'El bebé jefazo: negocios de familia': ¡Qué gracioso es el chiquillo!

Los bebés hacen gracia, hagan lo que hagan. Despiertan simpatías irrefrenables con un bigote pintado, unas gafas de sol o un cigarro en la boca. En 'El bebé jefazo' se explotaba a conciencia cómo un peculiar lactante, con modales impropios de su corta existencia, vestido con traje y corbata, elaboraba un plan junto a su hermano de siete años, menos espabilado y embriagado por los celos, para dar candela al director de la empresa Puppy Corporation, cuyo nombre lo dice todo. Inspirada en el best seller ilustrado de Marla Frazee, atendiendo a su condición de filme de animación para todos los públicos se olvidaba de cualquier posibilidad iconoclasta para ofrecer un amasijo de ideas más que vistas, razón más que suficiente para arrasar en la taquilla. Nada de reflejar los verdaderos problemas que surgen con la llegada de un nuevo hijo al hogar, lo suyo es apostar por una sucesión de gags centrados en el contraste: ¿un renacuajo que habla y lleva maletín? 'El bebé jefazo: Negocios de familia' retoma en modo funcional este espíritu para atrapar a la audiencia en época estival.

Tom McGrath, en los créditos de la taquillera franquicia 'Madagascar' y la incomprendida 'Megamind', repite en la dirección de una franquicia que cuenta con una serie en Netflix y varios cortometrajes protagonizados por el descarado infante. Es fácil imaginar lo que el espectador puede encontrar en esta oda a la familia sin problemas que coquetea con el cine de espías, con el añadido de la rivalidad entre hermanos. La película tuvo que avanzar y completarse en tiempos del coronavirus. «Todo el equipo fue maravilloso, y es como si las restricciones por la pandemia nos hubieran unido aún más», asegura el director. «Es un curioso paradigma el haber sido capaces de hacer una película así, con la mayoría de nosotros trabajando desde casa en nuestros ordenadores. Hemos conseguido que funcionase, a pesar de todos los desafíos. Aunque claro, algunos de nosotros acudíamos al estudio a comprobar los colores y detalles, y a asegurarnos de que todo quedara bien en la gran pantalla».

McGrath espera que las familias se sientan inspiradas por el mensaje positivo de la película mientras disfrutan de la comedia y la imaginería simple pero resultona de 'El bebé jefazo'. «Esperamos que la gente se sienta inspirada a reconectar con algún miembro de la familia a quien no vean hace tiempo después de ver la película», argumenta. «¿No sería fabuloso llamar a tu madre, tu padre y tus hermanos, y olvidar aquella discusión absurda que generó una brecha entre vosotros? Además, como la película está ambientada en las fiestas de final de año, espero que genere reacciones con su mensaje de unidad y celebración de la familia».