Karla Sofía Gascón: «Trump y Bolsonaro son una mezcla de caciques de pueblo y fascistas de nueva generación»

Gascón está condenada a hablar no tanto del 'narcomusical' de Jacques Audiard, sino de su condición de persona trans, a pesar de que no se siente portavoz de ningún colectivo. «No me puedo erigir como representante de alguien que no me ha elegido democráticamente», justifica. Los ataques que sufre en las redes sociales forman parte, según ella, de una «campaña organizada, porque soy yo la protagonista de la película». A la felicitación del presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, en X contestaba: «Queda mucho por avanzar. Demasiado odio en este mundo, demasiada maldad, pero he aquí una señal de que el mundo puede cambiar».

Justo cuando Trump asume la presidencia de Estados Unidos, 'Emilia Pérez', la historia de un narco mexicano que decide convertirse en mujer, acapara 13 nominaciones a los Oscar, un récord para una película no hablada en inglés. Es como si Hollywood se posicionara en contra de la agenda de Trump. «Yo vengo siendo nominada en todos los festivales y premios, no creo que tenga mucho misterio que también lo fuera en los Oscar», reflexiona su protagonista. «Mi sexualidad y mi color de pelo no tienen nada que ver con mi actuación. Los votantes de la Academia están emocionados con mi trabajo, así me lo confirman cuando los conozco en persona. Creo que es un trabajo histórico por muchos factores, mi actuación es increíble».

Karla Sofía Gascón admite que le hubiera gustado más que su histórica nominación, la primera para una actriz trans, «no hubiera coincidido con la llegada de este señor». «De todas formas, servirá de revulsivo; como dije en los Globos de Oro, es la lucha del bien contra el mal». Y se explaya: «Hay personas retrógradas, con poca capacidad mental, que están en contra de la libertad, del amor y de una sociedad justa e igualitaria. La nominación al Oscar la he recibido entre insultos, amenazas de todo tipo y vejaciones. Y vienen de gente muy cercana a ese señor, es obvio».

Entre las primeros decretos que Trump ha firmado al llegar al poder por segunda vez figuran recortes a colectivos vulnerables, como el LGTBIQ+. La protagonista de 'Emilia Pérez' siente «lástima que ocurra en un país como EE UU, que es un referente mundial». «Trump, Bolsonaro... Todos son una mezcla de caciques de pueblo y fascistas de nueva generación, que se están apoderando de las instituciones en muchísimos países. Venden odio que otros les compran con una facilidad tremenda, sin entender que, al final, ese odio va a perjudicar a los que los votan. No entiendo que sigamos cometiendo los mismos errores del pasado».

La mejor actriz en los Premios del Cine Europeo reconoce que defiende con tanta convicción su labor en el filme de Audiard que muchos le dicen si no tiene abuela. «Reto a que me demuestren que no soy una señora o una actriz que no merece este reconocimiento. Me pueden mostrar una foto mía de hombre hace veinte años, pero la ciencia avanza, ya no es la biología que nos enseñaban de parvulitos». En vez de hablar de cine, Karla Sofía Gascón parece condenada a defender al colectivo trans. «No es normal que me sienta en una especie de apartheid, como si fuera la culpable de los males de este mundo».

Pedro Sánchez, Antonio Banderas, la ministra de Cultura francesa... La actriz, de 52 años, prefiere destacar los mensajes de cariño en vez del vómito de los 'haters'. Y de entre todos ellos, siente como muy especial la felicitación de Penélope Cruz, ganadora de un Oscar, con quien llegó a coincidir de joven cuando ambas tomaban el autobús en Alcobendas, donde Gascón vivía junto a su mujer, su hija y sus dos gatos. «Adoro a Penélope, ojalá podamos trabajar juntas algún día», confía. «Estoy muy orgullosa de todo lo que ha conseguido por España. Coincidimos muy poco, solo en algún casting, pero ya notabas su determinación, tenía claro qué quería conseguir en su vida».

La protagonista de 'Emilia Pérez' luchará por la estatuilla como mejor actriz en la gala que se celebrará el próximo 2 de marzo en Los Ángeles contra Cynthia Erivo ('Wicked'), Mikey Madison ('Anora'), Demi Moore ('La sustancia') y Fernanda Torres ('Aún estoy aquí'). «Con Demi Moore me escribo todos los días, estamos echándonos flores constantemente. Es una de las señoras más amables y cariñosas que me he encontrado en Hollywood», describe en referencia a la que parece su principal rival. El buen rollo en persona, explica, se convierte en odio si hablamos de redes sociales. «Me siento atacada y cansada. Cuando no son los haters que te llaman hombre son los coleguitas de México o los de extrema derecha», lamenta. «Las redes no son la realidad. X está llena de falsedades, da asco. Si para destacar tu trabajo tienes que menospreciar a otras personas es que ese trabajo no es muy válido».

Por otro lado, Karla Sofía Gascón también asume que ese odio le funciona «como gasolina» para no callarse. Todo lo que está viviendo lo considera una recompensa para una carrera que comenzó en España y prosiguió en México, donde logró la estabilidad profesional. Su vida cambió por completo en 2018, cuando inició su transición en la Unidad de Identidad de Género de Madrid y dejó de llamarse Carlos Gascón. «Mi éxito de ahora es mi fracaso anterior. Se produce porque soy yo misma y no me dejo manipular por nadie». Ella no busca agradar, sino que la quieran por como es.

Su siguiente proyecto, 'Las malas', dirigido por Armando Bó, adapta una novela de Camila Sosa centrado en una comunidad de travestis en Córdoba (Argentina). «Lloré al leer la novela por la violencia que sufren las protagonistas», confiesa. «Yo afortunadamente no he tenido que estar en la calle ni me han violado, porque las personas en mi misma situación en España están relegadas a las esquinas. Y ya está bien. Hay gente que quiere controlar los cuerpos de los demás porque así controlan las mentes».

A Karla Sofía Gascón, describe, no le tratan igual antes de haber visto 'Emilia Pérez' que después. «Los mismos que no te hacían caso ahora te vienen a felicitar». Energía suficiente para acometer una campaña agotadora en Los Ángeles hasta el 2 de marzo, promete, tiene de sobra. «Hoy me me he levantado a la una de la mañana y a las cinco estaba caminando por la playa. Ni como, ni duermo, ni nada. A ver si así adelgazo para que me valgan los vestidos...».