drama que busca la autenticidad documental y que encontró a la pareja de niños protagonistas en las calles de Parakou, al norte de Benín.
«'Adú' está inspirada en una de las historias que conocí de cerca mientras rodaba 'Los últimos de Filipinas' en Santa Lucía de Tirajana (Canarias)», relata el director. «Al lado hay un pueblecito que se llama Vecindario, donde tiene su sede la ONG CEAR. Allí llegan muchísimas pateras a recibir asilo en los primeros meses. La historia de uno de esos niños sirvió de inspiración para 'Adú'. Este crío venía con su madre y con sus dos hermanas. A los dos días le descubrieron diciéndole 'señora Joella', y ella le contestó 'aquí llámame mamá'. Entonces empezaron a investigar y vieron que no era su hijo y que lo traía para una red de tráfico de órganos. Lo que pensaban hacer con el niño era desguazarle y vender sus órganos. Tras descubrir el engaño, la mujer fue detenida y el niño enviado a un orfanato de París». Salvador Calvo también considera oportuno un filme que llega «cuando hay una criminalización de los 'menas', como si todos se dedicaran a delinquir».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.