El popular comisario francés protagonista de varias novelas negras con peso internacional es encarnado por Gerard Depardieu, el rostro ideal para enfatizar la fatiga existencial del investigador creado por Georges Simenon
Una profunda melancolía atraviesa esta particular adaptación de uno de los casos del famoso comisario francés, creado por el novelista Georges Simenon. Partiendo de 'Maigret y la joven muerta', Patrice Leconte, director, guionista y actor galo, de amplia trayectoria, especialmente bregado en el ámbito de ... la comedia, apuesta por el drama y la atmósfera, desgranando una investigación que, como en todo buen thriller, es la excusa perfecta para retratar el comportamiento humano. En la carrera del realizador figuran títulos reconocidos como 'Monsieur Hire', 'El marido de la peluquera', 'La chica del puente' o 'El hombre del tren', de éxito internacional. Aquí se centra especialmente en la figura del investigador protagonista, un hombre cansado, desencantado ante la escasa empatía que le rodea, horrorizado ante el último crimen que tiene que resolver. Una chica joven, anónima, aparece muerta a cuchilladas en el París de los años 50. Va vestida con un traje caro y elegante, de diseño exclusivo, pero las primeras indagaciones en la tragedia indican que la muchacha apenas tenía qué llevarse a la boca. Esmirriada, casi famélica, su hermosura y candor embriagan al policía, encarnado con un apabullante físico por el gran Gerard Depardieu.
'Maigret' es cine negro a la vieja usanza, atmosférico, aunque Leconte tira de zoom y movimientos nerviosos de cámara de vez en cuando para tener los pies en el nuevo siglo. Estos recursos contribuyen al desconcierto que muestra a veces el rol principal, un sujeto sensible que vive el terror cada día en las calles de la capital de Francia. Es habitual que se sienta apesadumbrado por las víctimas, pero la sensación de tristeza le pesa cada vez más. Depardieu, certero en el toque crepuscular de su personaje, deviene un tipo paternalista al que le puede cada vez más la vida, rodeado de estulticia. La memoria acumula hechos terribles que rememora en cada asesinato y la intriga que tiene entre manos le recuerda inevitablemente a un pasaje de su propia historia. El retrato de los años 50, así como el uso de la banda sonora, contribuye a crear un ambiente tan refinado como sórdido cuando toca. Aurore Clément ('Barbara'), Mélanie Bernier ('Tras la pared'), Jade Labeste ('Nos vies formidables') y Anne Loiret ('Promesas de París') acompañan en su gesta al veterano astro francés, en cuyos hombros y semblante se apoya un filme recomendable, de ritmo tolerable, que cuenta con un desfile de artistas de reparto reseñable.
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