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Divertido cine político de terror

Divertido cine político de terror

'The Hunt (La caza)' es uno de los estrenos más frescos de la menguante temporada cinematográfica si hablamos de horror y acción

Jueves, 30 de julio 2020

Atención a la irrupción de 'The Hunt (La caza)', tardía pero oportuna, en la destartalada cartelera, víctima de la pandemia. Si hablamos de horror y acción, estamos ante uno de los estrenos más frescos de la menguante temporada cinematográfica. Además, goza de varios niveles de lectura, todos disfrutables. Habrá quien únicamente se quede con su condición de slasher, con la exposición sucesiva y desproporcionada de asesinatos salvajes, pero este filme de la factoría Blumhouse, la misma productora de éxitos de hechura modesta pero altamente rentables como 'Déjame salir' o la saga 'La purga', con la cual tiene notables puntos en común, ofrece mucho más que un simple espectáculo salvaje con chistes pasados de rosca. De entrada, tiene una mala baba encomiable y se preocupa por meter el dedo en la llaga, en las heridas abiertas de la política actual, con un buen saco de sal. Su ironía no es fácil de digerir, ni algunos de los excesos hemoglobínicos que teatraliza, pero la entretenida barrabasada está rodada con tanta soltura y gracejo que es capaz de enganchar a todo tipo de público, no solo a los aficionados al cine de género, con los adictos al terror como claro target. Dirigida por Craig Zobel, realizador de numerosos capítulos de series como 'American Gods', 'The Leftlovers' o 'Westworld', el despendolado guión viene firmado por Nick Cuse junto a Damon Lindelof, un juntaletras imparable que formó parte de las filas de los creadores de 'Lost', escribió la reivindicable e incomprendida ''Prometheus' y perpetró la reciente versión serializada del cómic 'Watchmen', una genialidad cuya trama se adelantó a algunos tristes acontecimientos de nuestra civilización.

Debido a su naturaleza violenta, con el humor por montera, 'La caza' tuvo que posponer su estreno en EE.UU. tras uno de tantos conflictos con armas de por medio en el país de las barras y estrellas. Al inesperado traspiés en su distribución convencional le pasó por encima el confinamiento, pero aterriza con ganas en las salas, ahora que buscan a duras penas la recuperación de la taquilla. Sin duda es uno de los grandes títulos de esta extraña temporada. Divertida a rabiar, su fusión desacomplejada de acción, suspense, drama, sátira y terror no deja indiferente. Cantidades industriales de humor negro vertebran una apuesta que emplea la violencia desde la ficción como antaño se utilizaban los tartazos en el cine mudo, aquí pasteles de sangre envenenados. El relato es sencillo, aparentemente hemos visto mil y una películas similares, pero nunca con un discurso actual tan sardónico y punzante. El filme, trufado de diálogos tronchantes, va desvelando a buen ritmo giros y sorpresas inesperadas, con algún guiño a Hitchcock y un desenlace aplastante. Por el camino, arremete a diestro y siniestro contra la corrección política mal entendida y el absurdo de algunas corrientes de pensamiento convertidas en modas irritantes en el siglo XXI. Se atreve a señalar a la izquierda y a la derecha, con un buen rol femenino protagonista, en plena era Trump, cuando reinan mediáticamente las conspiranoias, las fake news e incontables leyendas urbanas.

Cazando humanos

'La caza' bebe de las fuentes de 'El malvado Zaroff', un clásico indiscutible, y tantas otras propuestas en la misma línea, con un grupo de humanos cazando a otros humanos. 'Noche de bodas' es el ejemplo más reciente, junto a títulos de ayer y hoy como 'Huida hacia el sol', 'La presa desnuda', 'Battle Royale' o la famosa saga 'Los juegos del hambre'. En esta ocasión varios desconocidos se despiertan en un bosque, totalmente desorientados, y van cayendo uno a uno en manos de unos excéntricos desalmados. Todo apunta a una teoría de la conspiración, nacida en la dark web, en la cual lo rumores hablan de un grupo de la élite mundial se reúne en una recóndita mansión para divertirse persiguiendo violentamente a seres humanos. La idea del filme surgió a partir de varias conversaciones de los guionistas sobre el clima político actual, profundamente polarizado, y la creciente desconfianza en los medios de comunicación tradicionales y en las instituciones gubernamentales. «Después de las elecciones, me pareció que los temas de conversación cambiaron radicalmente», exclama Lindelof. «Empezamos a interesarnos por las teorías de la conspiración y por unas ideas hasta entonces periféricas que habían penetrado en la conciencia colectiva. La frontera entre las teorías y los hechos empezaron a mezclarse porque las primeras ofrecían historias realmente geniales».

'Pensé que si en la película se hablaba de la división que existe en Estados Unidos, debíamos usar un tono ligero«, explica el director. »Debía hacernos sonreír y recordarnos que no debemos tomarnos colectivamente tan en serio. Era esencial encontrar el tono correcto. Si enfocábamos 'La caza' solo como una película de terror o un thriller político, no sería lo mejor para la película. Lo importante era captar el humor satírico«. »La película no toma partido, pero sí señala que todos juzgamos demasiado deprisa«, añade Jason Blum, productor del filme, un tipo con olfato comercial. »También quisimos explorar por qué se toma partido, y creo que si la película es tan especial, se debe en parte a eso«. Una sensacional Betty Gilpin ('Glow'), Hilary Swank ('Million Dollasr Baby') y Emma Roberts ('American Horror Story') protagonizan este delirio que invita a la reflexión en los tiempos que tocan.

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