![Cien años de la versión muda de 'Los cuatro jinetes del apocalipsis'](https://s3.ppllstatics.com/larioja/www/multimedia/202103/03/media/cortadas/cuatro-jinetes-kiyF-U130705179328LM-624x385@RC.jpg)
Cien años de la versión muda de 'Los cuatro jinetes del apocalipsis'
Lecciones de cine ·
Tuvo un enorme impacto cultural en su época por su mensaje pacifista y su aproximación a las consecuencias dramáticas de la Primera Guerra MundialSecciones
Servicios
Destacamos
Lecciones de cine ·
Tuvo un enorme impacto cultural en su época por su mensaje pacifista y su aproximación a las consecuencias dramáticas de la Primera Guerra Mundial'Los cuatro jinetes del Apocalipsis', basado en la novela del valenciano Vicente Blasco Ibañez, por entonces el literato mejor pagado en la etapa muda de Hollywood y dirigida por Rex Ingram, uno de los grandes cineastas del cine mudo, tuvo un enorme impacto cultural en su época por su mensaje pacifista y su aproximación a las consecuencias dramáticas de la Primera Guerra Mundial. Este próximo 6 de marzo se cumple un siglo de su estreno.
'Los cuatro jinetes del Apocalipsis' también fue la más taquillera de 1921, superando a 'El chico', de Charles Chaplin, (sólo en los Estados Unidos recaudó cuatro millones y medio de dólares de la época) y es la sexta película muda más taquillera de todos los tiempos. Supuso a su vez la consagración de su protagonista, Rodolfo Valentino, como la gran figura masculina de Hollywood y el mito del 'latin lover'. Cuando Vincente Minelli dirigiría cincuenta años después una versión sonora y ya en color de la obra de Blasco Ibáñez, protagonizada por Glenn Ford, Ingrid Thulin y Charles Boyer, tuvo muy presente esta primera adaptación de la obra de Blasco Ibañez. Rex Ingram, uno de los grandes del cine mudo, supo sacarle todo el partido posible a Rodolfo Valentino con su habilidad para el baile. El actor se había ganado la vida bailando como pareja de alquiler en Nueva York, e Ingram aprovechó su trabajo, como la espontánea sensualidad de sus gestos haciéndole bailar un tango que permaneció en la mente de los espectadores durante muchos años.
Con un marcado mensaje pacifista, la película presenta a Julio Desnoyers (Valentino), un joven indolente y mujeriego, nieto favorito del terrateniente Maradiaga (Pomeroy Cannon). Español emigrado a Argentina, Madariaga tiene dos hijas, que se casan con un francés y un alemán. A la muerte del patriarca, sus descendientes se trasladan a Europa, donde la familia se ve dividida y enfrentada como consecuencia del estallido de la Primera Guerra Mundial. Julio, famoso en el París mundano por su dominio del tango, se enamora de una mujer casada. Ésta se divorcia, pero vuelve con su esposo cuando queda ciego en combate. Julio se alista y su actitud ante la vida cambia radicalmente, olvidándose de sus vicios y tomando las cosas con decisión y responsabilidad. Muere en una trinchera, junto a un soldado alemán que resulta ser su primo.
El director combina ambientes exóticos con otros de enorme realismo como las que se desarrollan durante la Primera Guerra Mundial, con escenas de gran emotividad. A destacar el decorado final de un cementerio cuyas cruces trepan por la falda de una montaña. La película presenta grandes influencias del cine de Griffith, que había inventado el lenguaje cinematográfico, y también del cine expresionista alemán, en aquel año en plena eclosión, alternando escenas simbólicas como la de los cuatro jinetes bíblicos por el cielo, con otras de enorme realismo, como las bélicas, que siguen siendo muy impactantes, con un final donde aparece un cementerio lleno de cruces que trepan por la ladera de un monte. El mensaje no podía ser más evidente.
La película se estrena con sus dos horas y media (en algún reestreno posterior se redujo el metraje a 133 minutos), en una gran gala en Nueva York el 6 de marzo de 1921. Con la Primera Guerra Mundial aún muy reciente, la crítica del momento elogió sobre todo las escenas de guerra, asegurando que equivalían a auténticas meditaciones sobre la vida y la muerte. El historiador Carlos Fernández Cuenca escribió que «el triunfo de ese filme decidió a la Metro a obtener una opción de adaptaciones cinematográficas de todas las obras de Blasco Ibáñez. Sin embargo, no puso demasiadas dificultades para ceder a la Paramount, al año siguiente, el permiso de hacer, también con Rodolfo Valentino como protagonista, acompañado por Lila Lee y Nita Naldi al frente del reparto, una segunda versión de 'Sangre y arena', dirigida por Fred Niblo».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.