'Hogar', tremendo hogar

Este miércoles se estrenó directamente, sin pasar por las salas, 'Hogar', la última propuesta de los hermanos Pastor, Álex y David, responsables de 'Infectados' y 'Los últimos días', dos películas aceptables cuyas tramas, con pandemias de por medio, van que ni pintadas para el actual momento que estamos viviendo. Su último filme, superior a los anteriores, es número 1 en la lista nacional de Netflix, lo que supone una alegría para el audiovisual nacional en época de crisis. A falta de saber cómo cambiarán los hábitos de consumo cuando salgamos a la calle tras el confinamiento, con la costumbre social de ir a las salas de cine ya tocada de antemano, queda más que asimilado que vamos a degustar muchos lanzamientos cinematográficos en la Smart TV -por mencionar un dispositivo decente y no tender a la miniaturización millennial-, sin que antes pasen por el circuito de exhibición convencional. Esto no quita, como ya hemos comprobado con 'El irlandés' o '6 en la sombra', que sean proyectos con una llamativa calidad técnica y sobrado presupuesto. 'Hogar' está cuidada al máximo en este sentido (hay un accidente de coche impactante, que duele de verdad), y juega con el formato panorámico de tal manera que se echa un poco en falta no poder disfrutarla en pantalla grande. Los proyectores también están en auge en los domicilios, a pesar de que no son, exactamente, un pequeño cine. El ritual sigue siendo diferente.

Si en 'Infectados' los hermanos Pastor, siempre firmando al alimón el guión y la dirección, se basaban en la extensión de la gripe aviar para hacer una película de zombis a su manera, y en 'Los últimos días' una misteriosa enfermedad asolaba el planeta, en 'Hogar' han optado por otro tipo de virus, «el qué dirán» y la destrucción de la clase media. Para llevar a buen puerto sus intenciones se han cubierto bien en el apartado actoral con el siempre eficiente Javier Gutiérrez, cuya prolífica filmografía ha demostrado de sobra su capacidad para meterse en la piel de personajes inquietantes y manipuladores ('El autor', la serie 'Vergüenza'). Le acompaña en la cumplidora tarea Mario Casas, intérprete a reivindicar que firma buenos papeles cuando hay un director decente detrás ('Grupo 7', 'Las brujas de Zugarramurdi').

Los Pastor manejan bien los silencios para representar el estado anímico del rol principal, un publicista en horas bajas, sin trabajo, que ve como sus vida va rompiéndose en pedazos. No acepta la realidad, su estatus cae en picado y los problemas en casa se acrecientan dada la situación. Lejos de hacer un ejercicio de autocrítica e intentar cambiar su comportamiento, decide echar la culpa a los demás y opta por dejarse llevar por sus frustraciones hasta el punto de querer destrozar la existencia de los nuevos propietarios de su antigua vivienda. 'Hogar' empieza, precisamente, con un spot de una familia feliz en su pisito burgués ideal, todo lo que anhela el vengativo protagonista. La espiral de mentiras es de imaginar, con la tensión oportuna y la irrupción de un secundario enfermizo que enturbia aún más la trama. Funciona como thriller, con tics propios del género, exprimidos con pulcritud. Quizás se le puede reprochar la falta de riesgo, pero su solvencia es evidente. Habrá quién la relacione con la inmensa 'Parásitos'.

'Hogar' está disponible en Netflix.