'Foto de familia': tragedia, comedia y duelo

Drama y comedia se entrelazan en 'Foto de familia', otra emotiva propuesta con etiqueta gala que se inspira en los tejemanejes familiares para buscar la risa cómplice y explorar nuestro comportamiento en grupo. No es la primera vez en la ficción, ni será la última, en que se nos presenta a varios hermanos que se reencuentran, tras un tiempo distanciados, debido a la muerte de una persona allegada. El trío protagonista de esta apuesta emotiva, escrita y dirigida por Cécilia Rouaud, nunca se han sentido cercanos a sus semejantes. Los lazos emocionales que supuestamente les unen son invisibles, o directamente inexistentes. Sus ancestros, separados desde hace tiempo, no han empleado energía alguna en fomentar la unión de los suyos, pero el funeral por la muerte del abuelo plantea una problemática de la que es difícil escabullirse. La abuela se queda sola y alguien tiene que ocuparse de su bienestar. La inevitable reunión pone sobre la mesa conflictos sin resolver. «Tengo la sensación de que todos estamos marcados de forma duradera por nuestra historia familiar», cuenta la directora, que firma su segunda película tras 'Je me suis fait tout petit'. «Es más o menos simple, más o menos complicado, pero siempre íntimamente ligado a quiénes somos y a las elecciones que hacemos. Siento que todos terminamos volviendo a ella y casi nunca salimos de ella. Quería hacer una película que dijera cómo, potencialmente, podríamos salir...».

'Foto de familia', presentada en el festival de cine de Angoulême, tierna en su exposición de un clan familiar en descomposición, goza de un elenco espectacular, grandes figuras del cine francés como la exquisita Vanessa Paradis (no se pierdan 'Knife+Heart', estrenada directamente online), Camille Cottin ('Vacaciones con mamá'), Pierre Deladonchamps ('El desconocido del lago'), Jean-Pierre Bacri ('Llenos de vida') y Chantal Lauby ('Dios mío, ¿Pero qué te hemos hecho?'). El filme presenta a cuatro generaciones. «No importa la edad que tengamos y los problemas familiares que no hayamos podido resolver, todos seguimos siendo, hasta el final, el hijo de nuestra madre o el padre de su hijo», continúa Rouaud, quien emplea el humor para tratar un tema muy serio. En su historia algunos personajes se cuestionan cómo son como padre o madre, y cómo se comportaban como hijos.

«Soy totalmente fanática de las primeras películas de Woody Allen, que creo que es el pináculo de reír con todo», señala Rouaud, que encuentra en el humor una forma sana de comunicación. «Me encantan las películas de Pierre Salvadori, las de Noah Baumbach y Sam Mendes, todo este cine estadounidense independiente que sabe filmar tan bien en el medio: el malestar y la risa, la alegría y la tristeza, lo divertido y lo tierno». Paradis encarna a una mujer que trabaja haciendo de estatua viviente para los turistas, algo que avergüenza a su hijo. «Hay pros y contras para cada generación de padres con sus hijos», concluye la directora. «Creo que la humanidad en general está avanzando, ¡es bueno saber que no debes golpear a tus hijos o encerrarlos en un armario!, pero también creo que, sean cuales sean las recomendaciones, y sea cual sea la naturaleza de nuestro conocimiento pedagógico, hay una gran parte de lo que transmitimos a nuestros hijos que se nos escapa y se nos escapará para siempre. No necesariamente sabemos dónde lo vamos a hacer mal, ¡pero necesariamente lo haremos mal! Y eso está bien siempre que pueda, en el momento adecuado, reconocerlo y, quizás, ayudar a solucionarlo». El mensaje está claro.