Leticia Dolera superstar

La estrella de la función es, sin duda, Leticia Dolera, que ha tenido la inteligencia de aceptar un papel que juega con la imagen que tenemos de ella desde que se ha significado como activista del feminismo. Su personaje de cómica de monólogos contratada para seducir a una estirada ejecutiva (Amaia Salamanca) es al mismo tiempo Annie Hall y Woody Allen, una bohemia encantadora, despreocupada y en apariencia naif, pero con la agudeza necesaria para reírse de las comedias románticas y del discurso feminista.

Javier Rey, el Sito Miñanco de 'Fariña', ensayando un nuevo y loco registro y Dani Pérez Prada en la piel de un almirante de peli de Jerry Lewis son algunas agradables sorpresas de una farsa que demuestra la cinefilia de su directora. Otra cosa es que el gran público que espera una comedia más de estética televisiva acepte el tono juguetón y guasón de este Blake Edwards en la era de Tinder.