La clave está en la caja negra

La explicación de lo que aconteció en un vuelo con destino a París desde Dubai no convence del todo a un joven inspector, miembro de la BEA, la autoridad responsable de las investigaciones de seguridad en la aviación civil. En su empeño por desvelar la verdad, si fue un error humano, un atentado o un fallo del propio aparato, se encuentra con algunos inesperados escollos que le empujan a jugarse el pellejo.

'Black Box' te lleva como espectador por el intrincado relato bajo el punto de vista del protagonista, con el sonido como principal baza -hay un trabajo sublime en este apartado, con lo cual es esencial escuchar el resultado en una buena sala convenientemente equipada-. El análisis del audio recogido por la caja negra es el plato fuerte de una apuesta que alarga en exceso su metraje -129 minutos-, como mandan los cánones, pero va desgranando la información de tal manera que aguanta el ritmo con cierta consistencia.

La investigación en secreto del rol encarnado con carisma por Pierre Niney, visto en 'Tan cerca, tan lejos', protagonista a su vez de 'El hombre perfecto', se va enredando de tal manera que no es fácil acabar el puzzle, sobre todo cuando se han cambiado o faltan algunas piezas. La manipulación y las nuevas tecnologías se revelan como el esqueleto de un filme recomendable, sobrio y elegante, donde el problema a resolver no es lo único importante en una trama que engancha sin tirar de escenas de acción. Agudicen sus oídos, esta película se escucha con atención, no solo se mira.