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Los superhéroes y los zombis, dos iconos fundamentales de la cultura popular, siguen copando el medio audiovisual. Continúan siendo tendencia en la ficción: ¿una inagotable fuente de inspiración? Las series y películas basadas en los tebeos de Marvel y DC Comics son noticia cada día, ... no siempre en términos artísticos, aunque últimamente, por primera vez en tiempo, parecen perder carisma. A diferencia de los muertos vivientes, un subgénero que se mueven tranquilamente en la serie B, con presupuestos ajustados, los filmes superheroicos se anuncian como blockbusters, aunque no siempre consigan la taquilla que se espera.
El esfuerzo de los departamentos de efectos visuales es notable, hasta el punto de que algunos lanzamientos ven la luz sin estar «cocinados del todo». Los equipos especializados en CGI no pueden con los plazos, no dan más de sí, situación que afecta al resultado final. Tampoco los guiones, faltos de ideas y riesgo, están ayudando a mantener en el trono el legado de Stan Lee y compañía. La recaudación de la tercera entrega de 'Los Guardianes de la Galaxia' es importante. Puede suponer un revulsivo, más allá de lo económico, o el jarro de agua frídefinitivo. Por algo se anuncia como «la película más emotiva del UCM, etiqueta que ya se empleó sin pena ni gloria con la pretenciosa 'Eternals', intentando aprovechar el tirón del díptico que dejó el listo demasiado alto para los fans: 'Vengadores: Infinity War' + 'Vengadores: Endgame'.
'Los Guardianes de la Galaxia Vol. 3' va a por todas. James Gunn tira la casa por la ventana para despedirse de la saga. También deja Marvel para coger las riendas del brazo audiovisual de DC Comics, un reto que ha engrosado su lista de haters. En el supuesto cierre de la trilogía no han escatimado en gastos ni en escenas lacrimógenas para ganarse el beneplácito de la gran audiencia, con algunos momentos sumamente infantiloides entre chiste y chiste. El espectáculo funciona, es difícil que no lo haga teniendo a los Beastie Boys en la banda sonora, pero la fórmula da claros síntomas de agotamiento. El planteamiento, nudo y desenlace son siempre igual. Los libretos se escriben con plantilla, solo cambian los escenarios y el villano de turno. El tono puede dar juego, así como la empatía que sintamos como espectadores con los roles principales, aquí Gunn siempre ha estado muy lúcido -ahí está su originalidad-, pero poco más se puede rascar, tal y como está diseñada la maquinaria.
El problema esencial es que las modas pasan y pierden fuerza. Es difícil mantenerse en el candelero, sobre todo con tantos gastos para ofrecer lo mismo al personal. El gran público quiere algo aparentemente nuevo de vez en cuando, aunque solo cambie el envoltorio, y en ese sentido los videojuegos pueden tomar el relevo del mainstream en el cine y la televisión, léase la multipantalla. Tras varios intentos fallidos, parecen haber pulsado el botón adecuado. 'League of Legends' saltó al medio audiovisual con la serie de animación 'Arcane', bien acogida por crítica y público (está en Nefix). No hace falta conocer el material original para disfrutarla, lo mismo que ocurre con 'The Last of Us', por no hablar del reciente taquillazo de 'Super Mario Bros: La película'.
'The Last of Us' es un buen ejemplo de una adaptación entre disciplinas que busca un target amplio sin olvidarse de los fanáticos del material de partida. En el público potencial entran tanto las mentes eruditas como las profanas. Disponible en HBO Max, ha sabido actualizar un tema tan manido como los muertos vivientes en imagen real sin perder su atractivo, expandiendo su poder de convocatoria. Goza de una diferencia a su favor como materia prima respecto a los superhéroes. Los zombis son secundarios, lo importante es lo que ocurre en torno a ellos. Puede funcionar una historia sin que apenas aparezcan las criaturas no-muertas. Sin embargo, una aventura superheroica sin el protagonismo de los tipos en pijama con poderes es difícil que cale hondo en un público masivo. La excelente serie 'Watchmen' consiguió excelentes críticas, pero no fue un fenómeno interplanetario. Los influencers que viven de bailarle el agua a Marvel están nerviosos, el chollo da signos de futuro derrumbe. No es para menos, cada vez es más complicado defender creativamente las producciones bajo el manto de Disney y tampoco están arrasando en la taquilla como antaño. 'Ant-Man y la Avispa: Quantumania' se dio un tortazo importante -cayó estrepitosamente en su segundo fin de semana, no aguantó bien en la cartelera-, por no hablar de 'Black Adam'. A estos tropezones hay que añadir el fiasco de algunas series estrella que satura el mercado. El déjà vu es inevitable, pero tampoco hay intenciones de apaciguarlo.
El culebrón del UCM, tener que verlo todo para disfrutarlo más, series y películas interconectadas, ya no es lo que era. No hay tiempo para estar al día con tanta oferta. Las famosas fases marvelitas se devoran a sí mismas. Paralelamente, propuestas como la cuarta entrega de 'John Wick', visualmente demoledora -estéticamente más cerca de un videojuego-, funcionan estupendamente en el circuito de salas y se abren como franquicias, prometiendo diversión a raudales hasta que se desinfle el tinglado. El concepto de multiverso ha contaminado el negocio hollywoodense. 'Dragones y mazmorras: Honor entre ladrones' no ha obtenido los pingües beneficios esperados, pero ha abierto otra interesante vía de expresión por explotar: los juegos de rol. El tono es fantástico, los personajes resultan entrañables y es un buen primer paso de cara a un rendimiento mayor.
Mientras, sufrimos series como 'Gotham Knights', carentes de personalidad, y títulos como 'Ms. Marvel' deslumbran con su episodio piloto para caer en picado a medida que avanza la acción y hay un evidente ajuste en los medios de producción. Las críticas al acabado de las infografías ya vienen desde los trailers de avance, inundando las redes sociales. Iniciativas algo diferentes, como 'She-Hulk: Abogada Hulka', provocan el malestar virtual de una tropa de indocumentados obsesionados con la guerra cultural. Para agudizar estos molestos problemas podemos agregar el sensacionalismo mediático. Se multiplican las noticias del showbusiness que buscan el impacto, como el incomprensible borrado del filme sobre 'Batgirl', estando ya en postproducción, o el despido de ejecutivos a gran escala, teóricamente para aliviar «un ambiente tóxico de trabajo'. El mundo de la farándula nutre el clickbait aireando las peripecias insanas de algunos artistas que encarnan a los héroes de papel en movimiento. La agencia de representación de Jonathan Majors, actor que da vida a Kang en el UCM, ha roto su contrato tras las acusaciones de violencia doméstica. Cambiar un rostro emblemático que ha calado en el fandom es otro sonoro contratiempo. ¿Qué ocurrirá?
En la última Comic-Con de San Diego, donde se avanzan las próximas producciones fantásticas apadrinadas por estudios de peso, el calendario de Marvel apabulló hasta a sus propio seguidores. El exceso de producciones puede dar la puntilla a la gallina de los huevos de oro. Los planes de Kevin Feige son infalibles… hasta que dejen de serlo. 'Black Panther: Wakanda Forever' es insufrible y la última de '¡Shazam!', por incluir también a la competencia -mucho curro tiene Gunn por delante-, ha alimentado sobremanera la idea de que todo el rato nos venden lo mismo, no hay cabida para algo diferente.
Tampoco el universo de 'Star Wars', sobreexplotado, está funcionando como debiera y es un caso concreto donde se ve claramente la falta de profesionales solventes, sobre todo en la escritura y realización. ¿Demasiada gente opinando y decidiendo por dónde tiene que ir la creatividad? Los lanzamientos se solapan, se eclipsan en la batalla entre corporaciones y plataformas. Quizás el futuro en la industria del entretenimiento dependa de que los jerifaltes se sienten para ordenar el caos. Quizás Marvel y DC unan fuerzas y, como ocurre en los tebeos, nos cansemos de ver crossovers delirantes como 'Aliens vs. Spider-Man', Batman convertido en un caballero jedi o Superman de cañas con Harry Potter. El tráiler de 'Blue Beetle' no pinta mal, por cierto, pero el de 'The Marvels' que abre la Fase 5 no se aleja del sentimiento de «más de lo mismo». Tal vez en las propuestas aparentemente más alternativas, con poco apoyo inicial, esté la luz del mañana. La esperanza está puesta en 'Spider-Man: Across the Spider-Verse'. El negocio del ocio es un multiverso… ¿incombustible? Igual hay exprimir más el concepto 'Marvel Zombis'.
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