Gene Tierney, la más bella de todas
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La actriz, uno de los rostros perfectos del Hollywood dorado, protagonizó 'Laura', 'El diablo dijo no' y 'El telón de acero', entre otras películasSegún el productor Darryl F. Zanuck, fue «incuestionablemente la mujer más bella de la historia del cine». Su bellísimo rostro cautivó incluso a John Fitzgerald Kennedy. Era Gene Tierney, uno de los rostros más perfectos del Hollywood dorado, con el añadido de que, ... a diferencia de otras estrellas de la época, ella sí que sabía actuar. Tierney fue una gran actriz, aunque su reinado fuese efímero.
Gene Eliza Tierney nació en Brooklyn, Nueva York, 19 de noviembre de 1920, hija de un acaudalado hombre de negocios. Su selecta posición social y su esmerada educación, primero en Europa, en Suiza, y luego en Connecticut, no parecían predestinarla al mundo del espectáculo. Como en las mejores historias de Hollywood, la casualidad jugó una baza importante: durante una visita a un estudio, el director Anatole Litvak le dijo que debería ser una estrella del cine. A los 18 años llegó a Nueva York y tomó Broadway al asalto. Contratada provisionalmente por la Columbia sin que el estudio le diese trabajo (lo que aprovecho el multimillonario Howard Hughes para abordarla), Gene Tierney tuvo que volver al teatro antes de que el todopoderoso Zanuck la contratase en exclusiva para la Fox.
Ya desde su primera película es la protagonista femenina de sus películas. Debuta con 'La venganza de Frank James', de Fritz Lang (1940), donde comparte cartel con Henry Fonda. Al año siguiente comparte cartel con Paul Muni, en 'El renegado', de Irving Pichel. Desde ese momento va a intervenir en películas importantes como 'La ruta del tabaco', de John Ford o 'El embrujo de Shanghai', de Josef von Sternberg.
Su primitiva belleza de rasgos orientales la empujan al principio a papeles de exótica indígena o mestiza, como en 'El hijo de la furia' (1942), junto a Tyrone Power, de John Cromwell, película que la consagró definitivamente, 'El filo de la navaja' (1946), de Edmund Goulding, o 'Ese impulso maravilloso' (1948), de Robert B. Sinclair.
Con Dana Andrews, interviene en 'Laura' (1944), de Otto Preminger, la película que más fama le otorga, y por la que más se la recuerda. La cinta comienza cuando una elegante y seductora mujer aparece muerta en su apartamento. Un detective elabora un retrato mental de la joven a partir de las declaraciones de sus allegados. El sugestivo retrato de Laura, que cuelga de la pared de su apartamento, también le ayuda en esta tarea. El éxito provoca que vuelva a encabezar reparto con Dana Andrews en 'Al borde del peligro', de nuevo a las órdenes de Otto Preminger, y en 'El telón de acero', de William A. Wellman. 'Laura' es una de las más inolvidables películas de la historia del cine, obra maestra del cine negro, y solo por ella Gene Tierney tendría ya un puesto asegurado en la historia del Séptimo Arte.
Los años cuarenta se convierten en una década muy fructífera, trabajando en clásicos como la comedia 'El Diablo dijo no' (1943) de Ernst Lubitsch, en esta ocasión donde compartía cartel con Don Ameche, el melodrama 'Que el cielo la juzgue' (1945), de John M. Stahl donde compone uno de sus pocos papeles de malvada, en este caso atormentando a su marido, interpretado por Cornell Wilde; Tierney es a su vez atormentada por su malvado marido, interpretado por Vincent Price, en 'El Castillo de Dragonwyck', de Joseph Leo Mankiewicz. Repite con este director en 'El fantasma y la señora Muir', donde el fantasma era genialmente interpretado por Rex Harrison. Cerraría esta gloriosa década para ella con 'Vorágine', de nuevo dirigida por Preminger.
Aunque Gene Tierney tuvo muchos pretendientes, fue el famoso diseñador de Hollywood Oleg Cassini quien se la llevó al altar cuando tenía veinte años. Tuvieron dos hijas: la primera, Daria, con discapacidad mental, sordomuda y ciega producidos por el contagio de rubeola que sufrió Tierney de una admiradora en un acto que la besó efusivamente en la mejilla. Esto fue un duro golpe para ella, lo que posteriormente le ocasionó trastornos psíquicos; su segunda hija llamada Cristina, nació fuerte y sana. Oleg y Gene se divorciaron en 1952.
La década de los años 50 comienzan para la actriz con otro clásico, 'Noche en la ciudad', de Jules Dassin, con Richard Widmarck, si bien la importancia de sus títulos en los años cincuenta es bastante menor a la de los años cuarenta. Trabaja con el cómico Danny Kaye en 'En la Costa Azul' (1951); con Ray Milland en el drama 'Cerca de mi corazón' (1951), de William Keighley; y en la exótica 'Martín el Gaucho' (1952), de Jacques Tourneur. Es en esos años cuando comienza a trabajar para la Metro Goldwyn Mayer y con dos de sus principales estrellas: con Spencer Tracy, en 'La aventura del Plymouth' (1952), de Clarence Brown, y con Clark Gable, en 'No me abandones' (1954), de Delmer Davis.
Gene Tierney inicia una tormentosa relación con Ali Khan, a la vez que se acrecientan sus problemas de salud, con lo que sus trabajos se van a ir espaciando. Tiene un papel destacado en la superproducción 'Sinuhé el egipcio' (1954), de Michael Curtiz, y en 'La mano izquierda de Dios' (1955), de Edward Dmytryk, con Humphrey Bogart de protagonista. Su carrera se rompe abruptamente ese año. Se interna voluntariamente en una institución para pacientes con trastornos mentales, en Idaho, para recuperarse de la depresión sufrida por su ruptura definitiva con Ali Khan y, tras un sinfín de tragedias personales y desengaños amorosos con ataques de pánico. Se recupera y vuelve al cine a principio de los sesenta para trabajar de nuevo con Otto Preminger, el director que mejor la entendió, en la película 'Tempestad sobre Washington'. Dos películas más realizaría antes de retirarse del cine: 'Juegos en el Ático', de George Roy Hill y 'En busca del amor', de Jean Negulesco. Su belleza permanecía intacta.
A principios de los 60, Tierney contrae nuevo matrimonio con un magnate del petróleo, W. Howard Lee, quien la dejaría viuda en 1981. W. Howard Lee, había estado casado con la actriz Hedy Lamarr, desde 1953 hasta 1960. Desde entonces realiza apenas un par de apariciones en alguna serie de televisión. En sus últimos años, se mantiene muy activa escribiendo en un diario de Houston acerca de sus propias investigaciones para el estudio de la salud mental, y organiza varias cruzadas a favor de los niños que requieren educación especial. Se sentía inmensamente feliz con la posibilidad de ayudar a quienes, como ella, sufrían padecimientos similares. Su muerte, por un enfisema, se produce en Houston, Texas, el 6 de noviembre de 1991, cuando contaba setenta años de edad. Siempre fue la más bella.
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