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Una inocente película de dibujos animados, 'Trolls 2', ha desencadenado el mayor terremoto en Hollywood en muchos años. De la resolución de esta guerra dependerá la hasta ahora inmutable ley no escrita que regía en la Meca del Cine, por la que las ventanas ... de exhibición, esto es, el tiempo que transcurre entre que una película se estrena en diferentes formatos, eran inmutables. La pandemia, que obligó a cerrar las salas y ha constituido un maná para las plataformas de streaming, también se cobrará vidas en la industria del entretenimiento.
Todo empezó con unas declaraciones de Jeff Shell, el máximo ejecutivo de NBC-Universal, al 'Wall Street Journal'. El CEO del mítico estudio fundado en 1912, uno de los cinco 'grandes' de Hollywood, destacó que una de sus producciones, 'Trolls 2. Gira Mundial', había obtenido más de 100 millones de dólares gracias al alquiler durante sus tres primeras semanas en plataformas en Estados Unidos y Canadá. En vez de esperar a la reapertura de las salas, Universal decidió ofrecer el filme en internet a un precio de 19,99 euros que permitía verlo durante 48 horas.
Las abultadas recaudaciones, superiores incluso a las que podría haber obtenido en los cines, llevaron a Shell a replantearse su modelo de negocio: «Tan pronto como los cines vuelvan a abrirse, estrenaremos las películas directamente en los dos formatos», prometió. El éxito de 'Trolls 2', que en España llega a las salas el 23 de octubre, debe mucho a la particular situación actual, con las familias confinadas en sus casas y devorando audiovisual sin parar. Una película de dibujos para niños tenía todas las de ganar, a pesar de un precio que equivale a la suscripción mensual a dos plataformas.
La respuesta al desafío de Shell, que por cierto ha dado positivo por coronavirus, no tardó y llegó de AMC, la mayor empresa de cines del mundo. Su director ejecutivo, Adam Aron, ha anunciado que no proyectará en sus salas ninguna película de Universal. «Los comentarios de Jeff Shell acerca de las acciones unilaterales y las intenciones de Universal no nos dejan elección. Así pues, y con efecto inmediato, AMC no proyectará ninguna película de Universal en EE UU, Europa u Oriente medio». Y avisa de que el boicot se extenderá «a toda productora de cine que abandone unilateralmente las prácticas actuales sobre ventanas de exhibición».
AMC, cuyo accionista mayoritario es la multinacional china Wanda, posee más de 8.600 pantallas en EE UU y 2.200 en Europa. En 2016 absorbió al grupo exhibidor UCI, lo cual la convierte en propietario de la cadena española Cinesa. Y por si su poder no fuera suficiente, Cineworld, propietario de Regal Entertainment, se ha sumado también al boicot a los productos de Universal tras el anuncio de que sus filmes llegarán al mismo tiempo a los cines y al VOD (Video on Demand). «La decisión de Universal es completamente inapropiada y, desde luego, no tiene nada que ver con las buenas prácticas empresariales, las alianzas y la transparencia», condena Regal, espantada de que el estudio no respete a partir de ahora los 90 días que separan el estreno en pantalla grande de su desembarco digital.
Con más de 7.000 pantallas en Estados Unidos, Regal remarca que no exhibirá ninguna cinta que no respete las ventanas porque «no tiene ningún sentido económico para nosotros». Recuerda que no hay ningún sitio mejor para ver las películas que los cines y lamenta que Universal haya tomado esta decisión de manera unilateral «cuando nuestro negocio está cerrado, sus 35.000 trabajadores en sus casas y sin que tengamos una fecha clara para la reapertura». Si las dos principales cadenas de cine cumplen su amenaza, Universal lo tendrá muy complicado para rentabilizar los previsibles taquillazos que tiene en cartera: la novena entrega de 'Fast & Furious' (2 de abril de 2021), 'Minions: The Rise of Gru' (2 de julio de 2021), 'Sing 2' (22 de diciembre de 2021) y 'Jurassic World: Dominion' (junio de 2021).
¿Gana alguien en esta batalla?, se pregunta 'Variety', la 'biblia' de la industria. Durante décadas los cines han tenido prioridad a la hora de estrenar películas antes de llegar a los hogares. La sala oscura proporciona la mayor rentabilidad, aunque los estudios insisten en los últimos años en recortar la ventana de exhibición para reducir los gastos de márketing. Las salas creen por el contrario que el público no acudiría si sabe que en pocos días puede disfrutar la película desde el sofá de su salón. Además, los cines se enfrentan a un periodo de crisis e incertidumbre al tener que implantar en sus locales protocolos de seguridad y reducciones de aforo a causa del coronavirus.
Mientras, plataformas como Netflix, que ha sumado 16 millones de abonados durante la pandemia, necesitan ofertar contenidos sin descanso para seducir clientes. Los cinco millones de espectadores que han alquilado 'Trolls 2' en VOD premium se han dejado 100 millones de dólares, de los que Universal se queda el 80%. Si se hubiera estrenado en cines, el estudio solo habría recibido el 50%.
Películas como 'Roma' y 'El irlandés', producidas por Netflix, ya habían puesto sobre la mesa si los Oscar podían seguir ignorando a las producciones de las plataformas y exigiendo que solo compitan por las estatuillas filmes estrenados en salas. La Academia ha suavizado las condiciones este año y permitirá de manera excepcional que cintas estrenadas en plataformas compitan por los Oscar, sin necesidad de que se hayan visto en un cine del condado de Los Ángeles durante al menos siete días consecutivos, como era necesario hasta ahora. Eso sí, debe haber tenido previamente planeado un estreno en cines que no ha sido posible por la pandemia y seguir cumpliendo con todos los demás requisitos previos. Una vez termine la situación creada por el Covid-19 se volverá a exigir el estreno en salas.
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