Secciones
Servicios
Destacamos
María Estévez
Los Ángeles
Sábado, 11 de marzo 2023, 20:13
De Cate Blanchett dijo el actor Russell Crowe: «es la criatura más espectacular que jamás haya pisado el planeta». A pocas horas de conseguir el que podría ser su tercer Oscar, la actriz se sinceró ante un grupo de periodistas. Con profesionalidad, aplomo e indiscutible ... encanto, Blanchett se mostró como lo que es, la gran estrella de Hollywood del momento.
La australiana recibió su primera nominación al Oscar en 1998 con su papel en 'Elizabeth'. «Desde el principio, me di cuenta que debía ser activa y no contemplativa con mis personajes. Me he dedicado a buscar papeles diferentes, porque, si dejas a otros elegir, acabas con el mismo personaje vestido con distintos disfraces», asegura hoy.
En lugar de aceptar esos papeles, dejó atrás a la Reina de Inglaterra y se sumó al elenco de 'El talento de Mr Ripley' en lo que ella considera «un pequeño papel con el que poner distancia con 'Elizabeth'». Aceptando su lugar en la meca del cine, Blanchett admite que le gustaría cambiar el sistema de premios. «No me gusta pensar en mi legado, no me gusta enfrentar mi carrera en esos términos. Creo que así puedo eludir la presión», plantea.
Blanchett está siendo reconocida este año por su interpretación de la ficticia compositora clásica de renombre mundial, Lydia Tár, en la cinta 'Tár' de Todd Field. La actriz describió su personaje como «una maestra en su oficio, aunque es una de las mejores intérpretes de música clásica del mundo... en cierto modo, su mejor interpretación es ella misma».
Mientras reflexionaba sobre esta «experiencia completamente única en la vida», la australiana reveló que tuvo que aprender piano, alemán, y técnicas de dirección orquestal sólo para entender el proceso de su personaje en la película. Su enorme talento se define gracias a ese envoltorio de capas de sentimientos que van desprendiéndose según evoluciona en cada una de sus interpretaciones.
Blanchett se graduó en 1992 de la escuela de drama de Australia y seis años más tarde consiguió su primera nominación al Oscar gracias a su interpretación el filme 'Elizabeth', desde entonces la hemos visto en la trilogía de 'El Señor de los Anillos', 'Verónica Guerin', 'El regalo', 'Desapaciones' y, por supuesto, 'El aviador' donde convertida en Katharine Hepburn consiguió su primer Oscar de la mano de Martin Scorsese.
Después llegaría su segunda estatuilla por 'Blue Jasmine' y otra nominación por 'Carol'. «En los tiempos que vivimos, cualquiera que tenga una existencia en la pantalla puede generar intimidad con el público. Yo no me siento un icono, ni pienso en ello. Cuando trabajas en una película las horas son largas y el sentimiento es intenso y fascinante», explica.
Activista humanitaria, madre trabajadora y muy elegante, Blanchett ha conseguido tanto en su carrera y en su vida personal que haría palidecer a Lydia Tár en comparación. «He tenido mucha suerte, lo reconozco. Me ha tocado vivir en una época en la que me han surgido muchas oportunidades. Para mi es un honor estar nominada al Oscar en un año en el que hay muchas actuaciones excepcionales por mujeres muy diferentes y con una gran proyección artística».
Para ella actuar es «una especie de ejercicio físico necesario y visceral. Un estudio antropológico donde puedes excavar un personaje o un conjunto de relaciones». «En los últimos 30 años mi pasión en la industria del cine ha sido el oficio de la actuación, y esta pasión me ha llevado a buscar papeles que profundicen y desafíen este oficio, si al hacerlo, fracasas no importa. Si fallas, fallas, pero a veces funciona», asegura Blanchett.
A renglón seguido reveló que 'Tár' la consumió por completo. «Todos estamos llenos de contradicciones e hipocresías. Nadie es perfecto y Linda Tár tampoco lo es por mucho que lo parezca. Este filme me ha escupido a la cara y ahora no estoy segura de dónde estoy. Me ha cambiado mi sentido de lo que es posible, pero fue Todd Fields quien ha hecho que me sienta así», apuntó refiriéndose a uno de sus más fieles admiradores, el cineasta tras 'Tár'.
Blanchett concluyó encadenando agradecimientos al compositor de la película, al editor, al diseñador de producción, al diseñador de vestuario, a la Orquesta Filarmónica de Dresde, y al público.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.