Benito Zambrano: «Iñaki Williams ahora es un ídolo, ¿pero cómo entró su madre a este país?»

Su última ficción sigue el calvario de un maliense expulsado de España al carecer de papeles, que intentará saltar la valla de Melilla para volver a reencontrarse con su mujer, que acaba de dar a luz. 'El salto', desde este 12 de abril en los cines, quiere poner rostro a los miles de personas que han perdido la vida intentando cumplir su sueño de llevar una vida próspera entre nosotros.

–María Arthuer, la madre de Iñaki y Nico Williams, saltó la valla de Melilla embarazada.

–Si saltó hace 30 años, la valla no era la misma que la actual. Es probable que saltara o se colara por unas tuberías que había.

–Ahora no hay una sola valla, sino cinco y dos fosos, tal y como muestra en la película.

–Tienen que cruzar en siete u ocho minutos antes de que les atrapen. En internet puedes ver las imágenes de las cámaras de seguridad de la Guardia Civil. Solo lo pueden hacer porque tienen una genética y unas condiciones físicas increíbles. Yo soy un enano de mierda y les veo en Lavapiés, grandes y fuertes.

–Esa parte casi documental es muy importante en 'El salto': los ganchos y zapatillas customizadas que utilizan, la organización de los campamentos en el monte Gurugú, la ayuda de las ONG...

–Un drama de esta magnitud no podía abordarlo como si fuera otra película sin más, tenía que entender todos los puntos de vista. Nos documentamos de manera profunda por respeto a los protagonistas. Estuvimos en Melilla pero no pudimos pasar a Marruecos y al monte Gurugú por las restricciones establecidas por la pandemia. Cerraron la frontera con esa excusa. Conocí a chicos que habían saltado, a jefes de campamento, a ONGs...

–No hay valla que no puedan saltar.

–No puedes poner muros a la pobreza y a la miseria. Cuando inventaron las vallas que impedían saltarlas con una escalera y meter los dedos para trepar improvisaron unos ganchos. Puedes poner los muros que quieras, pero solo provocarás más sufrimiento. Van a seguir viniendo. ¿Qué queremos? ¿Que la gente joven de un continente sin recursos que hemos esquilmado, en guerra, con gobiernos corruptos y ejércitos de niños, se quede allí tan tranquila, muriéndose de hambre? ¿Tú que harías?

–Por fortuna, no tenemos que hacernos esas preguntas.

–Porque hemos nacido a este lado de valla. Yo vengo de una familia pobre, jornaleros de Andalucía. Braceros y temporeros que recogían algodón. Mis cuatro hermanas han trabajado de empleadas de hogar. Yo he podido ser director de cine porque he nacido a este lado de la valla. Si lo hubiera hecho al otro lado no me habría quedado. Hoy estaría vendiendo en la calle o sería un número en un nicho.

–En el pasado, los españoles no nos quedamos.

–En los años 50 y 60 fuimos los negros de Europa. ¿Y quién engrosó la clase trabajadora del País Vasco, Cataluña y Madrid en los 70 y 80? Los andaluces.

–La ultraderecha criminaliza al emigrante, sin el que este país no funcionaría. ¿Quién trabaja en el bar, en la zanja, en el cuidado de nuestros mayores?

–Me parece indigno, vil y rastrero buscar votos con un discurso antiemigración. El que lo mantenga quisiera que me explicara en qué nos perjudican los emigrantes. Destrozamos y nos repartimos un continente.Esquilmamos sus riquezas. Además,Europa está envejecida. ¿Quién hace el trabajo que nadie quiere hacer? Dentro de pocos años, la enfermera que te atienda en el hospital será negra y te contará que su padre senegalés murió en una patera. ¿Con qué cara le mirarías? Iñaki Williams ahora es un ídolo, ¿pero cómo entró su madre a este país?

–Unos migrantes son siempre mejor recibidos que otros.

–Si eres mujer, negra, africana y musulmana, eres peor que nadie. A los latinoamericanos los recibimos con más agrado por la cercanía cultural, la religión y el idioma. Quitando Marruecos, nuestros vecinos, los países africanos son minoritarios entre la población emigrante en España. Apenas entran en patera o saltando la valla comparados con los que llegan al aeropuerto. Criminalizamos un sector que estadísticamente no es nada, cuando hemos vendido zonas turísticas a británicos y rusos.

–Se cumplen 25 años de su ópera prima, 'Solas', una película que inició el boom del cine social y puso al cine andaluz en el mapa.

–'Solas' es la película que me lo ha dado todo, estoy aquí por ella. No era consciente del valor que tenía, de lo útil que resultó. Me dio la oportunidad de hacer el cine en el que creo. Muchísima gente me sigue diciendo que fueron a verla con su madre y que les cambió la vida. Abrió ojos, lo mismo que espero con 'El salto'. He vuelto a ver 'Solas' hace poco y me he dado cuenta de que, sin pretenderlo, habla de la soledad, del choque generacional entre madres e hijas, de los malos tratos, de las madres solteras, de la precariedad laboral... Ninguno de esos temas ha perdido vigencia.