Clara Lago: «Mi gran fuente de información es mi abuela»
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Da vida a Maca, la subdirectora de un periódico, en 'Crónica de una tormenta', que llegó el pasado viernes a la carteleraCuenta Clara Lago (Torrelodones, 1990) que para dar vida a Macarena, la subdirectora del periódico en el que se desarrolla 'Crónica de una tormenta', más que imbuírse de periodismo tuvo que entender las motivaciones y el conflicto emocional de su personaje. Tiene ... sentido. Al fin y al cabo el marco en el que se desarrolla la opera prima de Mariana Barassi es un pretexto para poner sobre la mesas tema como la ambición o la desigualdad de género en el trabajo. La cinta, que se estrenó este viernes, se desarrolla durante una Nochebuena, cuando el director de un diario (Ernesto Alterio) se ve obligado a decidir quién le va a suceder en el cargo. Maca es una de las candidatas.
-¿Qué le sedujo del proyecto?
-Todo. Es uno de esos que te atraen porque tienen el combo de guion con mensaje y personajes interesantes y con una propuesta muy diferente y arriesgada porque cada vez estamos menos acostumbrados a este tipo de productos audiovisuales que se toman otros tiempos. Es una absoluta gozada formar parte de algo así.
-Basada en una obra teatral, la película no esconde esos orígenes: pocos personajes en un escenario muy concreto. ¿Es más fácil entrar en un personaje cuando todo está tan acotado?
-Es más fácil construirlo y también mostrarlo. Primero, porque cuando tienes tanta información en el texto y las cosas están bien escritas, intuitivamente ves e imaginas claramente al personaje, memorizas mucho más rápido y llegas a los sitios de una manera más natural y orgánica. A pesar de ser una película con tantísimo diálogo, que a priori puede parecer tediosa desde el punto de vista interpretativo, porque requiere mucha memorización y son escenas muy largas, acabó siendo todo lo contrario porque te va llevando sola. Segundo, si encima tienes todo el tiempo para poder mostrar esa gama de matices y de colores, es un regalazo. Y al mismo tiempo es un desafío porque sabes que la tensión dramática de toda la película se tiene que sostener con los actores.
-¿Cómo preparó el personaje?
-Fue algo muy conjunto con Mariana y Ernesto. Tuvimos muy poquito tiempo de ensayo, pero lo exprimimos a saco e hicimos mucho trabajo de mesa, de lectura y análisis de guion para entender muy bien las motivaciones de los personajes. Era importante que los tres estuviéramos en la misma página porque es una película compleja que habla de muchos temas. A mí lo que más me sirvió para entender a Macarena fue entender cuál era su conflicto.
-¿Se imbuyó mucho en el mundillo periodístico?
-Realmente no hizo tanta falta porque no se ve tanto lo que es el día a día del mundo periodístico. Sí me leí 'El director' por recomendación de Gerardo Herrero y vi la serie 'Press', que también me ayudó bastante a meterme en el contexto.
-La película toca el tema de la ambición. ¿Es negativa per sé?
-No necesariamente. Lo interesante de esta película es que toca muchos temas, pero sin aleccionar sobre ninguno. Es una película que invita a la reflexión y que genera muchos debates. Creo que la ambición no tiene que ser algo negativo, pero claro todo depende de hasta donde estés dispuesto a llegar y cuál es el motor de esa ambición.
-¿Y cómo lidia con ello en una profesión como la de la interpretación? ¿Es la competencia más feroz al haber menos trabajo?
-Depende mucho de cómo lo vive uno. A mí es un terreno en el que no me gusta entrar porque siento que no saca lo mejor de mí. No es un lugar donde yo me sienta cómoda. Hay una parte casi de fe, de decir lo que es para ti es para ti y ya está y si no es para ti es porque no tiene que serlo. Hay que confiar en eso y en el compañerismo porque la competitividad feroz no saca lo mejor de las personas.
-Subraya también la desigualdad. ¿Queda mucho por hacer?
-Es evidente que hay un recorrido que ya se ha hecho, por suerte, pero queda otro y creo que además es a un nivel global, sucede en todos los ámbitos. Tiene que haber un cambio sistémico en la sociedad y desde la educación más básica para que vivamos en una sociedad igualitaria.
-Su trabajo en la película, ¿le ha llevado a entender más esta profesión? ¿Qué opina del oficio?
-Es una profesión muy noble y muy necesaria. El derecho de acceso a la información verídica me parece súper importante y una responsabilidad enorme. El problema es cuando una profesión así está sujeta a los intereses económicos o políticos.
-¿Cree que los medios son tan influyentes como deja caer la película?
-Sí que lo creo. Por eso digo que se necesita mucha responsabilidad. Los medios de comunicación generan opinión y hay mucha gente que cree que todo lo que se dice es verdad. Ahora el tema de las 'fake news' está muy encima de la mesa y hay tanta cantidad de información que muchas veces hay desinformación por ese exceso, como que ya no sabes que fuentes tienen la verdad, si es que eso existe.
-¿Consume mucha información?
-Pues mira, si te soy sincera, la verdad es que no (ríe). No veo demasiado las noticias. Mi gran fuente de información es mi abuela, que está súper puesta, sobre todo con el tema político, que le encanta. Cuando hablo con ella me pone al día y me cuenta qué ha pasado en el mundo. Es mi periodista personal, mi reportera (ríe).
La película plantea también una pregunta que es ¿hasta qué punto se puede meter la empresa en la vida de un trabajador? ¿Qué opina al respecto?
-Es que esto es un terreno tan delicado. Además, hoy por hoy, con las redes sociales como que todo es público y todo puede ser usado en tu contra en algún momento… Es verdad hay un punto de que esto funciona así: cualquier cosa que hayas colgado en Instagram o Facebook…
-Además ustedes que están siempre de cara al público…
-Hay que ser prudente y al mismo tiempo darle la importancia justa. A no ser que te dediques a ser activamente incendiario por la cara, si tienes una opinión sobre algo pues no deja de ser una opinión más. El problema está cuando tu lanzas una opinión x con respeto y de pronto se genera un incendio. Vivimos en un país libre donde cada uno debería poder expresar su opinión siempre y cuando la dé con respeto y no incite ni a la violencia ni al odio.
-Empezó muy joven haciendo cine, ¿ha notado un gran cambio en la industria audiovisual española en todos estos años?
-Bueno, sobre todo en los últimos años es verdad que el tema de las plataformas ha sido un boom. Han tomado un poder enorme y ahora con el tema del covid mucho más pero yo siempre he defendido que todo es compatible. Yo soy una gran consumidora de audiovisual en plataformas pero no por eso dejo de ir al cine porque me parecen experiencias diferentes y que deberían ser compatibles y complementarias.
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