Paso a paso a lo largo de su carrera, el esfuerzo del director de 'Guardianes de la Galaxia' se ha visto recompensado con su versión de 'El escuadrón suicida', un delirio rodado con grandes medios donde los villanos toman protagonismo frente a tanto superhéroe traumatizado ... sin sentido del humor. Son malvados porque el mundo los ha hecho así, pero tienen su corazoncito. El único lastre de este lanzamiento estival por todo lo alto es 'Escuadrón suicida', de la que no es una secuela al uso. Su estreno en el verano de 2016 fue la noticia cinematográfica del año. Sembró la curiosidad en el personal poco a poco, desde que saltara la polémica en las redes sociales, faltaría más, con la imagen de Joker, encarnado con el cuerpo tatuado por Jared Leto. Resultó ser un fiasco, antes de que le sepultara del todo Joaquin Phoenix (Zack Snyder lo recuperó simbólicamente en su interminable 'La Liga de la Justicia'). La esperada adaptación de DC Comics a cargo de David Ayer ('Corazones de acero') se estrelló en lo creativo, pero arrasó en la taquilla, donde realmente importa, amparada por una gran campaña final de marketing. El despropósito tuvo alguna virtud, como la presentación al gran público de un personaje con potencial, Harley Quinn, heroína pop donde las haya, símbolo de un discutible empoderamiento para todos los públicos que funciona mediáticamente. Margot Robbie interpreta, con entrega y un toque picante arrebatador, a esta villana de gran guiñol, pizpireta e impredecible, entrañable al fin y al cabo, que regresó a la gran pantalla en solitario, protagonizando 'Aves de presa (y la fantabulosa emancipación de Harley Quinn)', cambiando de vestimenta prácticamente en cada secuencia, rodeada de otras chicas guerreras con ganas de fiesta y sororidad. Ágil, divertida, cargada de humor negro, violencia de pega y feromonas feroces, hubo quien la encontró irreverente y terminó de marcar un tono sardónico que Gunn exprime con algarabía al servicio de Warner/DC Comics.
'El escuadrón suicida' filmado por James Gunn es un festival para los sentidos y se desmarca totalmente de su predecesora (aunque el montaje de Ayer no estaba tan mal, todo hay que decirlo). En la apuesta renovada solo queda Harley Quinn y poco más, inspirándose igualmente en el cómic del mismo nombre publicado por DC Comics. El gobierno de EE.UU. recluta a un equipo de villanos de altura, encarcelados, y los envía a una misión suicida frente a una amenaza extrema a cambio de su redención. Dotados de virtudes inimaginables, el grupo secreto no tiene nada que perder y se deja llevar por la oferta gubernamental. Lo que ocurre después es de imaginar: un espectáculo colosal donde reina el caos, bien entendido, el humor absurdo y la violencia granguiñolesca con una jungla devoradora como escenario principal. La ceremonia catártica la remata un plantel en estado de gracia, fresco y sin pelos en la lengua, con el inmenso Idris Elba a la cabeza. Bloodsport, Peacemaker, Capitán Boomerang, Ratcatcher 2, Savant, Rey Tiburón, Blackguard y Javelin se ponen las pilas para cumplir con su cometido, caiga quien caiga.
Junto a Elba y Robbie completan el nutrido casting John Cena ('Bumblebee'), Joel Kinnaman ('Escuadrón Suicida'), Jai Courtney ('Divergente'), Peter Capaldi ('Guerra Mundial Z'), David Dastmalchian ('Ant-Man y la Avispa'), Daniela Melchior ('Parque Mayer'), Michael Rooker ('Guardianes de la Galaxia'), Alice Braga ('Elysium'), Pete Davidson ('El rey del barrio'), Joaquín Cosio ('Narcos: México'), Storm Reid ('El hombre invisible'), Nathan Fillion ('The Rookie') y Steve Agee ('El hijo'). También figura en el reparto nuestro Juan Diego Botto y, por supuesto, Sean Gunn, hermano del director.
Homenajear cuando toca
James Gunn sabe mucho de pasarlo bien y entretener a los demás, sin dejar a un lado sus filias, sin obsesionarse por copiar a los maestros perdiendo personalidad. Lo suyo es homenajear cuando toca y soltar la artillería cuando es el momento, como bien demostró en 'Guardianes de la Galaxia' (2014) y su secuela. Uno de los mejores saltos de las viñetas a la gran pantalla, uno de los cómics en movimiento más conseguidos de la historia del cine, fue recibido como se merecía, con aplausos y vítores, al ofrecer al respetable un espectáculo abracadabrante, con un ritmo encomiable y una sarta de puntazos referenciales dignos de elogio. Gunn sabe jugar con el tono y no tiene miedo a emplear una buena dosis de humor a la primera de cambio. Sintetiza los códigos de un género hasta el punto de poder darles la vuelta con gracejo. Una manera de entender el cine que rara vez opta a galardones en festivales y esquiva las medallas de la crítica sesuda especializada. Una filosofía, a veces denostada, directa y sincera, que puede casar con el gran público en pos de la evasión y la reflexión.
Gunn no oculta que se lo pasa en grande rodando, como un niño con juguetes caros. Ya lo demostró en su webserie 'PG Porn' (2008-2009), donde se reía de los lugares comunes de la pornografía. De amplia difusión en la red, las piezas tuvieron cierta viralidad gracias a su temática y al indudable ingenio de su responsable. Bajo el sello de su productora The Good Guys, cuenta con otros proyectos difundidos online, entre ellos el piloto de la web sitcom 'Humanzee', un delirio que formaba parte, inicialmente, de una serie de encargos de Microsoft a varios directores. El punto de partida era mezclar humor y terror en diversas piezas cortas para Xbox Live. La ida de olla de Gunn, cuyos comienzos en la Troma –escribió la lisérgica 'Tromeo y Julieta' a mediados de los años 90-, la productora de cine basura por antonomasia, siguen latiendo en su cerebro, puso los pelos de punta a los subordinados de Bill Gates. La empresa censuró el episodio y el director de la estimable 'Super' (2010), una película de superhéroes de ajustado presupuesto tan personal como ácida y demoledora, decidió huir hacia adelante, colgando él mismo en la red, sin cortes, su alocada apuesta. El microfilme, plagado de referencias cinéfagas, sirve de excusa para jactarse sin remilgos de las películas con mascotas humanizadas. El humor negro no se le da nada mal a este polifacético hombre de cine que firmó el guión de 'Amanecer de los muertos', el remake del clásico de culto de George A. Romero, dirigido con buen pulso por Zack Snyder, probablemente su mejor película y el comienzo más escalofriante y poderoso de la historia del cine de horror contemporáneo.
Gunn cuenta con un libro de lectura obligada, 'El coleccionista de juguetes', recomendable para todo amante de la literatura fuera de lo convencional y, sobre todo, de los coleccionistas de cultura basura. Metió mano en los libretos del salto a imagen real de Scooby Doo, adaptaciones a reivindicar, y se despachó a gusto con 'Slither' (2006), aka 'La plaga', un show desenfrenado de gore, caspa y ensayo que retorcía algunos fabulosos tics del celuloide de antaño de serie B multiplicados por mil. 'Guardianes de la Galaxia' arrasó en la taquilla americana, consiguiendo la friolera de 160 millones de dólares en su primer fin de semana de estreno, todo un récord que certificó el tirón inconmensurable de las adaptaciones de Marvel/Disney a la gran pantalla. No deja de resultar interesante que diera el petardazo una versión de un cómic poco conocido para el gran público y, sobre todo, que manejase los hilos un cineasta tan impredecible como Gunn, que da un paso natural en su filmografía con su adaptación sin prejuicios de 'El escuadrón suicida', altamente recomendable.
Harley Quinn, una femme fatale de cómic
De personaje de cómic a heroína de cine, o más bien antiheroína, en la piel de Margot Robbie. Con 'Aves de presa (y la fantabulosa emancipación de Harley Quinn)' consiguió su aventura en solitario para la gran pantalla, librándose de su relación tóxica con el enfermizo Joker. Irreverente en su comportamiento y lenguaje, siempre dentro de los márgenes de lo moralmente correcto, el pícaro personaje se ha convertido en uno de los grandes iconos femeninos del actual cine de superhéroes. Su imagen de desvergonzada femme fatale, con un bate de béisbol en la mano y el pelo de colores, llama poderosamente la atención. Afortunadamente, se ha quitado de encima al payaso loco, al eterno enemigo de Batman, enterrando una enfermiza relación tóxica.
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